Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

lunes, 29 de febrero de 2016

El paraíso perdido.


ESTÉTICAS REALISTAS.

Groso modo, podríamos pensar que, en el ámbito de la pintura, un ejemplo paradigmático de estética realista es la de Antonio López.

Para entendernos, se trata de un "realismo fotográfico".

Pero ese "realismo fotográfico", no es la única clase de realismo posible. Eso se ve si hacemos un vertiginoso recorrido por la historia del arte. De la pintura griega clásica nada podemos decir porque nada se ha conservado. De la pintura romana, que sí se ha conservado mucho, sobre todo en Pompeya, vemos que es realista, pero no es "fotográfica". Mucho menos los mosaicos bizantinos. Ni la pintura románica, ni la gótica, ni la primera renacentista.

Pero a medida que avanza el Renacimiento, y le sucede el Manierismo, el Barroco, el Rococó y el Neoclásico la "pintura fotográfica" se afianza, hasta que aparece la fotografía, propiamente dicha.

Con la fotografía, sentido literal se revoluciona el "realismo fotográfico" y surgen dos vertientes:

Por una parte la copia descarada de fotos en los cuadros y los cuadros que sin ser copias de fotos lo parecen. Y por otra parte la eclosión de un realismo "no fotográfico" más o menos desgarrado como el del Impresionismo, el del Faubismo, el del Expresionismo, el del Cubismo y otros.

Se piensa ingenuamente que la "imagen fotográfica" surge con la fotografía a finales del XIX. Pero es muy anterior como expresa el pintor David Hockney en su libro "El conocimiento secreto" (Ediciones Destino. 2.001) Dice este autor que en el Renacimiento se produce un avance extraordinario en el terreno de la óptica, produciéndose lentes y espejos con los que se podían producir "imágenes fotográficas". aunque no fotografías. Sino imágenes proyectadas sobre papeles y otros soportes, que pasando un lápiz sobre tales imágenes se pueden producir dibujos que son "calcos de la realidad".

Por otro lado, en la Enciclopedia de Diderot, en el capítulo "Dessin et peinture" (se puede ver en la edición facsimil de Interlibres de 1994) hay un catálogo de instrumentos de dibujo en el que figuran cámaras oscuras mediante las cuales se puede retratar la realidad.

Lo propio de la fotografía, stricto sensu, deriva no es tanto la captación de imágenes mediante cámaras oscuras como conseguir que permanezcan. Eso se consiguió por medios químicos, mediante el revelador y el fijador. Pero la captación de imágenes de la realidad es muy anterior.

Hockney ha demostrado que con esos artilugios ópticos se podía "calcar" la realidad desde el inicio de la Edad Moderna, no que se calcara. Él dice que sí, pero demostrado no está, aunque la experiencia nos dice que todo lo que se puede hacer se termina haciendo.

Si nos situamos en el periodo anterior al inicio de la "imagen fotográfica" en los albores del Renacimiento en Italia, en Florencia, en Siena, en Pisa, en Venecia y en algunos sitios más, vemos que hay una maravillosa pintura realista que no corresponde en absoluto al "realismo fotográfico." Basta con recordar a pintores como Giotto, Benozzo Gozoli, Gentile de Fabriano, Simone Martini, Paolo Ucello, Domenico Veneziano, Piero della Francesca, Domenico Ghirlandaio, Fra Angelico, Filippo Lippi, Sandro Botticelli y otros más.

Pero poco a poco, o mucho a mucho, se fue torciendo el rumbo y se consagró a Masaccio que apunta claramente al realismo fotográfico del Manierismo y del Barroco etc.

Cuando hace pocos años estuve en la Toscana, disfrutando de la obra de esos genios antes aludidos y vi en Santa María Novella el crucificado de mi super-tocayo (me llamo Tomás) ¡me llevé un chasco! Porque ese cuadro no me gustó nada. Lejos de encontrarlo grandioso, como había estudiado, lo encontré pequeño.

