Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

viernes, 28 de diciembre de 2007

¡FELIZ EME, EME, UVE, I, I e I!

Este post de Año Nuevo, que se inicia con este dibujo del Salterio, se lo brindo al público, que con tanto ahinco sigue este Blog, deseándoles un año verdaderamente cojonudo. EN LA COLA DE LA CAJA.



Eran las dos y pico de la tarde del 31 de diciembre de 1991, y estaba en “Al Campo” de la Vaguada para comprar pan, tan sólo, y acababa de llegar a la cola de la primera de las cajas.



Un instante después se aproxima una señora, como de cuarenta años, y pienso –sin el menor fundamento- ¿la conoceré de algo? Es de esas cosas que no tendrían que pasar, pero que pasan. Me quedo mirando, se queda mirando, va y me saluda. Entonces ya estoy seguro de que no la conozco de nada. No obstante pienso: a lo mejor la conozco y no me acuerdo. Como yo estaba en un instituto y por allí pasan muchos profes y se olvida uno, pero es que no tenía cara de profe. No es que se parezcan todos como se parecen los chinos. Hay muchos tipos, pero todos tienen algo en común: no tienen cara de no ser profe, y aquella señora tenía cara de no ser profe. No obstante insistí, y fue mi único derrape cuando dije:


¿Dónde estás ahora?, quería decir que en qué instituto.


¡Pues dónde voy a estar!, donde siempre.


Esa era la ocasión dorada de despejar el error: “Pues mira, parece que me he confundido…” ¡pero no tuve cojones! Aún tuve otra ocasión, cuando se acercó su hija, como de 17 años, a la que le dice su madre:


¡Mira quien está aquí!, ¿no lo conoces?


¡Pues no! contestó la chica.


Eso era ya un punto de inflexión, y me volvieron a faltar arrestos.


Es el hermano de Antonio.


Yo, que no tengo más que una hermana, no me atreví a negar, por lo que asentí ¡Era el momento del no retorno! ¡Y aquella cola no avanzaba nada! De modo que a lo hecho pecho. Ahora el objetivo es mantener la mentira incólume, como si fuera verdad. De modo que me lancé a la aventura. A continuación la madre me pregunta por mi padre que estaba algo pachucho. Yo, que ya hace mucho que no tengo padre, mentí flagrantemente:


Bueno, pues está algo mejor.


Y la cola como la de un caracol. Pero, por otra parte quería salir victorioso del trance, por pura deportividad.


Como el ambiente era cordial y también de intimidad, la hija nos enseñó lo que había comprado: un sujetador y unas bragas de color rojo carmesí. Alabé la rotundidad cromática de aquella lencería y me explicó que era debido a que se recibe al año nuevo con esa ropa interior para tener buena suerte en el nuevo año. Tuve el papo de hacer un chiste malo:


Tendréis buena calefacción.


Hombre, se lleva por dentro.


Luego nos enseñó otras prendas iguales, salvo que eran azul ultramar intenso.
Dije, ya desconfiando de todo:


Pero no son rojos ¿verdad?


No hombre no, es que estaban en el mismo sitio, me gustaron y las compré.


La cola, afortunadamente avanzaba imparable, veía que podía salir indemne de trance. Y mientras yo pagaba la madre me decía:


Pues esta noche vamos a cenar con tu hermano Antonio.


Despidiéndome de ellas, felicitándoles el Año Nuevo, amparado por la impunidad de haber pagado ya y al sentirme libre, aún tuve el cinismo de decirles:


¡Ah! ¡Dadle recuerdos a mi hermano!




domingo, 23 de diciembre de 2007

Feliz Navidad.

Este post, que se inicia con este dibujo del Salterio, se lo dedico a mis queridos padres que amueblan lujosamente mi memoria. FELIZ NAVIDAD,
EN TIEMPOS NORMALES.

Queridos amigos seguidores de este blog, que sois muchos. Aunque tan discretos, por lo poco que os manifestáis, que casi no os siento:


¡¡¡MUCHAS FELICIDADES!!!


Lo de las felicidades no va de broma, porque se puede padecer una infelicidad crónica como la de la historia verdadera que os cuento a continuación.

Durante toda la parte de mi vida que pasé en mi primera casa, en la de mis padres, en el fondo del aparador estaba una botella, de “Viña AB” que es un jerez amontillado que ya no se produce.

Era como si aquella botella tuviera un fantasma dentro. La veía a veces buscando otras botellas y sobre todo era muy visible cuando se removían muebles y trastos cuando hacían limpieza general, o pintaban las paredes, o había obras, o en una mudanza que tuvimos. Y siempre con el temor a que se rompiera, porque tenía una cierta magia al ser sagrada su supervivencia. De haberse roto, se habría disgustado mucho mi padre.

La simbología, casi sagrada de aquella botella se debe a que en la primera casa de mi padre, la de mis abuelos, sobró esa botella de las Navidades del treinta y seis y quedó sin abrir. Fueron tan dramáticos los acontecimientos que se sucedieron, como todo el mundo sabe, que no le apeteció a nadie abrirla y beberse ese vino. Cuando se casaron mis padres la botella recaló en el nuevo hogar llegando a convertirse en un objeto misterioso y omnipresente.

Decía mi padre que esa botella no se abriría hasta que LLEGARAN LOS TIEMPOS NORMALES y allí seguía virginal durante 40 años. Llegado los ansiados tiempos normales pero no nos apresuráramos a abrirla. Todo ese tiempo había pasado para bien y para mal. Y mi padre ya estaba mayor y con la salud delicada. Una vez en que estábamos todos reunidos propuso mi madre que la abriéramos, porque le producía horror que ese objeto simbólico, pudiera sobrevivir a su marido.

Se abrió aquella botella, el vino estaba horroroso, pero eso no fue inconveniente para celebrar que ya estábamos viviendo tiempos normales. Como ahora. Por eso termino como empecé:


FELIZ NAVIDAD,
EN TIEMPOS NORMALES.



Esta foto es del belén que les hice a Nico y a Jorge.

lunes, 17 de diciembre de 2007

El software humano.

Este post precedido por una secuencia clásica del Salterio se lo dedico a Isabel y a Ana que son las niñas de mis ojos.


LO MÁS BENTÓNICO DEL ALMA.

El alma es, como el océano, una profundidad que en el fondo es oscura.

Uno va flotando en su superficie y todo es de una claridad meridiana. Abre uno bien los ojos, mira y todo lo ve clarísimo, y si es de noche enciende la luz, o aprovecha para irse a dormir.

Si se cierran los ojos se hace de noche, aunque se ven tenues lucecillas imprecisas y móviles. Pero se puede pensar. Y se piensa con palabras, que son oscuras representaciones de la realidad. Estas palabras no tienen por qué sonar. Pero evocan la realidad oscuramente. Cierro los ojos y pienso”ábol”. No veo un árbol, pero casi. He buceado un poco en el alma, he alcanzado una oscuridad relativa, pero tengo un árbol. Árbol que reconozco si al abrir los ojos estoy delante de uno. También puedo visualizar un árbol, más o menos, dibujándolo en un papel ¿Qué es dibujar un árbol de memoria? Es bucear y atrapar un árbol en las oscuras profundidades del alma, sacarlo misteriosamente, y dejarlo a la vista de todo el mundo sobre un papel, como el que saca un pez del mar y lo deja en el suelo.

Hay algo que es parecido pero mucho más misterioso. Algo que es frecuente cuando se tiene cierta edad. Si no se acuerda uno de algo, de un nombre, por ejemplo, mete la mano en la oscuridad del alma, empieza a manotear, a palparlo todo, tropieza con algo lo saca ¡ya está! ¡Teodoro! ¡No me acordaba, pero aquí está!

¡¡Es cojonudo!! pero hay algo aún más cojonudo. Es si sale Doroteo en vez Teodoro que es lo que tendría que salir ¡¡¡Pero qué pasa!!!¿Es que están en la oscuridad del alma las ideas clasificadas de más a menos semejantes?

