Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

jueves, 31 de diciembre de 2020

Dieta de Año Nuevo.

PATO "PEKINÉS".

(En este caso de Fuencarral)

Si es que estáis ahí... cavilando... para ver que poner para la comida de año Nuevo...

¡Pues yo os ofrezco una óptima solución!

¡Pato Pekinés!

Salvo los que sigan la receta desde Pekín, cosa que me extrañaría, será "pekinés" de otro sitio. Este es de Fuencarral porque es en este barrio, antiguo pueblo, donde lo voy a cocinar. Y los vuestros serán de donde lo cocinéis...

Tengo que decir que en opinión de mi nieto Jorge no hay manjar como este. Yo solo lo he comido comparable, o mejor, en el Soho de Londres. En Pequín tuve poca suerte porque aquel pato estaba algo atrasadillo...Mi hija Ana también lo ha comido excelente en Nueva York. En todo Madrid ¡es inútil!

Así que si queréis hacer una comida maravillosa ¡manos a la obra!

Os compráis un pato o dos o los que sean. Los congelados son perfectos, pero a estas horas no os va a dar tiempo a que se descongele. Luego le extraéis unas pellas de grasa que suelen traer a ambos lados de la oquedad donde estaban las entrañas, que puede usarse para florituras gastronómicas, pero yo no les hago caso.

Lo escaldáis. A tal afecto pilláis una buena olla, la llenáis de agua hasta la cota que alcance el pato y la ponéis a calentar hasta que hierva a toda pastilla. En ese momento metéis el pato al que habréis embragado con un cordel para poderlo colgar luego. Como el pato está frío enfriará un poco el agua por lo que tendréis que dejar que recupere el hervor y dejarlo hirviendo un total de 10 segundos. Pasado ese tiempo lo sacáis y lo colgáis para que escurra. Si es que preparáis dos patos ¡no seáis vagos! Tiráis ese agua pringosa y empezáis de nuevo, porque si no estarán deficientemente escaldados los patos sucesivos.

Seguramente tendréis que hacer la "coiffer" al pato. O sea depilarlo, quitándole los restos de plumas que suelen tener.

Luego preparáis en un tarro o en un vaso un "esmalte" mitad miel y mitad salsa de soja, que se puede calentar en el micro para que se disuelva como es debido. Y a continuación lacáis cuidadosamente el pato. Y lo dejáis colgadito en un sitio fresco secándose. Irá soltado sangre y agua que iréis achicando con cristiana resignación.

Cuando la laca se haya secado le dais una segunda mano y ya lo dejáis tranquilo hasta el otro día.

Tendréis que preparar crepes. Como sepáis, o mirando a La Ortega o como sea. Pero no hace falta meterse a intentar "falsificar" crepes chinos. Ni siquiera ir a comprarlos a un supermercado chino, aunque no es mala opción.

También hay que preparar una salsa. A mí la que me gusta es una salsa apócrifa hecha con mermelada de arándanos y salsa de soja a partes iguales. A la que podéis añadir lo que os haya sobrado del barniz de lacar el pato y el caldo que suelta el pato al asarlo ¡pero es un lío! porque os podéis quemar, y manchar la ropa ¡y blasfemar!

También tendréis que preparar unas tiritas delgaditas de 4 o 5 cm. de largo de cebolleta y de pepino.

Para hornear el pato tenéis que poner dentro del horno y debajo del pato, o los patos que estarán sobre la parrilla, un recipiente con agua ¡es fundamental! y pensar que tardará una hora o una hora y pico o más. Hay que vigilar constantemente. Casi todo el tiempo a 180º y a última hora a 200º. A mitad del tiempo hay que darle la vuelta.

¡Fundamental consumirlo muy caliente! El problema principal de los restaurantes es que al final lo comes frío o casi ¡Y no es lo mismo enero que febrero!

En la mesa se ponen los cuencos con la salsa, fuentes con las crepes, las tiritas de cebolleta y las de pepino. Y, preferiblemente, en mesa aparte, el pato del que se cortan lonchitas delgadas con parte de carne y parte de piel.