Pero es que Masaccio abre el camino a Velásquez, a Rivera, a Caravaggio, a Rembrandt y cierra el de los pintores nombrados anteriormente ¡y esa clausura da mucha pena!

No voy a decir que no me gusten estos nuevos pintores ¡me encantan! Pero la pérdida es para llorar a moco tendido.

Después de todo ese realismo no fotográfico es el más extendido por el mundo. Porque es el del arte egipcio, el del arte caldeo-asirio-persa, el del arte griego arcaico, el del arte de la India, el de China, el de Japón, el de América Precolombina, y más.

Entre nosotros y en nuestro tiempo esa estética es rara avis. En esa inmensidad desértica hay un hito fastuoso, el cuadro titulado "Los atletas" del pintor Luis Castellanos, cuya imagen muestro a continuación. Y que para dicha de todos está en el Reina Sofía.






miércoles, 10 de febrero de 2016

La resurrección de los colores.


RIVALIZAR CON DIOS EN COLORES.

Hace tiempo que me leí por primera vez uno de los libros que más me han gustado. Se titula "Hombres y moléculas" de Carl R. Theiler. Trata de divulgación científica relativa a la química industrial. Me interesé en ese libro porque explica muy bien el origen de los colores sintéticos, que se produjo a mediados del siglo XIX.

Hay que tener en cuenta que ese es el siglo en el que Mary Shelley escribió la novela "Frankenstein o el moderno prometeo". Es la época en la que gallardamente el hombre se revela y quiere rivalizar con Dios. No tanto soplando sobre una figura de barro para darle vida, como restituyendo vidas destruidas por la muerte.

Uno de esos sabios en la sintonía de Frankenstein es el químico alemán August Wilhelm Hofman, director de The Royal College of Chemistri en el Reino Unido. cargo que desempeñó brillantemente, hasta que se volvió a Alemania en 1865 para participar en la naciente industria química alemana. Investigó con anilina, subproducto del alquitrán de la hulla, que a su vez es el residuo de ese carbón mineral después de habérsele extraído el gas del alumbrado. Hofmann dijo muy significativamente:

               "Se me pregunta si estas sustancias pueden ser de alguna utilidad. He de confesar que       con ellas no puede teñirse calicó ni puede curarse ninguna enfermedad conocida. Pero              confío en que con el tiempo lograremos incluso estas cosas"

Porque el carbón de piedra no es una piedra cualquiera. En el sentido de que no ha pertenecido desde siempre al reino mineral. Sino que alguna vez perteneció al reino vegetal, que como el animal es un reino vivo. Eso lo tenían claro Hofmann y los sabios de la época. De modo que la química orgánica, también llamada química del carbono es la química presente en los seres vivos. Y sintetizando esas piedras que antes estuvieron vivas querían lograr, y de hecho lograron, sustancias que antes tan solo podían producir los seres vivos. Pensarían que la muerte no las habrían matado definitivamente, sino que de algún modo podrían estar vivas como la Bella Durmiente, y que no habría que perder la esperanza de lograr despertarla algún día, por lo menos parcialmente.

Y de aquellos planteamientos teóricos produjeron una realidad industrial de un enorme valor económico: la fabricación industrial de tintes que anteriormente tan solo podían obtenerse a partir de plantas o de animales. Los tintes tienen mucha importancia, porque la Revolución Industrial nació, no se olvide, en torno a la fabricación de tejidos, y estos tienen que ser teñidos en su inmensa mayoría.

Quien resultó ser iniciador de esa revolución industrial cromática fue William Perkin, discípulo de Hofmann.

Estalló esa revolución en 1856 cuando William Perkin, tenía tan solo 18 años, trabajando con anilina en el laboratorio, que se había construido en el patio de su casa, obtuvo un residuo violeta muy llamativo, que llamó MAUVERINA, con el que tiñó tiras de tejido de seda, que luego expuso a la influencia del sol, resultando muy estable. Con gran tenacidad impulsó su invento, alcanzando un éxito enorme, como indica que aquella época fuera conocida como la "Década Malva" como indica que en 1868 la Reina Victoria fuera vestida de malva a la boda de su hija, así como la emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III.