Vosotros que estáis leyendo esto, al leerlo van reflotando estas peregrinas ideas de la oscura profundidad de vuestras almas debido a que las estoy evocando. Pero yo, que también lo estoy leyendo según lo escribo ¿de dónde coño salen? Pues del fondo abarrotado de ideas que hay en el alma. Que son invisibles porque allí reina la más absoluta oscuridad. Si se pudieran iluminar como en el océano se hace con batiscafos ¡sería la ostia!




martes, 11 de diciembre de 2007

El peligro vegetal.



Este post, que está precedido por un clásico del Salterio, se lo dedico a Marta con quien he celebrado en estos días un tiempito respetable de feliz convivencia. EN EL REINO VEGETAL HAY MUCHO HIJO DE PUTA.



Este post viene un pelín retrasado porque me fui de puente, más que con toda la familia, con toda la tribu, y a la vuelta algunas urgencias me han impedido ser puntual en algo tan esencial.

Nos fuimos a Pozancos, cerca de Sigüenza, y los paseos por la naturaleza, por el reino vegetal, sobre todo por la Hoz del río Dulce, me evocaron recuerdos, y estos reflexiones que expreso a continuación.

Se que hoy en día resulta políticamente incorrecto criticar a los desvalidos. Y así son -respecto a la motilidad- los vegetales, sobre todo en relación con los animales. Principalmente los terreros y algunos acuáticos. Aunque una parte de los que viven en los océanos están, como los vegetales, sujetos al suelo.

Todos estos seres enraizados están por ello a merced del común de los animales, que campan por sus respetos. Y se piensa:¡pobres vegetales, abandonados a la suerte de la depredadora zoología!

Bueno, pues en muchos casos de pobres ¡nada! Porque tienen la mala leche, la mala savia, propia de muchos tullidos que siempre andan medrando y tratando de sacar ventaja de su desgracia.

El ejemplo más claro es el de los árboles ¿Qué es un árbol? Pues una mata encaramada en lo alto de un tronco ¿Para qué? Pues para atrapar la luz del sol arrebatándosela a las otras matas que no han podido desarrollar un podio. Y entre todos los encaramados pugnan por alcanzar la mayor ventaja posible hasta alcanzar la mayor altura que la gravedad permite a una columna de agua. Porque de no ser así seguirían creciendo indefinidamente.

Otros, como las lianas y bejucos se enroscan en los troncos para alcanzar las copas, careciendo del maderamen necesario llegan a estrangular a sus huéspedes. Son los famosos matapalos que consiguen a veces entretejer un tubo con el que logran permanecer en pie y prescindir de su tutor que muere, se pudre y desaparece.

Pero no sólo compiten los vegetales entre ellos, sino también con los animales, desarrollando espinas para defender su territorio. Y también venenos que los ponen a salvo de sus móviles enemigos de la zoosfera. Del mismo modo proceden los animales marinos que viven fondeados, como los corales y las ascidias. De hecho Celtia tiene mucho éxito desarrollando poderosos medicamentos basados en las secreciones de estos últimos animales cuyas colonias tienen el inocente aspecto de racimos de uvas.

Habréis notado un fondo de odio en lo que os digo, un resentimiento. A pesar de lo placentero del viaje a las orillas del río Dulce en Peregrina realizado recientemente, me ha recordado una experiencia terrible, la vivida hace unos años en La Pedriza.

Fuimos de excursión al Yelmo y me perdí. No encontraba el Yelmo, ni a mi hija Ana, que era muy pequeña ¡y se llevó un gran disgusto!, ni al resto de los expedicionarios. Me dije ¿y ahora qué hago? Y vi un pequeño río, que supongo sería el Manzanares, que bajaba empinado hasta llegar al pueblo Manzanares el Real y desembocar en el embalse de Santillana. Se veía allá abajo algo parecido a un espejito rectangular que resultó ser el techo metálico de un edificio de la compañía del Canal de Isabel II.

El plan de salvamento era clarísimo: vadear el río y llegar al pueblo y allí llamar por teléfono o coger un autobús ¡Pero no contaba con las zarzas!

Según bajaba iba recibiendo arañazos de esa maraña. Y desgarrones, pinchazos y cortes de aquellas matas agresivas que defendían un territorio que yo no pretendía invadir ¡sólo pasar!

No recibí daño de ningún animal. Ningún insecto o arácnido me agredió, ni vertebrado. De ningún alacrán, ni araña, avispa, serpiente o alimaña recibí daño alguno. Pero aquellas zarzas me dejaron hecho un Ecce Homo. Parecía el Cristo de Grunewald, lleno de laceraciones, espinas, totalmente magullado y ensangrentado.

Por eso a las zarzas del río Dulce las miré con mucho respeto, y a pesar de no recibir más que algún leve arañazo de aviso, alerté a los otros: ”¡Cuidado! que cuando estas jaritas se ponen en plan hijas de puta…hay que temerles.”

sábado, 1 de diciembre de 2007

Una histoia terrorífica.

Este post, que se inicia con este dibujo del Salterio, se lo dedico a Rubensan con quien estoy en deuda por ¡cómo anima el cotarro!
LOLA Y LA TEJA.



Cuando yo era un niño había algunos curas de mucho calado. Aún no había obispo en Huelva, dependía de Sevilla, donde reinaba el Cardenal Segura, que en uno de sus viajes pastorales se trasladó en un coche verde. Vehículo que mereció el nombre de “aceituna”, debido a su color y que llevaba el hueso dentro.

Al no haber un jerarca eclesiástico local, honor que caería más tarde sobre Don Pedro Cantero Cuadrado, apodado “el adoquín”, la autoridad quedaba repartida entre los que por su carácter más lo merecían como Don Julio, párroco de San Pedro, cuyo poderío se manifestaba en sus cejas ¡enormes matas de pelo que como dos zarzas cobijaban sus ojos aquilinos! y Don Antonio, dueño de la teja que protagoniza nuestra historia.

Don Antonio era un cura de leyenda. Me contaron que era capellán de la cárcel y que al tener que andar solo por aquellos oscuros y remotos parajes llevaba para protegerse un bastón estoque, que nunca tuvo que desenvainar…Se contaban leyendas de este cura, como que era padre, literalmente, de dos hijos. Uno pío y otro impío. El primero concordaba con el oficio de su progenitor y el otro con su tronío. Dicen que un día se cruzaron los dos por la calle y el impío saludó al otro con voz sonora: “¡Hola hermano!” El aludido, azorado, negó tal parentesco y dijo “¡No soy tu hermano!”, con lo que el otro armándose de una lógica aplastante argumentó: “¡Cómo que no! si tu y yo somos hijos de Don Antonio el cura ¿cómo no vamos a ser hermanos?”. No sabía dónde meterse, ya que el lance había llamado la atención de algunos viandantes, y ¡nunca más se atrevió a negar sus lazos fraternos!

A Don Antonio lo conocí en casa de Curro que era mi vecino de abajo. Tendría yo seis o siete años y frecuentaba mucho esa casa. Curro era un hombre distinguido que se reunía con amigos en su salón comedor y hacían tertulia. Era una sala más pequeña que grande a la que se entraba por el extremo de uno de los lados mayores, y en este mismo lado había una ventana que daba a un pequeño patio por la que entraba una luz muy escasa. En la pared de enfrente había un aparador con diverso adornos. A fondo a la derecha estaba la puerta de la cocina, y frente por frente, al entrar a la izquierda, una extraña ventana interior que daba a una oscura alcoba, mal iluminada por la pobre luz que le llegaba del comedor.

Habría cuatro o cinco contertulios. Delante de la ventana del patinillo se sentaba Curro ante de la mesa del comedor. Delante de la ventana interior se sentaba Don Antonio, que dejaba la teja sobre el alfeizar, inmediatamente detrás de él. Los otros dos o tres contertulios se distribuían como querían.