Cada comensal va poniendo en su plato una crep y hace como un porro poniendo dentro unas tiritas de pato, encima tiritas de cebolleta y pepino y un poco de salsa, se cierra el "cigarro"...

¡Y buen provecho amigos!

Y ¡Feliz Año Nuevo y que 2021 se porte mejor que el precedente!

 

 


 

miércoles, 30 de diciembre de 2020

¡Parece mentira!


CAINISTAS.

Esta escabechina terrible del COVID 19, que nos trae de cabeza.

Acojonaditos.

Encerrado como conejos.

Que nos está arruinando.

Que evoluciona y se perfila para ser más contagioso.

Que nos entra principalmente por el aire que respiramos.

Que nos amenaza de muerte.

Que cuando entra en una residencia de ancianos los fríe.

Hoy por hoy lleva infectada ¡tan solo al 10 % de la población!

Pero claro, nos tememos que si bajamos la guardia ese porcentaje subirá y subirá horriblemente!

Porque no sabemos de este "bicho" gran cosa.

Sabemos de su gran capacidad para infectar al que respire aire emponzoñado de este virus.

Que evoluciona rápidamente para "mejorar" su propagación.

Que no disponemos de ningún antivirus apropiado para combatirlo.

Tan sólo la vacuna ¡y menos mal que han corrido más que el tío de la lista! y ya están vacunando.

Que a uno les da más fuerte y a otros menos y que a muchos puretas les da pasaporte para el otro barrio.

Que se ceba con algunos enfermos a los que sume en las más horribles postraciones.

El Gobierno de la Nación se apaña como puede

¿Acierta?

¡Pues no lo sé!

Unos dirán que no porque afecta nada menos que al 10 % de la población.

Y otros dirán que sí porque tan solo afecta al 10 % de la población.

Pero lo que tengo clarísimo es que lo que cabría esperar de la Oposición es que hiciera piña con el Gobierno de la Nación para salir de este atolladero, por la cuenta que le tiene de poner fin a esta catástrofe.

Y no es eso lo que está pasando.

Porque lo que está pasando es que la Oposición le está tirando al codillo del Gobierno de la Nación para intentar derribarlo aprovechando el desgaste natural que produce esta pandemia.

Tendría que aprender de los chinos cuando interrumpieron la guerra civil para aliarse los contendientes contra el enemigo común que eran los invasores japoneses.

Pero no somos chinos...

Porque ellos ya tienen casi superada la pandemia

Mientras que nosotros la engordamos cainistamente.


 

martes, 29 de diciembre de 2020

David y Goliat




TODO CUANTO EXISTE.

Hoy por hoy se cree que todo cuanto existe, aquí y en los confines del Universo, está compuesto por algunos de los 118 elementos del Sistema Periódico de Mendeléiev.

Antes no se creía eso. Y puede que en un futuro tampoco. Pero hoy es eso lo que hay.

Y ese conjunto de seres se suelen clasificar en dos grupos, aunque con otros nombres del que yo les doy:

Seres animados y seres inanimados.

O sea, seres con alma y seres sin alma.

Y ¿qué quiero decir cuando digo alma?

A la vista de lo visto, me refiero al genoma.

Compuesto de un ácido con estructura encadenada compuesta a su vez por una sucesión de cuatro sustancias distinta que forman moléculas de DNA.

Nosotros nos lo explicamos como un texto. Como un "pliego de condiciones"  que describe el ser y la potencialidad de cada uno de esos seres animados.

Capaz de mandar instrucciones  dentro y fuera de su ser.

Esas instrucciones son copiadas en otra sustancia parecida, pero distinta, que es el RNA.

Lo bueno, y lo malo, es que esas órdenes pueden causar efectos en otros seres animados.

Es lo que pasa con el COVID 19 que se mete en las células de un tipo y les dice: "Pasa de lo que te diga tu dueño y porte a fabricar virus que sean como yo. Que aquí tienes las instrucciones".