Se produjo una actividad frenética en el sector de la química industrial. El propio Hofmann, que había sido crítico con la orientación mercantilista que su discípulo, produjo dos famosos colores, el violeta Hofmann y el Verde Nilo.

La fiebre pasó a Francia, donde Emmanuel Vergin inventó la ALIZARINA, derivada también de la anilina con la que fabricó un tinte que llamó fucsina, porque era parecido al color de una flor llamada fucsia. El progreso fue claro porque el rojo es un color mucho más importante que el violeta.

Tras lograse esos colores totalmente artificiales se emprendió un camino muy realista: descubrir la estructura química de los colores naturales para poder producirlos artificialmente, de modo mucho más barato.

El rojo tradicional se obtenía de la alizarina que se extraía de la raíz de la rubia, que es una planta que con ese fin se cultivaba masivamente. Los químicos alemanes Grabe y Liebermann se pusieron manos a la obra para desvelar ese secreto natural, tratando alizarina con polvos de cinc y descubrieron que la alizarina se podía derivar del antraceno, que también puede obtenerse del alquitrán de la hulla. Perkin desarrolló el método para producir alizarina sintética y en pocos años se liberaron 150.000 Ha. dedicadas al cultivo de la rubia para cultivar trigo.

Luego le tocó el turno al ÍNDIGO, que es el más importante de de todos los tintes ¡es el color de los pantalones vaqueros! A cuya producción estaban de dedicadas enormes plantaciones en Bengala. El químico suizo Karl Heumann descubrió que podía sintetizarse a partir de la naftalina, también derivada del alquitrán de la hulla.

El alemán Paul Fiedländer le puso proa al PÚRPURA, el mítico tinte de las togas de los emperadores romanos, para lo cual empleó 12.000 cañaillas, o caracoles marinos más finamente llamados múrice. Extrajo tan solo 2 gramos. Pero tuvo suficiente para poder averiguar que la estructura química era muy parecida a la del índigo. La diferencia está en que en el índigo por oxidación con el aire se produce azul, mientras que en el múrice moléculas de bromo del agua produce púrpura.

Ni que decir tiene que todo el índigo que se utiliza hoy es sintético. Podría ocurrir que el tan admirado color púrpura se pudiera producir masivamente, pero no se hace porque tanto el púrpura imperial como el sintético son colores inestables y palidecen con facilidad, por lo que se recurre a otros rojos más estables e igualmente bellos ¡aunque esto es algo que me gustaría comprobar personalmente!

Ahora se impone una aclaración.

Lo explicaré mal para que se entienda bien (de otro modo no podría hacerlo).

Como es sabido la percepción del color se debe a la reflexión parcial, total o nula de la luz que inciden sobre los objetos, de modo que si objeto refleja toda la luz que recibe se percibe como blanco. Si la absorbe toda se percibe como negro. Si absorbe una parte refleja la que no absorbe, de modo que si rechaza ondas largas se verá rojo, o naranja o amarillo, depende de lo largas que sean, si rechaza las ondas medias se verá verde y rechaza las cortas se verá azul o violeta.

Pero eso ocurre tan solo en la zona llamada "espectro visible" comprendida entre 1/40.000 y 1/70.000 mm. Pero si ocurre fuera de esa zona ¡ni nos enteramos! de modo que veremos de color blanco lo que otros seres podrían ver de otro color ¡algo que es totalmente inimaginable!

O sea, que vemos el efecto de la energía rechazada ¿pero qué pasa con la absorbida? ¿para qué la quieren las sustancias que la absorben? ¡Pues para irse de parranda!