El Concilio Vaticano II terminó con tantas cosas…entre las que destacaría las tejas como las de Don Antonio. Ese sombrero-saturno no esa de fieltro liso, sino de peluche, cepillado en un sentido, resultando una superficie mullida, negra y brillante que me producía una fascinación hipnótica…

Aún tengo que referirme a otro personaje, a Lola. Os la podréis imaginar perfectamente porque Lola Gaos era el vivo retrato de la Lola de esta historia. Delgada como ella, sarmentosa, vestida de negro, con un moño o rodete que le salía de la nuca. Lola salía y entraba por la puerta de la cocina como una sombra, y nadie reparaba en ella. Aquellos hombres charlaban risueños y yo andaba por allí, sentado o correteando por aquella habitación.

En una de estas salidas de Lola, atraviesa todo el comedor, sale, entra en la habitación contigua, se sitúa detrás de la ventana interior y por tanto de Don Antonio, coge la teja, se la encasqueta en la cabeza y empieza a gesticular con sus larguísimos brazos como los molinos de Don Quijote ¡a dos centímetros de Don Antonio! ¡¡creí morir!! ¡¡¡estaba aterrado!!! Y todos seguían charlando tan tranquilamente, disimulando prodigiosamente y supongo que ahogados por la risa. El único que no se enteraba era Don Antonio, pero los demás no hacía nada que pudiera delatar a Lola, puede que rieran con más entusiasmo el ingenio del cura, y por ello él se sintiera más alagado.

Pero lo que percibí en aquella ocasión fue el sabor metálico e inconfundible del pánico.

sábado, 24 de noviembre de 2007

¡Lo genuino siempre es glorioso!

Este post que se inicia con el correspondiente dibujo del Salterio se lo dedico a Elsa, por cuyas venas corre sangre de Paris.Americanos en Paris.

No se que habrá sido de mi amigo Adams, al que le calculo unos 85 años. Confío que siga en Filadelfia restaurando arte antiguo.

Hace casi 35 años que no nos vemos. Fue quien nos avaló para que nos contrataran en la Universidad Católica de Puerto Rico de la que era profesor visitante, siendo catedrático de la de Temple en Filadelfia. Su mujer María es puertorriqueña, como la de la película. Una vez, en Puerto Rico estaban en una conversación viendo cómo mejorar la tumba de su suegro y nos aclaró “Es que mi suegro es muerto”. Le dijimos que se dice: “está muerto”. Pero a él le habían dicho que se emplea ser para expresar lo definitivo y estar para lo circunstancial, por lo que resaltó: “¡Pues está muy muerto!”

No me he podido resistir a contar esto, pero lo que quería contar es otra cosa, una historia verdadera que le ocurrió a unos amigos suyos, también americanos y no se si profesores o no, pero gente acomodada.

Se trataba de dos matrimonios que fueron a Paris de vacaciones. Llegaron ya casi de noche, se instalaron en un buen hotel en las inmediaciones de La Madelain. Los hombres cansados por el largo viaje se dispusieron a retirarse a descansar sin contar con que sus mujeres impacientes no podían resistirse a salir inmediatamente a dar un garbeo. Los maridos se resistieron férreamente, y ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo resolvieron que ellos se irían a dormir y ellas saldrían de paseo. Y así lo hicieron.

De madrugada suenan los teléfonos de las habitaciones ¡una emergencia! Bajan a recepción ¡¿qué pasa?! ¿detenidas? ¿cómo que detenidas? ¡que están detenidas en la comisaría! ¡que vayan inmediatamente!

Salen corriendo, llegan y se encuentran con una algarabía terrible: los policías, sus esposas vociferantes y unas mujeres con pinta sospechosa que también gritaban. Pero ¡qué ha pasado! Les dicen los policías que estaban ejerciendo ilegalmente la prostitución en las inmediaciones de la Place de la Concorde y la de La Madelain.

¡¡Cómo van a ejercer la prostitución si no son putas!! ¡¡¡Se han confundido ustedes!!!

¡Eso lo dirá usted! ¡demuéstrelo!

¡Pero cómo lo vamos a demostrar!

Fue imposible que nadie entrara en razón, por lo que los americanos haciendo gala del pragmatismo que los caracteriza se avinieron a pagar la multa que correspondiera.

¿Cuánto hay que pagar? ¿Cómo 1000 $ cada una? ¡De ninguna manera! ¡¡Eso es demasiado!!

Pues es lo que corresponde… le dice el poli.

¡¿Y estas también van a pagar 1000 $?!

No, estas no, estas sólo 100.

Y ¿por qué 100?

Porque tienen carné.

Carné ¿de qué?

Pues de qué va a ser, de putas, con el que ejercen la prostitución legalmente.

Y ¿cuánto vale ese carné?

10 francos.

Y ¿dónde se secan esos carnés?

En la policía.

Pero ¿dónde?

Aquí mismo.

¡Ah sí?

Tras unos rápidos cálculos mentales dice el americano.

¡Pues que les hagan unos!

¡¡Cómo?? Dice asombrado el policía. ¡¡¿¿ Que quieren que a sus esposas les hagan carnes de putas??!!

¡¡Hombre, ya me dirá!! doscientos y pico dólares en vez de dos mil ¡Habría que estar locos para hacer otra cosa!!

Los polis asombrados extendieron los documentos y cobraron el importe de la gestión y de las multas.

A continuación se fueron los cuatro al hotel, tan tranquilos, a descansar por fin.

Nos dijo Adams que cada uno de los dos matrimonios tienen un rancho en Norte América y que en ambas mansiones tienen en la pared un cuadro que es el carné enmarcado, con los que se acredita que la dueña de la casa ES PUTA DE PARIS ¡y de la Madelaine! no de Pigalle, que tampoco hubiera estado mal.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Historias de las Islas Afortunadas.

Este post que se inicia con este dibujo del Salterio se lo dedico a mi amigo Inoldo. PROTA Y TESTIGO.



Inoldo es un amigo de postín que cuenta historias fantásticas y muy graciosas de las que ha sido testigo o protagonista. A continuación voy a contar una de cada clase.

Nuestro amigo es canario de la isla de La Palma, médico puericultor ha desarrollado su carrera en Madrid y ahora vive su jubilación en Altea, aunque viene a Madrid de vez en cuando.

Muchas de sus historias son de su pueblo natal Tasacorte, en donde su padre tenía una destilería de licor de café y una hermosa casa en la plaza principal. Militó un tiempo en el PCE a pesar de que no ser el prototipo del comunista visceral era y es un hombre de izquierdas. El caso es que en una ocasión en que viajó a su pueblo para disfrutar de su familia, sus paisanos comunistas le invitaron a “dar una charla” dado que su pedigrí era inmejorable: médico, comunista y residente en la capital de España ¡casi nada! Total, que creyendo que se trataba de una tertulia entre amigos y correligionarios en petit comité accedió por no desairarlos. Le preguntaron que de qué hablaría, dijo que de eurocomunismo, que en aquella época estaba de moda.

A la mañana siguiente le despertó su padre
¡Inoldo, Inoldo!
¿Qué pasa?
¿Has visto cómo está la plaza?
¿Qué plaza? ¡no se!
¡Pues mira por el balcón!

Y ve toda la plaza llena de banderas rojas y republicanas, y un coche con altavoces atronándolo todo con el anuncio el mitin del camarada Inoldo del Comité Central del Partido Comunista de España.

¡Pero qué comité ni qué coño!

Aquello ya no tenía arreglo, y lamentaba el no haber leído el libro de Eurocomunismo de Carrillo que andaba rodando por su casa...

¡A ver que carajo digo yo ahora!

Llegó, como llegarían los cristianos al circo romano, a una sala enorme abarrotada de público ardoroso que lo vitoreaba ondeando las banderas rojas y republicanas. Aquello no podía ser…por otra parte las obviedades que se le ocurrían no eran del agrado de aquellos baqueteados comunistas. Era inevitable que aquello languideciera como preludio del desastre, pero en esos críticos momentos el orador invocaba la figura “satánica” de Fraga. ¡Santa palabra! El público reaccionaba a su favor. Y así, entre invocación e invocación al “malvado” pudo acabar la fiesta en paz. Supongo que aquel lance provocaría en mi amigo una secreta simpatía por Don Manuel.

