Dibujo de la época publicado en Triunfo.
ENTRE MUERTOS ANDA EL
JUEGO.
No sé qué lío faraónico se traen
entre manos, pero esto es muy sospechoso ¡Menudo entierro el de Suarez! Y mira
que no lo estuve viendo en la tele todo el rato.
La verdad, la verdad de los
hechos es algo a lo que ya me referí en su día: Franco, como era de carne y
hueso, llegó un día en el que se le terminó su tiempo vital. Y ¿cómo mantener
el régimen? Pues bajo el liderazgo del rey, como estaba previsto, atado y bien
atado.
Pero el rey no era Franco.
Intentó poner al timón a Arias Navarro, el topoyiyo que anunció en la tele,
entre sollozos, que el dictador había fallecido. Pero el apodado
"Carnicerito de Málaga" fracasó, porque tampoco era Franco. Y quiso
inventarse otra "democracia orgánica" y no coló.
El monarca lo intentó de nuevo. Y
en este caso acudió a una vieja guardia con las pilas puestas en su sitio, con
cultura política y dispuesta a transar debidamente. Tú me das y yo te doy. Tú
me das legitimidad y una vestimenta adecuada para el muñeco y yo te doy poder (dentro
de un orden).
La máquina estuvo dispuesta. El
taladro a punto. Pero se necesitaba la broca adecuada, para perforar el duro
muro. Y aquellos, que debían conocer el percal, recurrieron a Suarez, al
chuletón de Ávila ¡Y acertaron!
Una de sus mayores hazañas fue
transar con Carrillo la sumisión de la rojería. Porque en aquella época la rojería
la manejaba el PCE. El PSOE se estaba autogestando de nuevo y apartando al legítimo
PESOE, al exiliado, apodándolo histórico para deslegitimarlo y dejarlo en la
cuneta.
Aquella broca se salió con la
suya. Pero se recalentó y se quemó ¡Se fundió vaya!
Con el camino expedito. El
monarca firmemente entronizado. Y muchas expectativas de poder accesible. Irrumpieron
los ambiciosos. Desmontaron la broca y la tiraron a la basura. Porque lo habían
colocado allí para hacer el boquete, no para gobernar propiamente.
Y en la basura ha permanecido
todos estos años. Hasta que se ha muerto físicamente. Y ahora sí que lo han
enterrado a lo grande ¡Menudo cristo en el parlamento! Desfile multicolor. A mí
lo que me ha hecho raro es el carro fúnebre. Un poco parecido a un armón
militar, pero no exactamente. Tirados por caballos montados por jinetes con
uniforme más propio de un concurso hípico. Un poco sucedáneo lució aquello. Y
lo que me llegó a acojonar un poco es lo de las salvas ¡aquellos soldados con
la culata del fusil en el careto y pegando tiros!
Y luego un segundo acto en la
catedral de Ávila. Con gran solemnidad, pero sin reyes. Y entierro en el
claustro ¡Qué megalomanía tan pueblerina! y además allí en el suelo ¡Para que
lo pise todo el mundo!