Veamos: los electrones de la órbita más externa de los elementos pueden estar en dos, digamos, subórbitas. Una de tranquilidad y otra de excitación. Es decir que están tranquilos o están excitados. Y estarán tranquilos si carecen de la energía "que les pone", y excitado si disponen de ella. Y si reciben un paquete de energía hacen uso de la que les gusta y rechazan el resto. La energía deseada no es la misma para todos, por eso unos absorben unas y otros otras, y de ahí los lindos colores que tienen las flores en la primavera.

¿Qué pasa con la anilina? Pues que no "le pone" ninguna energía del espectro visible. Si lo hace alguna fuera de esa zona del espectro ni lo sabemos ni lo podemos saber, pero está claro que las energías capaces de excitar le rondan, de modo que por pequeñas alteraciones provocada por reacciones con elementos químicos como una oxidación les meten de lleno en la zona dominada por el ojo humano.

Durante esa segunda mitad del XIX y principios del XX se patentaron una infinidad los colores sintéticos. Entre 1877 y 1914 se distribuyeron solamente en Alemania 10.000 patentes en las que se describen 50.000 colorantes diferentes. En aquella inmensidad pasó desapercibido un rojo rubí producido por la casa Bayer de Leverkusen llamado PRONTOSIL. En realidad camuflado cromáticamente se había colado un poderoso antiséptico, debido al químico Gerhard Domagh quien lo había probado con éxito en ratas y conejos infestados a propósito con estreptococos. Pero por desgracia enfermó gravemente de esa infección una niña hija del propio Domagh, quien aterrado se atrevió a inyectar a su propia hija una dosis masiva de su tinte rojo ¡y la niña sanó!. Con lo que se cumplió el presentimiento de Hofmann al principio de ese proceso:

               "Se me pregunta si estas sustancias pueden ser de alguna utilidad. He de confesar que       con ellas no puede teñirse calicó ni puede curarse ninguna enfermedad conocida. Pero              confío en que con el tiempo lograremos incluso estas cosas"

Porque no solo se desarrolló una extensísima gama cromática artificial sino que además se abrió paso a las sulfamidas, que antes de la aparición de los antibióticos sirvieron para salvar muchas vidas.





sábado, 6 de febrero de 2016

Filogenias.


EL SEXO OCULTO.
Todos vamos, por lo general, con el sexo oculto.
Todos tendremos órganos sexuales ¡digo yo! pero es algo que realmente no sabemos, lo inferimos, pero comprobarlo, lo que se llama comprobarlo, no lo comprobamos más que muy rara vez.
De todos modos los de bellas artes sufrimos menos restricciones que otros, porque los modelos posan en bolas ¿Y por qué en bolas? No sé. Supongo que porque no hay ninguna razón para que posen vestidos.
Son pocas las culturas que airean el sexo. Algunas amazónicas y algunas polinesias. En Nueva Guinea llevan la cola en un cartuchito cónico, y en la Amazonía cogida con una cuerdecilla atada a la cintura.
Somos en realidad como las figuras de la baraja inglesa, que por arriba tienen un rostro y por abajo otro. Solo que en las cartas ambos rostros son iguales y en nosotros no. De modo que en nosotros hay una clara diferencia entre hombres y mujeres en esa fisonomía inferior. Y en el extremo diferencial en unos aparecería una especie de gusano y en otras una especie de almeja. Es decir que por arriba tenemos pinta de lo que somos: vertebrados y por abajo nos parecemos a los invertebrados ¿no? Es de sobra conocida la semejanza entre los mejillones y las vulvas y entre las lombrices y los falos. Hay gusanos como el balanoglassus, ¡que hay que ver! Si no los conocéis, echadle un ojo en Googel ¡Ya veréis!
Parece que los invertebrados son otra cosa ¡pues no! De hecho la estirpe de los mencionados balanoglassus es próxima a la nuestra, ellos son hemicordados y nosotros cordados. Después de todo los vertebrados no son más que una clase de animales que tienen espinazo de vértebras, y como nosotros pertenecemos a ese grupo petulantemente dividimos el reino animal en vertebrados e invertebrados. O sea que en cierto modo los llamados "vertebrados" son una clase dentro de los llamados "invertebrados".
En este país todos vamos documentados por el D N I, en el que hay una foto del extremo superior del cuerpo. Y, desde luego nunca del extremo inferior, sería inútil porque al estar tapada esa parte austral la identificación sería más engorrosa. Pero hagamos un esfuerzo e imaginemos que el retrato en ese documento fuera del extremo inferior del tronco, en vez del extremo superior ¡Tendríamos una pinta de invertebrados como para caerse uno de culo!