De la otra historia fue testigo en la Plaza del Príncipe de Santa Cruz de Tenerife. En esa enorme plaza con kiosco de música y bancos, sombreada por el día por enormes árboles de goma, se reunían en la tibia noche tinerfeña un grupo de “matientos”, es decir fumadores de marihuana, que risueños se entregaban a su afición. Junto a ellos pasó un petudo, un jorobado, concretamente el masajista del equipo local de fútbol que plácidamente iba cantando un bolero:


Tiene muchas más historias como la de los saltos que daba el gato de la dueña de la pensión cuando se quedaban toda la noche a estudiar y a uno de ellos se le ocurrió darle una anfeta…O cuando el dueño fue a buscar infructuosamente “el” traje para ir a una boda, porque se lo habían empeñado… eran otros tiempos.

domingo, 11 de noviembre de 2007

Hoy me meto en otro charco.

Con el correspondiente dibujo del Salterio este post está dedicado a Carmen Peire y a Ignacio Marina que nos invitaron ayer a una sesión de cine doméstico fuera lo corriente. NO CAERÁ ESA BREVA.

Alguien prometió que los dogmas era cosa del pasado y que nada de doctores tiene la iglesia…Pero como doctores tiene la ciencia aparece una nueva dogmática, uno de cuyos dogmas es “el cambio climático”. Porque si no somos buenos habrá cambio climático, y todos iremos al infierno porque este mundo será un infierno.

¡Habrá cambio climático tanto si somos buenos como si somos malos! Lo hubo antes que apareciera el hombre sobre la faz de la tierra y lo habrá mientras permanezca, si permanece lo suficiente, y cuando desaparezca. Cambio climático, es decir de la atmósfera. Pero también habrá cambio en la hidrosfera, en la litosfera ¡y hasta en la blogosfera!

Aunque sea por mero inductivismo se puede estar más que seguro de que el clima va a cambiar ¡seguro! Y las líneas costeras ¡¡seguro!! si no paran las emisiones de anhídrido carbónico o si paran ¡todos se va a poner patas arriba! Ergo el clima cambiará seguro aunque probablemente no notaremos que está cambiando, porque será a muy largo plazo respecto a la duración de la vida de cada uno de los humanos.

Continuamente nos dan la tabarra con que es EVIDENTE el cambio climático. Pues hombre, evidente no. Salvo que uno ve evidencias en lo que quiere. La imagen del iceberg desmoronándose que la he visto ya veinte veces no constituye una evidencia, como no la constituyó el famoso cormorán chorreando petróleo en la primera guerra del golfo. Lo evidente es que se quiere forzar un cambio en el estado de opinión. Puede que el planeta se esté calentando a marcha forzada, pero no creo que sea evidente.

Que los humanos somos unos guarros está más allá de toda duda. Que tirar tanta mierda a la atmósfera es una guarrería es una verdad incuestionable, que eso no puede ser bueno y que poblaciones que sufren directamente ese deterioro es más que probable que está padeciendo AHORA terribles enfermedades como el cáncer y afecciones respiratorias o cardiacas. Que por ello lo suyo sería decelerar ese proceso ¡qué duda cabe! Que a lo mejor contribuye al calentamiento global ¡puede ser! pero ni es evidente, ni es seguro.

Aparte del deseo prudente de ser precavidos para que no lo envenenen a uno, el actual estado de opinión indica que nos hemos vuelto de un conservador alucinante. Que lo sea la derecha ¡es lo suyo! Que lo sea la izquierda me sorprende más. Se acabó el progreso, el progresismo y el progresar. Antes en el futuro estaba la esperanza. Hoy el futuro es incierto y amenazante ¡Virgencita que me quede como estoy!

Dicen que vamos a un planeta tropical ¡no caerá esa breva! Que los países gélidos se volverán cálidos ¿y eso es una putada? ¡pues no lo será para los que ahora viven allí tiritando! Que si países como Holanda quedarán inundados ¡pues medio inundados estaban antes de hacer todos esos diques! Aparte de eso que emigre la población a los parajes de dulce clima que hoy están helados. Que desaparecerán la costa brava, la costa blanca y todas las playas, pues quedarán en algún sitio ¡digo yo! A lo mejor podrán decir con fundamento: “vaya, vaya en Madrid si hay playa”. No sería la primera vez, ya que en Madrid, en el territorio que hoy ocupa Madrid, hubo playas hace cien millones de años, en el cretácico medio-superior. Claro que los madrileños de la época eran los dinosaurios y los siguientes ¡a saber lo qué serán!

Me diréis: ¡eres un cabrón! Y yo os respondo: ¡¡pero si yo no tengo la culpa!! Yo contamino poco. No es por conciencia ecologista es que soy un poco rata, gasto poco y contamino poco ¡pero los años que pasé en Puerto Rico fueron tan divinos! Que la sola idea de vivir una cosa así sin salir de casa me cautiva…

Todo lo que digo va de coña ¡pero es verdad!, pero hay una cosa que no va de coña ¡que es muy seria! ¿Qué hay por debajo de toda esta propaganda? Hay un silogismo:

PREMISAS:

1ª Con tanto derroche económico vamos a la ruina.
2ª Tenemos que parar este derroche y apretarnos el cinturón para sobrevivir, además los chinos y los indios están en mismo plan y son más que nosotros.
3ª ¡¡Nadie se va a apretar el cinturón!!

CONCLUSIÓN:

¡Una solución quiero! Las energías alternativas, pero están por encima del 5% y por debajo del 10% del total de energía producida y no se puede esperar de ellas mucho más.

¡¡¡Pues las centrales nucleares!!! Porque así podremos seguir viviendo a todo tren sin producir el efecto invernadero.

Y ahí está la madre del cordero. Hay desatada una terrible campaña de prensa para modificar la opinión de la gente que no quiere aceptar, así la mate, esta clase de energía, porque sabe que las centrales nucleares son peligrosas como lo es la obtención y concentración de uranio radioactivo y que los residuos horriblemente contaminantes se acumularan amenazantes de modo exponencial. Y la única manera de no tener residuos es no producirlos.

A ver quién gana esta partida, los que quieren ser cada vez más ricos a nuestra costa o nosotros, pero andan erre que erre comiéndonos el coco con cosas que nos suenan bien, para que en las primeras de cambio nos la claven doblada.

La de arriba es la imagen actual de la Tierra y la otra la que se supone que tendrá dentro de 50 millones de años.

domingo, 4 de noviembre de 2007

Se que hoy me meto en un jardín.

Este post, que se inicia con este dibujo del Salterio, se lo dedico a mi amiga Carmen por obligación y sobre todo por devoción.





IGUALDAD DE GÉNERO.



Parece obligado que para lograr una igualdad hubiera que pasar necersariamente por una desigualdad de distinto signo, algo parecido a lo que dicen los comunistas-marxistas-leninistas: “para lograr la democracia hay que pasar por la dictadura del proletariado”. Pues yo no lo veo así, para lograr la democracia se busca directamente, sin hacer transbordo en ningún sitio y para lograr la igualdad de género se evitan todas las diferencias que sean posibles, y las léxicas las primeras, porque son, si se quiere, muy posibles.

Continuamente pasa que con la mejor intención se hace justo lo contrario de lo deseado, por ejemplo: tengo una amiga de la que se dice que es GERENTA, será gerente. Su predecesor era gerente, no gerento. Supongo que ese tic es debido al ansia, justa –por supuesto- de igualdad entre los géneros. Es decir igualdad entre mujeres y hombres, frase sincopada que más completa sería: “igualdad de derechos, obligaciones y de trato entre mujeres y hombres”.

No es que tengamos que ser iguales, pertenecientes a un único sexo, con idénticos atributos sexuales externos e internos para todo el mundo ¡no se trata de eso! Sino Igualdad de trato, de derechos ¡y denominación de la profesión ejercida! que es reflejo de esa igualdad, siempre que sea posible y oportuno. Como hombres y mujeres ejercemos del mismo modo cualquier profesión, es inoportuno indicar con el nombre de tal profesión si quien la ejerce es hombre o mujer. Todo lo más con el artículo: la gerente, el gerente.