Luego hay "seres animados" que desde nuestro punto de vista son pequeños como la bacterias y las arqueas, que se miden en micras, que son milésimas de milímetro y más pequeños todavía, que son los virus, mil veces más pequeños que las bacterias y también los hay grandes como nosotros.

Lo dicho, lo nuestro es lo grande, cuando no lo grandioso. Porque nosotros, y otros animales de nuestro pelaje, nos medimos en metros y en centímetros. Pero claro, es que pasamos por alto que no somos propiamente individuos, sino colonias, agregados de células y que además vivimos en simbiosis con otros seres microscópicos.

Pero ni las células, ni las bacterias y arqueas son las formas vivas más pequeñas. Las hay, repito, mil veces más pequeñas, los virus. Que están compuestos de un alma pequeñita, una cadena de DNA, en un cuerpo gobernado por ella. Un vehículo capaz de darnos ¡disgustos mortales! como se ha hecho evidente en este año 2020 que ahora termina.

Pues bien, esos seres animados también se dividen en dos grupos, a los que llamo: Autosuficientes y Parásitos.

Los autosuficientes se aprovecha de seres inanimados y los parásitos de inanimados y de animados. Por lo que los podemos calificar de gorrones.

Hoy por hoy la especie gorrona por excelencia es la nuestra. La especie humana.

Que además la nuestra es una especie autóexplotadora, porque no se limita a explotar a seres inanimados y animados de otra calaña, sino a sus propios congéneres.

Y ¿en qué se diferencian respecto a su conducta los seres "animados" de los "inanimados"?

Pues que los  "animados" tienen la capacidad de "buscarse la vida" ad hoc, o sea currándoselo, mientras que los inanimados lo hacen automáticamente. Por ejemplo el oxígeno que oxida "automáticamente" y, por ejemplo, incendia un bosque si concurren las circunstancias necesarias.

Y ¿en qué consiste eso de buscarse la vida?

En hacerse de lo que quieren, como procurarse alimentación para no perecer y en reproducirse como quieren o como pueden para perpetuarse. Si no uno mismo, por lo menos la estirpe a la que cada uno pertenece.

Claro que respecto a lo de morir y reproducirse también tenemos dos grupos:

El de los procariotas, las bacterias y las arqueas, que salvo que se las maten no se mueren y se reproducen principalmente por división de los individuos, aunque a veces intercambian genes entre dos individuos, y siempre son unicelulares. Y, como he dicho, miden milésimas de milímetro.

Y el de los eucariotas que tienen reproducción sexual, compartida, y se mueren. Unos son unicelulares y otros pluricelulares y se miden desde micras hasta metros.

Nuestra alma, nuestro genoma, es grandísima. Porque somos complicadísimos.  Aunque no somos autosuficientes como los vegetales.

Y además nos la damos de ser inteligentes en exclusividad.

Pero los hay inteligentes fuera de nuestra especie. Algunos de ellos completamente insospechados, como, los virus,  con almas pequeñitas, cuyo genoma ocupa lo que uno o dos versos, y como he dicho son con frecuencia  más inteligentes que nosotros, porque en estas partidas de ajedrez, a vida o muerte, con frecuencia nos van ganando y consiguen acorralarnos de manera vergonzosa. Habréis oído en la tele al Dr. Enjuanes, especialista en crear vacunas, hablar de los virus como seres inteligentes que traman planes estratégicos para tendernos trampas en las que caemos como chorlitos... Pero  como todo bicho viviente hace lo que nosotros los humanos: crecer, o mantenerse vivo si ya no puede crecer más, y reproducirse, o haberse reproducido. Y, como nosotros, vivir a costa de los demás. Dependen como nosotros de los demás. Y, como nosotros, curran a los demás aunque ellos no quieran.

Y a veces los virus nos las hacen pasar muy putas.

Huelgan los argumentos.

