En la visita que os conté en el post anterior, Don Alfonso –mi profesor- me regaló una copia dedicada del texto de la conferencia que pronunció en el instituto de Huelva en 1958 acerca del Duque de Frías.
Vate como el de Rivas, coronel laureado en la Guerra de la Independencia, político y diplomático de gran calado, protagonizó un hecho histórico extremadamente interesante que no trascendió seguramente por fallido y que mi maestro desveló en la citada conferencia y que ahora pongo en vuestro conocimiento. Aunque alguien habrá que sepa de ello.
En 1820, anticipándose el Duque de Frías al fin del dominio de la Corona de España en América quiso salvar los muebles. Y en sintonía con el estadista colombiano Francisco Antonio Zea propuso a Fernando VII la Confederación de Estados americanos encabezados por España.
Zea promovía la participación de la gran Colombia, compuesta entonces por Colombia, Venezuela Y Ecuador. Se esperaba la adhesión de las repúblicas de Argentina y Chile que ya eran independientes, así como Perú y Méjico que aún pertenecían a la Corona de España.
Pero el gobierno de Fernando VII rehusó, no queriendo dar por perdido de antemano lo que de todos modos perdería en un par de años. Tal resolución produjo un gran desencanto tanto en Frías como en Zea, que como tantos otros por aquella época tenían el corazón partío.
Desgrana mi maestro en su conferencia toda la interesantísima vida del duque y de paso describe ese siglo apasionante de nuestra historia. Pero tan sólo quiero resaltar lo dicho porque tiene un interés tan grande que no podía menos que dedicarle un post.
Que España mantuviera el liderazgo seguramente era una ilusión irrealizable. Pero no el que tras la independencia, o las independencias, los territorios españoles de América se mantuvieran unidos. Pero el caso es que se desunieron y ninguna confederación o federación de gran tamaño llegó a realizarse nunca. No ocurrió lo mismo con los territorios portugueses. Y eso tiene su efecto, como estamos comprobando en estos días. Y comprobaremos aún más en el futuro.
Por lo que se ve en la cultura española últimamente el gen de los taifas predomina sobre el del califato.