Existe otra estrategia, la de “feminizar” el nombre de la profesión cuando quien la desempeña es una mujer, para que se note a la legua el mérito de tal mujer, y de que hay muchas mujeres con méritos para desempeñar un trabajo importante como el de jefe, gobernador o presidente ¡No hay que decir jefa, ni gobernadora, ni presidenta, por lo menos hasta que se diga jefo, gobernadoro y presidento! La estrategia de designar femeninamente a las profesiones tiene sus partidarios, entre los que no me encuadro. Soy partidario de la igualdad literal ya, aquí y ahora.

Porque igual es lo que es igual, no lo que es distinto. La igualdad no se establece, se restablece. Puesto que en lo profesional no hay diferencia entre hombres y mujeres, no hay que andar alertando con denominaciones discriminadoras. De modo que si hay una palabra ambigua, como es gerente, decir gerenta es establecer desigualdad donde había igualdad. O sea, es ir en contra del deseo inicial ¿o no?

Hay muchas palabras que se adecuan al fin perseguido, como pianista, ebanista, modelo, policía, agente, concejal, edil, alcalde, ¿por qué alcaldesa? Alcaldesa era la mujer del alcalde, que no era alcalde, si se dice alcaldesa el correspondiente masculino será alcaldo o alcaldeso. Tampoco habría que decir tenienta, porque no se dice teniento, está bien teniente para chica y chico, y comandante, y coronel, y general. O electricista, o modista. (Respecto a este concepto hay un palabro antiguo: modisto, por aquello de desmarcarse de una presunción de afeminamiento). En la prensa se dice ahora jueza, horrible palabra ¡que nos están pegando a todos! si se aplica la sencilla regla, como no se dice juezo, es mejor decir juez a mujeres y hombres con tal profesión. Y menos mal que aún se dice fiscal, tanto si es hombre como si es mujer, será porque fiscala suena de pena, a mi jueza me suena parecido. Hay otras muchas palabras aplicables indistintamente a hombres y mujeres como estudiante, docente, caminante, paseante.

Pienso que el igualitarismo en este terreno consiste en utilizar las palabras que ya existan para designar a profesionales de ambos géneros. Ya hay muchas, antes dije unas pocas y hay muchas más como artista, novelista, socialista, comunista, facha, oficinista o carterista, tan sólo hay que usarlas. Pero habiendo una palabra como poeta que termina en a se dice poetisa ¿Por qué a los vates no se les llama poetisos o poetos?

No creo que sea oportuno “feminizar” los nombres de profesión que sean neutros, sino neutralizar los que indiquen género inventando palabros igualitaristas. Pongo algunos ejemplos: ARQUITECTISTA, APAREJISTA, INGENIERISTA, FOTOGRAFISTA, PINTARISTA, ESCULPISTA, ESCRITISTA, MUSIQUISTA, BARRENDERISTA, BASURISTA o TENDISTA en vez de tendero y tendera

Diréis…es que no se pueden inventar palabras… ¡hombre!, ¿es que no se están inventado palabrajas todos los días que están arrinconado el léxico prudente? Hay que inventarlas, pero bien. De modo que os invito, aparte de discutir el tema, a proponer palabras que configuren un léxico integrador, justo y que no provoque que nos llevemos las tías y los tíos como los perros y los gatos. ¡Llevémoslos como se llevan las ovejas con sus parejas! ¡Joder!

viernes, 26 de octubre de 2007

Muerto el burro...

Le dedico a Claude este post que se inicia con un dibujo del Salterio y otro de los que hago para no bostezar y mantener la concentración en las reuniones hipercoñazas. Precisamente el Salterio se hizo con los dibujos que hice en una libreta que mi amigo Micheli me regaló en Puerto Rico hace más de 35 años para que no perdiera los dibujos que hacía en las soporíferas reuniones a las que me referí antes.




PARTICIPAR, JUGAR Y GANAR O PERDER.




Decía un colega, parafraseando al varón de Coubertain, que lo importante es participar pero lo bueno es ganar.

Lo verdaderamente importante no es lo uno ni lo otro, sino jugar. Como se disfruta es jugando, lo que da gusto es jugar. Ganar es la orientación del juego, lo que le da sentido. Se juega para ganar, no para perder. Si se pierde se jode uno, y si se gana se siente una gran satisfacción, pero es instantánea, porque nada más ganar el encanto se esfuma, se acabó lo que se daba.

Bien es verdad que nada más terminar el juego comienza otro juego distinto, el que se ve tras concluir una final, que al que perdió se le entrega una medallita de plata y una copilla, maqueta de la que le dan al ganador. Recibe ese segundo premio compungido y humillado. Cañizares una vez tiró la medalla el suelo enfadado al haber perdido el Valencia la final. El subcampeón en seguida queda apartado, y al campeón le dan una copa de tamaño natural, la medalla de oro y lo aclaman enfebrecidos. Se van a bañarse a Cibeles o a ofrecerle la copa a la moreneta. Los partidarios se entusiasman, gritan, como si hubieran hecho algo, cantan, vociferan, tocan las bocinas, flamean banderas.

Desde mi punto de vista ese es un juego tonto, donde no se juega nada, una colosal gilipollez ¡jugar de verdad, jugándose algo, es lo que importa!, cuando se acabó el juego se acabó todo. Y el único remedio es empezar otro juego distinto. En atletismo suele ser diferente, porque se ponen contentos hasta los que no se suben al cajón si han mejorado su propia marca o quedan mejor colocados para el siguiente juego. Ya digo, reemprender el juego es lo único que tiene gracia cuando un juego terminó. Duchar a la gente con champán tiene gracia, pero menos.

En el fondo, el final de un juego siempre es una birria. Recuerdo una noticia de unos policías mejicanos que habían jugado a la ruleta rusa dentro de un coche en el que yacería muerto uno de ellos, como dormido, con la cabeza ensangrentada. Le preguntan a uno de los jugadores supervivientes que cómo había podido ocurrir una cosa así, a lo que contestó “le tocaba a él”.







domingo, 21 de octubre de 2007

Restauración a fondo.

Este larguísimo (obligado por las circunstancias) post, precedido por el dibujo del Salterio de hoy, se lo dedico a Mateo. A ver como se apañan sus papás y sus abuelitos para descifrárselo.
PONENCIA


Me han invitado al restaurante Nacha en el Olivar, provincia de Guadalajara, a comer y a disertar el último viernes de Octubre. Se trata de una de las reuniones que se celebran en torno a una mesa los últimos viernes de cada mes, en las que un ponente habla de lo que sea un rato, luego se come y se comenta el tema para terminar hablando de política ya muy avanzada la madrugada. Todo esto disfrutando de la cena con la que se esmera Dani, con lo que se asegura que por pelmazo que sea el ponente, nadie se va de vacío.

Tiene un algo de comunión diabólica al ser el último y no el primer viernes de mes, porque recuerdo de jovencillo que si se comulgaba los primeros viernes, no recuerdo cuántos, quedaba garantizado el cielo ¿garantizarán aquí el infierno? yo por si acaso voy a ir. Creo que también tiene un puntillo clandestino y lujoso como corresponde al modo de ser de sus habituales.

A mi me han dicho que hable de Arte Contemporáneo, para desafiar el aserto de que nunca segundas partes fueron buenas, ya que en la última reunión se habló del tema y ahora se quería el testimonio de un artista. Así que voy a declarar. Pero como a mí lo que más me gusta es jugar con las cartas boca arriba voy a adelantar aquí el discurso, con una triple finalidad: 1º facilitar a la audiencia el guión de la intervención, 2º no reducir a tan sólo una docena más o menos larga el placer de discutir el tema y 3º extender esta tertulia por el universo mundo. Bien es verdad que no es lo mismo, sobre todo porque falta el crear de Dani. Pero si alguien quiere no perderse nada que se acerque al Olivar que le abrimos el corro.

Antes de intentar saber qué es el arte contemporáneo, tendremos que saber qué es el arte.

Y ¿qué es?

