Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

domingo, 28 de agosto de 2022

Recuerdo afectuoso.


 

MARTÍN MORALES

Me acabo de enterar del fallecimiento de mi querido colega Francisco Martín Morales.

Será toda la ley de vida que se quiera pero lo siento muchísimo.

No tuvimos ocasiones de coincidir durante años por lo que no nos veíamos nunca, pero lo recuerdo con mucho cariño y mucha simpatía de aquella lejana época en la que dibujábamos en La Codorniz en su fase segunda y final (por el momento, que nunca se sabe).

Seguramente una de las últimas veces que nos vimos fue en casa del también dibujante satírico Máximo, igualmente fallecido. Fue una reunión inolvidable con más colegas en la que Martín Morales nos contó una anécdota verdaderamente maravillosa que paso a trasmitir porque, como veréis ¡eso tiene que saberse!

Contó Martín Morales que una vez, en los tiempos de plomo del franquismo, lo querían encarcelar por una sátira suya sobre la Guardia Civil. Algo muy serio. 

Un juez instructor, que sería un mando de la Guardia Civil, lo estuvo interrogando pero  llegó a la conclusión de que la cosa no era para tanto y estuvo apañando su informe de modo poco ortodoxo para que el humorista saliera sin daño del trance.

Pero en el día del juicio el fiscal resultó ser un general de la Guardia Civil que parecía dispuesto a castigar muy duramente al humorista.

En primer lugar le dijo que su declaración en el documento de la instrucción era un total disparate, incoherente y absurdo.

Martín Morales le respondió que su declaración estuvo inducida por el propio Juez Instructor.

En eso el general entró en cólera y le dijo que tal respuesta en sí misma constituía un delito que agravaba su situación, ya de por sí desastrosa.

Y de malas maneras le ordenó que declarara el año y el lugar de su nacimiento.

-Nací en 1946 en la Casa Cuartel de la Guardia Civil de Jaén.

-¡COÓMO! ¿EN LA CASA CUARTEL DE LA GUARDIA CIVIL DE JAÉN?

-¡Sí!

-¡Pero si allí nací yo!

Le respondió el general y continuó.

¡Pero hijo! ¿Cómo es que has hecho esto? Trae, trae...

Cogió la declaración del acta de instrucción y se puso a modificarla en favor del humorista con lo que resultó un bodrio infinitamente más incoherente que el que había salido de manos del Juez Instructor.

Aquello terminó con la total absolución de Martín Morales y con el afectuoso consejo del general de que no se metiera nunca más en esos líos porque ¡"tú no te das cuenta, pero eso es muy peligroso!" y que además "que tengas mucho cuidado con la gente con la que andas".

viernes, 26 de agosto de 2022

Hacer y rehacer.

ARREGLADOR Y PINTOR.

Dice mi nieto Dani, que tiene cinco años cronológicos, y muchos más mentales, que soy arreglador y pintor, por ese orden. Porque ve como arreglo cosas continuamente y también me ve pintar a veces, y, sobre todo, ve cosas que sabe que he pintado.

Pintar no es que me guste. Lo que me gusta es idear. Y de lo ideado tengo curiosidad por verlo real y verdaderamente. No es posible con todo, pero sí algunas veces.

En cambio me gusta arreglar cosas que se han roto y por ello dejan de funcionar.

Me gusta "devolver a la vida" mecanismos que al haberse roto están en el brete de desaparecer o de persistir lesionados y disminuidos.

Ayer mismo cambié ese disco de goma que tienen las cisternas de los inodoros para evitar que se escape el agua del depósito, que con el uso constante y prolongado se hincha y se deforma dejando de cumplir con su misión, digamos. Y en el trance de repararlo rompí el frágil artilugio que lo sustenta. Con lo que lo tuve que arreglar con alambre. Más tarde se rompió por enésima vez la manilla de la puerta del frigorífico (que es el talón de Aquiles de estos aparatos) y, en contra de mi pronóstico, conseguí arreglarlo.

Por lo que pienso que de ser yo mismo un mecanismo más firme y menos blandengue tendría asegurada la eternidad.