Claro que nosotros les ayudamos a arruinarnos con nuestras maneras megalómanas de estar y de ver el mundo.

Lo dicho, huelgan los argumentos a estas alturas.


 


 

viernes, 25 de diciembre de 2020

Lo mejor es enemigo de lo bueno.

EL ÁRBITRO CORONADO.

Pablo Manuel y sus partidarios están empeñados en que la monarquía es anacrónica. Eso hay que pensarlo un poco más. Porque lo que viene de lejos no es necesariamente anacrónico. Porque casi todo viene de lejos, la democracia misma, que viene de la Grecia clásica, y no es anacrónica.

La monarquía comprende un binomio: Rey y Reino.

Lo anacrónico es poner el acento en el rey y lo vigente ponerlo en el reino.

Cuando se pone en el rey se ve la necesidad de que sea poderoso, absolutamente rico y poderoso. De ahí la necesidad de los reyes posean grandes fortunas. Que salen, necesariamente, de que los súbditos sufran estrecheces.

Si se poner el acento en el reino, es decir, en los países con régimen monárquico y no en los monarcas dueños de países, la monarquía puede tener mucho recorrido.

Si nos atenemos a los hecho, el actual rey de España está en función de su reino. Y mientras siga siendo así ¡chapeau!

Pablo Manuel y sus partidarios hacen bien en estar preparados por si hace falta la solución que les agrada a ellos. Pero deberían tener muy claro que solo habría que aplicarla si viniera al caso

¡Pero no hacer que venga al caso a empujones!

El poder disponer  de un monarca que esté en función de su país, y no al revés. Y eso está bien.

Porque es disponer de un árbitro.

Un rey que reine pero que no gobierne.

Porque no es mejor árbitro el que mete más goles

Dado que los árbitros no tienen que meter goles.

Están para facilitar el juego.

Juego que juegan otros.

 


 

lunes, 21 de diciembre de 2020

Como el cangrejo.

DECEPCIONANTE.

Verdaderamente he conocido tres regímenes políticos en España:

la dictadura, el bipartidismo y el pluripartidismo.

De la dictadura, que sufrí casi entera, desde 1940 ¡qué voy a decir! Truculenta al principio y tecnócrata al final. Pero con ejecuciones en la despedida, no se fuera uno a creer que todo el monte es orégano.

La restauración de la democracia, dramática y milagrosa.

Donde se reconciliaron  los extremos más irreconciliable

¡Admirable!

Y esta clase de pluripartidismo que estamos sufriendo ahora, francamente penoso.

El pluripartidismo está muy bien

pero hay que saber hacerlo.

Hay democracia, pero aletargada.

Los partidos aletargados.

La ciudadanía indefensa ante un sistema en el que los oportunistas se han hecho con el poder.

Porque han hecho de la política una profesión

un mudus vivendi,

cuando lo suyo es que al detentar un cargo político se pida permiso en el curro, al que se vuelva cuando se cese en el cargo.

Y no lo que pasa

que cuando cesan en el cargo se van al paro...

Con lo que se pegan como lapas al sillón...

¡Debería estar prohibido el ejercicio político a los parados!

El resultado es que están las diversas facciones disputándose los garbanzos.

Cada facción con su líder

y cada líder con su rasputín

y el partido de adorno.

Y los ciudadanos en general en un segundo plano.

En vez de estar en el plano principal, que sería lo suyo.

Y la guinda una pandemia llevándose al hoyo durante muchos días a 300.

Y cuando a duras penas nos vamos recuperando...a correr tras la pela...como conciertos multitudinarios de Raphel, verbigracia.

¡Y patrás como el cangrejo!

Vamos a salir de la segunda fase

para entrar en la tercera.

Y un poder político incapaz de arbitrar un sistema compensatorio para salvar el bache.

Lo que se le ocurre es reactivar el consumo en situaciones peligrosas.

El caso es que estamos viviendo un proceso electoralista permanente.