Recurramos a una autoridad, a Marcel Duchamp: “Arte es lo que los artistas dicen que es arte” respuesta discutible pero que aclara muchas cosas. Antes había leído a Marvin Harris que “química es lo que la comunidad de los químicos determina que es química”

Determinemos ahora qué es arte contemporáneo, en oposición a arte antiguo y a arte moderno.

Arte contemporáneo es el que se hace hoy pero desplegando grandes novedades. Arte antiguo es el que se ha conservado de los antiguos y arte moderno es el que pareciendo un poco anticuado se hace hoy o hace poco.

Pero yo no estoy de acuerdo, porque creo que no es posible más arte que el contemporáneo, puesto que todo arte se hace hoy con criterios de hoy. Dentro de ese arte actual o contemporáneo hay géneros: el antiguo que"se prepara hoy" a partir de materiales antiguos más o menos ruinosos, para drle el aspecto que se considera hoy que corresponde a "una antigüedad". Otro género es el arte moderno que también se "prepara hoy" para que tenga el aspecto de "no muy antiguo" o "no tan moderno" como para que merezca el apelativo de "contemporáneo". Y el "arte contemporáneo" es el que "se prepara hoy" para que de el tipo y siga la moda y pueda ser aceptado como arte contemporáneo ¡pero todo se prepara hoy!

Cuesta aceptar que el arte antiguo también es contemporáneo, porque aunque parezca que no, también se hace hoy, aunque empleando materiales antiguos. Tales materiales son piezas en mejor o peor estado de conservación, con las que ¡de hecho! se elabora una nueva obra. A la intervención se le llama eufemísticamente “restauración” y se pueden hacer virguerías como arrancar un fresco de la pared, pegarlo a un lienzo y llevarlo, p. e., a Barcelona. Los Bronces chinos que están en el Museo de Sangay, que son bellísimos, con pátinas alucinantes, sobre pedestales y regiamente iluminados, los sacarían de los yacimientos hechos una pura kk. Y lo que se puede ver en el museo es una obra de arte contemporáneo, realizada por autores disfrazados de restauradores.

Otro tema aún más llamativo es el Templo de Ise. Parece que Ise viene a ser una especie de vaticano sintoista que hay en Japón. Desde hace 1300 años, cada 20 años lo destruyen y lo hacen de nuevo, con maderas de árboles centenarios que cortan cada vez. Es arte antiguo porque existe desde hace 1300, aunque lo restauran ¡a fondo! cada 20. Y es arte contemporáneo porque el que puede verse nunca tiene más de 20 años.


Por lo tanto antiguo, moderno y contemporáneo no son adjetivos, sino el segundo nombre de uno compuesto en le que el primero es arte.

El arte contemporáneo es como un puente entre dos pilares, uno en el siglo XIX y el otro en el XXI. No pasa propiamente por el XX, sino que lo sobrepasa, mientras el siglo transcurre entero por debajo sin enterarse verdaderamente de lo que ocurre por arriba.

Se inicia el arte contemporáneo en las postrimerías del XIX con el Impresionismo. Con este estilo, como dijo certeramente Rafol, “se jodió todo”. Porque hay que tenerlos de madera de guayacán (que es la más dura) para exponer a Manet en el Prado. Quedó totalmente devorado por Rivera, Don Diego y otros monstruos…Con Picasso fue distinto, al ser sus cuadros tan diferentes de los de los grandes genios la comparación era imposible. A mí hasta me gustó más, eran los de Picasso más cuadro, porque, paradójicamente, los otros -al parecer tan de verdad- se veía más que era mentira, porque una mentira bien urdida es más mentira que una burda.

¿Qué pudo ocurrir para que el arte contemporáneo resultara tan ajeno al común de los mortales? Para mí que fue la irrupción de la virtualidad y el automatismo que ya venía de la Era Gutemberg. Lo que uno lee en los libros no lo ha escrito nadie, a diferencia de lo que lee en la carta de un amigo, sino que son estampaciones mecánicas que nadie ha trazado. El cine y la tele son una especie de teatro ilusorio en el que no se ven actores, sino sombras chinescas perfectas que producen ilusión de realidad, la música grabada no es música propiamente procedente de instrumentos accionados por músicos. Las estampas de un Skira no son cuadros pintados sino grabados fotográficos, lo que se oye por teléfono, en la radio y en la tele no son voces, lo parece pero no. Por eso los cuadros “pintados a mano” están de capa caída.

El siglo XX está dividido, por las dos guerras mundiales, en tres partes desiguales, como el cuerpo humano: cabeza, tórax y abdomen.

La “cabeza” es la parte menor, pero la más importante. Las otras dos están en función de ella. El “torax” es lo que está entre las otros dos partes, tiene un tamaño mediano, y quizás menos importancia. Y el “abdomen” es la parte mayor y tiene más importancia al estar más cerca del final, que es donde estamos. En el “tórax” y en el “abdomen”no hay nada que no esté explícitamente en la “cabeza”. No hay más que meros desarrollos, ampliaciones e hipertrofias.

Examinemos la “cabeza”: Cuando el S.XIX da las últimas boqueadas, aparece un nuevo realismo basando en un nuevo sentido de la realidad, dando lugar al Expresionismo y al Fauvismo por una parte y al cubismo por otra.

A continuación, en el “cuello” -es decir en plena guerra- surgen potentes estilos revolucionarios para una humanidad nueva. En Rusia el Constructivismo, en Alemania el Dadaísmo, que en realidad vienen a ser lo mismo: afirman por una parte que el arte tradicional es más falso que el alma de Judas, y por otra que cosas que no se tenían por artísticas lo son realmente. En el Constructivismo predominó la geometría y en el Dadaísmo la cochambrería, aunque Arp, dadaísta hasta las trancas es geométrico. Otras formulaciones contemporáneas fueron Neoplasticismo, más geométrico y Futurismo más bien cachóndico.

Creo que en el ojo del huracán del arte contemporáneo está Marcel Duchamp. Es el compendio de geometría y del cinetismo, aunque no sea tan conocido por esto como por ser martillo del arte convencional –Gioconda con bigotes- y abogado de planteamientos artísticos insólitos, al proponer como escultura un urinario.

¡Ya no haría falta seguir! Había quedado todo explicado. Todo lo que vino después fue volver a lo mismo, corrigiéndolo y aumentándolo.

En el “tórax”no pasa casi nada estrictamente nuevo, salvo el Surrealismo y el reinado de grandes popes como Picasso y el predominio de un estilo decorativo tan sabroso como el “art decó”.

El “abdomen” es verdaderamente voluminoso. Tras la Segunda Guerra Mundial, que gana USA y pierden todos los demás, salvo Rusia que perderá más tarde la Guerra Fría, se produce El Rapto de Europa. El ombligo del arte estaba en Paris, pero los gringos no lo consintieron y se llevaron la metrópoli a NY. El hito de esta crisis bien pudo ser Mayo del 68. Para quien haya conocido el Paris artístico de entonces y lo comparase con el NY artístico de ahora, seguramente le parecería que no hay color. Arruinada totalmente la “Escuela de Paris”, USA dijo “aquí estoy yo”, primero con el expresionismo abstracto, luego con el POP, y se afianzó totalmente.


Ya en el S. XXI pasan muchas cosas y muy distintas, como por ejemplo esta pierna de la que es autor Robert Gober, pero ninguna sorprende por ser realmente nueva. Sigue predominando un dadaísmo, pero ahora es más limpio, con mucha foto, mucho vídeo, mucha instalación, mucha informática , mucha tecnología y grandes producciones. Y el papel del artista se va empequeñeciendo en favor del de los comisarios, galeristas, críticos, curadores, coleccionistas, etc. El artista en muchos casos deja de hacer de arquitecto para hacer de albañil. Por eso junto a un arte brillante y genial es muy frecuente contemplar otro que es terriblemente aburrido.

Surge un mercado artístico de la ostia, nuestro país que había vivido de espalda al arte contemporáneo a causa de la causa se pone a última hora las pilas, precipitadamente, con media carga. Se hacen grandes esfuerzos como Arco, pero estamos con el farolillo rojo, o boquiabiertos en el anden viendo como se marcha el tren.

