Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

martes, 7 de abril de 2020

Tras el diluvio seco.



AL GANADO SE LE MUEVE CON LA COMIDA.

Es lo que dice mi amigo Fernando, que es un moderno y culto agricultor.

Desde las lombrices cultivadas a los toros, pasando por gallinas, corderos, cerdos, etc. se les mueve moviendo la comida.

Y a la gente igual.

Las ciudades de Valladolid y Palencia acumularon la mayor parte de los antiguos agricultores de Castilla que tras abandonar casa y aperos se fueron a trabajar a la fábrica de automóviles Renaul abandonando sus pueblos y sus aldeas. Y eso no es más que un ejemplo.

Estamos con el tema de la España vaciada ¡Pues eso es  lo que ha pasado!

Que los capitalistas han simplificado sus negocios y a la mano de obra, como si fuera de hormigas o abejas la han metido, de hecho, en esos hormigueros y en esas colmenas que son las modernas urbes.

Y los pueblos se han vaciado ¡cómo no!

Y se ha pasado, en buena medida, de que la gente esté malviviendo en pueblos y aldeas miserables a urbes igualmente miserables.

¡La gente no es tonta! Y huye de la miseria para acudir a donde hay oportunidades...

Pero lo que ha terminado por ocurrir es que la gente vive hacinada en grandes poblaciones, mientras que las pequeñas han quedado muertas de asco o abandonadas.

En situaciones normales eso se nota poco, pero en situaciones excepcionales y críticas como estamos viviendo desgraciadamente en estos días ¡se nota una barbaridad!

Todo el mundo encerrado en su vivienda, que a veces es pequeña y sombría, sin poder salir a estirar las piernas y sin que les dé el sol.

A esta gente le gustaría irse a pasar la cuarentena a su segunda vivienda o a su pueblo, como suele hacer cada fin de semana cuando viene el buen tiempo ¡pero no le dejan! por razones obvias. Mientras que el confinamiento es menos penoso para la gente que aún vive en los pueblos.

Luego va siendo hora de que vayamos cambiando el paradigma y la actitud de huir de los pueblos para volver a ellos. Porque esto que está ocurriendo, aunque de modo más atenuado supongo, va a ocurrir cada lustro más o menos.

Pero para volver a los pueblos habrá que "poner en ellos los comederos ". Dejar de lado el centralismo laboral y poner en marcha la dispersión laboral.

Ahora es más fácil, o por lo menos "más posible".

Han mejorado las comunicaciones y los transportes por carretera y por tren, y hay que mejorarlos aún más, y desde luego las telecomunicaciones. Lo que permite centralizar el trabajo sin centralizar las residencias de los trabajadores. Y también tienden a descentralizarse el ocio y las distracciones con la televisión y la dispersión cultural.

Cuando aparezca por fin la paloma con la rama de olivo en el pico tras este diluvio seco será el momento de empezar una nueva vida más gratificante y menos peligrosa.





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