jueves, 4 de febrero de 2016

Llevar la contraria.




DIBUJOS DE INGRES.

Estuve viendo la exposición de Ingres del Museo del Prado. Realmente hermosa. Es sin duda un gran pintor y un gran dibujante. Pero me llamó mucho la atención que ninguno de los numerosos dibujos de Ingres allí expuestos estuviera hecho sobre papel ingres. Sería lo propio ¿no?

Eso indica que Ingres es un artista moderno. Arcaizante pero moderno. Porque de ser antiguo lo más probable es que hubiera dibujado sobre papeles de aspecto parecido al papel ingres, porque el papel antiguo es verjurado, como aparentemente  es el papel ingres.

Antiguamente, en Europa desde el siglo X o el XI al XIX, el papel se hacía artesanalmente. En una pila se ponía una especie de papilla fluida formada por agua y molienda de trapos. En ese turbio líquido se introducía y luego se sacaba horizontalmente un tamiz rectangular llamado "forma". Que era un marco de madera que sujetaba una tela metálica formada por alambres de latón en el sentido longitudinal y que transversalmente estaban trabados por cordones de alambre cada dos dedos, más o menos. Sacando de la forma la película de residuos que se había formado y dejándola secar se obtenía una hoja de papel. Como es de esperar la tela metálica de la forma dejaba una huella en el papel obtenido. El papel con esa huella es lo que se conoce como papel verjurado. Que el papel fuera verjurado era poco menos que inevitable.

Otro soporte para dibujar era la vitela, una especie de finísimo pergamino obtenido de la piel de reses no natas. El papel que no fuera verjurado se llama "avitelado" y era un papel ideal y por ello difícilmente obtenible con anterioridad al siglo XIX, cuando se inventó una fina tela metálica de alambres de latón con las que se podía hacer formas con las que producir papel avitelado.

Pero también en el siglo XIX Fourdrinier inventó una máquina para producir papel continuo masivamente. La materia prima ya no es de trapos sino de madera, para lo que se plantan bosques ad hoc Esa máquina era como una especie de churrera gigantesca cuya masa sale por una delgada ranura bastante larga y se deposita en una cinta transportadora. De modo que se producen hojas de anchura y grosor determinados y longitud ilimitada. Ese papel es de natural avitelado.

¿Era industrial el papel avitelado que empleaba Ingres? ¿O tradicional pero hecho mediante formas de fina tela metálica? No lo sé. Aquellas primeras máquina de Fourdrinier fueron contemporáneas de Igres, ergo no hay impedimento cronológico para que Ingres dibujara en el moderno papel industrial.

Todavía se fabrica a mano papel verjurado para estampar y para dibujar cuando el trabajo que se va a realizar lo merece, porque es más caro ¿Es el papel ingres esta clase de papel fabricado con técnicas tan artesanales? Pues no. Es un papel fabricado industrialmente, continuo y luego cortado, pero al que se le ha impresionado ese falso verjurado cuando aún estaba tierno. Según una técnica llamada "gofrado"

En resumidas cuentas, que en la humana condición está gofrado el inconformismo. Cuando lo que se tiene es lo verjurado se quiere lo avitelado, y cuando lo que se tiene es lo avitelado se quiere lo verjurado. Una de dos: o la felicidad es imposible o la felicidad consiste en eso, en practicar la inconformidad.