Generalmente el arte contemporáneo supera en cotización al llamado arte antiguo y sorprende a veces que algunas obras, que por su raíz dadaísta son arti-arte y anti-todo, como la reproducida a continuación, son adquieridas con avidez y a precios elevadísimos por coleccionistas de arte, públicos y privados. Pero esto no es ya un fenómeno artístico sino socioógico y económico. Y de todo eso, la verdad, no tengo NPI.


domingo, 14 de octubre de 2007

El paradigma inalcanzable.

Este post que se inicia con este dibujo del Salterio está dedicado a mi amigo Zapata, como no puede ser de otro modo.

LA OBJETIVIDAD IMPOSIBLE.


Doña María nos dice que objetivo es lo que existe al margen de la propia percepción, ¡pero cómo va a ser eso! Si algo es y no lo percibe nadie ¿Cómo nos enteramos? ¿Quién se entera para contárselo a los demás? ¡No puede ser!

O mejor dicho, sí puede ser pero como si nada.

De ser podría existir un mundo objetivo gigantesco del que nadie tiene ni puta idea. Una especie de Matrix absoluto e inocuo. Un universo perfecto del que no tenemos una noción cierta. Y la putada consiste en que se pierde uno un mundo cierto, equilibrado y perfecto ¡¡¡irremediablemente!!!

También dice Doña María que lo objetivo es desapasionado, inafectivo, imparcial y justo.

¡Eso sí!

Por lo tanto lo objetivo es un modo particular de lo subjetivo pero desapasionado, inafectivo, imparcial y justo, mientras que lo subjetivo-subjetivo es lo que le parece a uno sin más, matizado por todos los condicionantes propios de la condición humana.

Pero si para ser desapasionado, inafectivo, imparcial y justo hay que ser serio e incorrupto ¡cualquiera! Lo mejor para ser objetivo, es que el asunto en cuestión se la pele a uno. Si te da igual el desenlace puedes ser objetivo. Pero si no te da igual, pues no. Ya se puede decir lo que se quiera ¡que no!

En el cumple de Igna (¡que guisa que te cagas! Y la Peire hizo un puré sirio de berenjenas verdaderamente llamativo, que nos va a contar a todos en este mismo sitio) lo hablábamos Zapata y yo. Y me dijo que le había gustado la idea. Y por si a vosotros también os interesa lo cuento aquí.

A Zapata alguno lo conoceréis y otros no. Para el que lo conozca y no se acuerde bien voy a dar una pista, parece que se ha caracterizado, motu propio, de joker parecido al de esta carta.




Otra cosa.
Podéis hacer una visita virtual a la exposición que os anuncié en un post anterior en
y en la
exposición actual
pincháis en la
visita a la exposición.
Vereis que bonito. Pero es más bonito aún si haceis una visita real.

sábado, 6 de octubre de 2007

Hay estilos que deberían estar más de moda.

Este post, que se inicia con este dibujo del Salterio, está dedicado a Anaïs, porque se lo merece por su constante seguimiento de este blog. DEMOCRATISMO.





Hace unos días fui a visitar a mi amigo el pintor Waldo Balart. Y hablamos de cuestiones artísticas y de otra índole. Y comentaba yo como esta sociedad había cambiado, desde una vocación democrática de los que se sentían oprimidos durante la dictadura a posiciones cada vez más “aristocráticas”: culto a la enología, a la gastronomía y a uno mismo. Y si alguien se siente sin méritos excepcionales ¡qué complejo!

La “transición” ha consistido, de hecho, en transitar de una vocación democrática a una “aristocracia universal” (todos aristócratas), que no es lo mismo.

Recuerdo lo que entendí al leer unas líneas de un manual escolar de una de mis hija referidas al Siglo de las Luces: el pueblo llano tomó conciencia de que no necesitaba a la aristocracia para nada, que se podía valer por sí mismo, para gobernarse, para administrarse en todos los planos: económico, judicial, militar, diplomático, etc. y podría producir cuanto fuera necesario, y las personas corrientes podían hacerse cargo exitosamente de todas esas responsabilidades y alcanzar cotas profesionales elevadísimas sin dejar por ello de ser corrientes en todo lo demás. A veces pasa todavía, todo el mundo pudo ver en televisión como Felipe Reyes recién salido de la ducha tras el partido con el que había alcanzado el campeonato del mundo respondía a los reporteros con la mayor naturalidad y con su bolsa de deportes al hombro, cansado y contento.

En el plano religioso mucha gente se ha pasado al ateismo ¡teóricamente! porque verdaderamente se ha pasado al politeísmo, aceptando un sistema donde hay muchos creadores, muchos dioses omnipotentes que reclaman adoración.

Y a todo esto nos horroriza la idea de que en la India haya castas y miríadas de dioses ¡pues si estamos igual! Peor, porque esa estructura allí es pública y visible y quien quiera podrá ver el modo de meterle mano, pero aquí es secreta e invisible, y con una cosa así ¿cómo se faja uno?

Un arte en el que los artistas sean gente corriente, salvo que puede generar obras muy apreciables, hoy es algo raro. Un arte así es democrático, dijo Waldo. Y digo yo: a un estilo así ¿no se le podrá llamar “democratismo”?





Este es el Ganges en Benarés.

sábado, 29 de septiembre de 2007

El arte de hacer arte.



Otro clásico del Salterio para este post que dedico, como no puede ser de otro modo, a mi primogénita. ¿DÓNDE ESTÁ LA GRACIA?



Cuando mi hija Isabel tendría unos cuatro años íbamos a ver exposiciones y recuerdo que en una de ellas había dos dibujos que representaban macetas de geranios, hechos a lápiz y muy realistas. Isabel al verlos me preguntó ¿dónde está la gracia?, porque ella estaba acostumbrada a ver los dibujos humorístico que hacía yo y publicaba por aquella época. Eran realistas y cuando no eran demasiado burros hacían gracia, o la hacían por lo burros que eran. Pero los geranios en cuestión no tenían ninguna gracia, no contaban nada, no decían nada, salvo lo divinamente dibujados que estaban y por ello lo justificado que estaría su precio. Pero claro, a mi hija eso le sabían a poco.

También a mí me pasa eso: un dibujo sin gracia o que no diga nada me gusta menos que uno que te cuente algo. Lo principal de los dibujos es que sean transitivos, que sean un medio de enterarse uno de algo. No obstante reconozco que los dibujos tienen interés en sí mismos.

Con los cuadros me podría pasar lo mismo, pero me pasa todo lo contrario: no aprecio su carácter transitivo, que tradicionalmente lo han tenido y todavía lo tienen, mientras que lo que más aprecio es su valor intransitivo, su valor en sí mismo, como objetos, como cosas, cuyo conocimiento es experimental. Las cosas así son inefables. Por eso me gustan los cuadros que no representan nada, que no remitan a nada más que a sí mismos, a su propia forma y a su propio colorido.

Esto ha sido el gran obstáculo a la aceptación del arte moderno por la mayor parte de la población durante todo el siglo XX y lo que llevamos del siguiente. Cada vez hay más gente que lo acepta, es decir que la minoría de amateurs va aumentando, pero no deja de ser minoría. La gran pregunta sigue siendo ¡qué significa! Y la respuesta inaceptada es que no significa nada, sino que propicia una experiencia, como el que se come unas gambas, no pretende enterarse de nada, ni de que son artrópodos y no miriápodos ni de ninguna otra cosa, sino disfrutar de esa experiencia, nada más y nada menos.

En contra de lo que pudiera parecer soy un ecléctico, me gustan todos los géneros, pero no me interesa hacer cuadros REALISTAS, ni ABSTRACTOS, que son parecidos, porque unos y otros son efecto de abstraer. Me interesa hacer los cuadros CONCRETOS, que son cosas concretas, objetos, realidades (no realismos = simulaciones de la realidad)

Los cuadros concretos son geométricos porque no pueden ser de otro modo. Imaginemos un cuadro informalista compuesto de manchas hechas por un autor que no tuvo intención de representar nada. Un espectador, no obstante, puede ver nubes o rocas o amebas, en definitiva cosas representadas. Y una cosa representada depende en todo de lo representado, siendo tan sólo un aspecto mínimo. P. e. una representación de un gato no es un gato, no corre, no maulla no salta, aunque si la representación es cinematográfica puede hacer todas esas cosas ¡pero no le puede arañas a uno, ni huele a gato, ni deja la habitación llena de pelos, ni produce alergia! Mientras que si vemos un dibujo de un triángulo eso no es una representación de un triángulo ¡es un triángulo! con todas las cualidades de los triángulos. Como que la suma de sus ángulos es igual a la de dos rectos. o que su superficie es igual a la mitad del producto de su base por su altura, o que si es rectángulo su hipotenusa al cuadrado es igual a la suma de los cuadrados de los catetos y si se inscribe en una circunferencia el centro estará en la hipotenusa etc. etc. Hay cosa triangulares, pero un triángulo puro no es más que un triángulo. Luego lo cuadros de naturaleza concreta serán geométricos porque asi no son ni figurativos ni abstractos ¡es una garantía!

En estos días estoy participando en una exposición colectiva donde muchos de sus cuadros son concretos, entre ellos los míos. De mi aportación teneis referencia por las dos imágenes que figuran a continuación. Y de la exposición una foto de la invitación donde vienen todos los datos ¡estais invitados!
















jueves, 27 de septiembre de 2007

Un humor muy negro.

Inauguramos el nuevo curso con este dibujo clásico del Salterio y un chiste igualmente clásico.EL SANCOCHO PRIETO.




Esto era uno de esos reportajes de la tele al filo de lo insoportable:

Estamos en medio de la sabana africana, en un poblado indígena. Es la hora del medio día. Señoras, señores, esto es emocionante…vamos a asistir a un acontecimiento dramático…¡increíble!...van a cocinar…¡a un hombre! ¡vivo!




Es tremendo, como en los dibujos animados… le prenden fuego…a la leña, para calentar una enorme olla…¡con un hombre dentro!




Y los negros ¡digo los subsaharianos! danzan alrededor, con sus lanzas, con sus escudos, cantando una salmodia patética…

El negro desaparece, quiero decir que el subsahariano que está dentro de la olla desaparece…¡ha desaparecido dentro de la olla de agua hirviendo! El vapor que sale copiosamente no nos deja ver…no podemos distinguir…¿ qué pasa, qué pasa?




Se acercan dos neg…digo subsas que meten los brazos en la olla y lo sacan chorreando y humeante ¡pero bueno! Si lo están apaleando…¡qué horror! Unos estacazos terribles.

Lo sueltan, queda dentro, se hunde de nuevo, lo vuelven a sacar, lo apalean salvajemente otra vez ¡por qué tanta crueldad! ¡qué horror! Vamos a preguntar... a preguntar, vamos, a ver, al hechicero...¡dónde está el hechicero!




Dija, dija...

¿Por qué le pegan? Quizás, pensamos, es como hacen en Galicia con el pulpo, que lo apalean para ablandarlo…no se, díganos por favor…¡qué horror!



No, no ser para ablandarlo...
es que bucea
¡Y se come las patatas!



viernes, 21 de septiembre de 2007

¡Marchando un neologismo!

Este es el horrible dibujo del Salterio que parece apropiado a este post que dedico a Ana y a José Luis.
SER Y NADAR

Todo el mundo conoce “el sabor del ser”. Es la sensación que produce lo que existe, lo que puede verse y tocarse, lo que se tiene. Como también se conoce “el sabor de la nada”. Tal sensación la produce cuando se pierde lo que se ha tenido al desvanecerse en la nada.

Tiende uno a pensar que el ser es bueno y la nada mala, y no es así necesariamente porque si lo que se pierde es malo la nada correspondiente es buena. Por ejemplo reducir una gripe a la nada es bueno.

Para referirse al ser está el verbo ser. ¿Y para la nada? También el verbo ser. En realidad para el ser están el infinitivo, el gerundio y el presente de indicativo, porque todos los demás tiempos son para la nada. Si es pasado es nada porque ya no es y si es futuro es nada porque aún no es. Si es condicional o subjuntivo, pues casi, pero nada.

A pesar de que el verbo ser se utiliza mayormente para la nada en sus múltiples variedades lo suyo sería emplear un verbo específico para la nada. Propongo el verbo nadar, en una nueva acepción.

La nada no es solo la total vacuidad, la oscuridad más absoluta. También es nada cuando se acabó lo que se daba. Está el ámbito del ser en el que las cosas están siendo y el de la nada, donde están nadando. Una, ciudad, por ejemplo, es un ámbito del ser, donde las cosas están siendo. Mientras que un cementerio es un ámbito de la nada, y lo que hay allí está nadando. No hay que ponerse tan dramático, porque, por ejemplo, en mi casa la propia casa es el ámbito del ser, donde todo lo que hay está siendo. Mientras que el trastero es el ámbito de la nada, donde lo que hay está nadando. Cuando meto algo en el trastero se pone a nadar. Y allí está como si no estuviera. A veces redimo algunas de esas cosas y vuelven a ser. Y alguna vez saco cosas del trastero para tirarlas, con lo que nadan más profundamente al volverse irrecuperables, pero pudiera ser que las recupere alguien.

Toda esta berza del reciclaje creo que responde al horror a la nada y al nadar y se está pescado todo para que vuelva a ser. Es el horror a la entropía, al segundo principio de la termodinámica. Según el primero nada se crea ni se destruye...Según el segundo algo se pierde a efectos prácticos... Bueno pues no queremos que nada se pierda a efectos prácticos, ni a ningún efecto…Porque vivimos una era de conservadurismo feroz que no sólo afecta a la derecha (que sería lo suyo) sino también a la izquierda. Pero simultáneamente mandamos a nadar cosas que están en perfecto estado de funcionamiento, o que se repararían fácilmente, si no fuera porque estamos engolfados en esta contradicción estúpida.

A mi el asunto de esta “natación” me agobia un poco. Me gustaría vivir remansado en el ser, pero no es posible. Vivir es un pespuntear con el ser y con el nadar. Por ejemplo va uno al cine, y el ser es la película. Y muchas veces, mientras estoy viendo la película estoy pensando: esto se va a acabar, ya verás como se acaba, y claro, se acaba, pero no sólo la película, sino que se acaba cada una de las escenas para dejar sitio a la otra. Anoche mismo, unos fuegos artificiales preciosos, enormes, que se veían desde casa como si nos lo hubieran hecho sólo para nosotros. No es que se fueran a acabar, que se acabaron, es que están haciéndose y deshaciéndose continuamente. Siendo y nadando sin parar, hasta que se paran y nadan del todo. Pero entonces se dedica uno a otra cosa, por ejemplo a dormir, que ya era muy tarde.

Con los viajes pasa lo mismo. Está uno viendo mezquitas en Estambul, pagodas en Pekín, o pallozas en Los Ancares y cuando se da uno el piro todas esas cosas se ponen a nadar. Es verdad que si uno repita los viajes reaparecen ¡pero no siempre! Porque hace un año que fui a Valença do Minho y en la plaza del ayuntamiento estaba la fuente de la que hice el dibujo que aparece reproducido a continuación y en la primera de las dos fotos.




Pero vuelvo hace unos días ¡¡y ya no está!! Como puede comprobarse en la segunda foto ¡me encuentro que está nadando! Me dicen que donde está siendo es en un convento de un pueblo cercano, concretamente Ganfei…porque era suya…


No creo que el acoso del nadar me agobie a mi solo. Tratamos, inútilmente, de aminorar ese efecto haciendo fotos o tomando vídeos, de ahí que vacaciones si Kodak vacaciones perdidas. Con Kodak o sin Kodak las vacaciones se pierden cuando se terminan. ¡Y menos mal! Porque de vacaciones anda uno como puta por rastrojo. Pero claro, tienen un gran encanto haber puesto a nadar, haber reducido a la nada provisionalmente, todas las cosas que son habituales, el curro, la propia casa. Que son indispensables y también un coñazo, porque son una responsabilidad, una pesada carga.