El que está en el poder dirigiendo todos sus esfuerzos en permanecer y repetir tras la próxima.

Y el que está en la oposición dirigiendo todos sus esfuerzos en derribar al gobierno.

Y todos blandiendo las banderas de la incompatibilidad, la división y de la intolerancia.

Los gobernantes parece que no saben que gobiernan para todos

para propios y para extraños.

Y que su obligación consiste en contentar en la medida de lo posible a todos.

Y tratar de recabar la comprensión de los que no han sido contentados.

Porque la oposición no está para oponerse incondicionalmente al gobierno sino para hacer valer su punto de vista y sus intereses cuando venga la ocasión.

Porque desde la oposición "también se gobierna".

Como efecto del presente statu quo las intervenciones orales parlamentaria son a veces de vergüenza ajena. Porque denotan una visceral falta de respeto.

Esta situación es muy decepcionante.

Y no puede conducir a nada bueno.




jueves, 17 de diciembre de 2020

Lujo asiático.


 A OSCURAS.

Creo que nunca os he hablado nada acerca de mis clases. A pesar de que mi verdadera actividad profesional, con lo que me he ganado la vida, es la de profesor.

A  continuación os voy a contar lo que seguramente han sido mis clases más curiosas.

Aparentemente extravagantes aunque verdaderamente fueran  funcionales y necesarias. Pero tengo que admitir que se salieron de lo corriente.

He sido profesor unos 40 años. Tres de ellos inolvidables en la Universidad Católica de Puerto Rico en Ponce. Que ha sido ¡sin la menor duda! el periodo más feliz de mi vida. Porque la gente no lo sabe, pero vivir fuera del trópico ¡es una desgracia!

Antes di un año en un colegio en Carabanchel, y luego durante 35 años como catedrático de dibujo de instituto más o menos la mitad de ese tiempo y la otra mitad titular, también de dibujo, en la facultad de bellas artes en la Complu. Y de ese tiempo en la facultad una parte en "elementos de la plástica" en primero, que era teórica y como para que los alumnos empezaran a enterarse del verdadero calado de donde se habían metido. Y la otra parte en el segundo, de tres, curso de dibujo del natural.

El dibujo del natural, como su nombre indica, es lo más "natural" del dibujo.

O sea, que hay un modelo posando en bolas sobre una tarima bastante alta, con su luz y sus radiadores, para no perecer en el intento, rodeado de caballetes con papeles de uno por setenta y alumnos dibujándolos con carboncillo, durante tres horas cada uno de los dos días a la semana.

Eso que cuento de modo tan trivial es un privilegio inenarrable.

Un día me encontré por los pasillos de la facultad a un antiguo alumno que me dijo:

¿Le has dicho ya a tus alumnos que eso que tienen es un lujo asiático?

Pero ¿qué es eso?

Y es que parece que en su curso les dije que esa clase era un lujo asiático.

Porque tenían cada uno de los alumnos un caballete a su disposición. Un tablero, luz y calefacción. Un modelo que siempre sabía perfectamente mantener una pose estimulante.

¡Pues si eso no es un lujo asiático que venga dios y lo vea!

Le dije que se lo diría, y al día siguiente lo dije. Y no sé para qué, porque era evidente, pero es que uno no se da cuenta de lo que tiene hasta que lo pierde. Y a veces ni eso.

Lo que os iba a contar es que un día observé que la mayoría de mis alumnos estaban empeñados en dibujar muchos detalles...

Y yo les decía que se pueden hacer detalles pero a su debido tiempo, porque antes hay que entonar debidamente el dibujo. O sea que había que distribuir debidamente los claroscuros. Porque si no ¡no sale!

¡Pero no había modo!

Ah! sí? ¡Pues apago la luz! Y como no veréis los detalles no los podréis dibujar.

¡Y apagué todas las luces!

Al principio se desconcertaron y protestaron.

Por las ventanas, que estaban tapadas con gruesas cortinas para proteger la intimidad de los modelos, entraba un poco de luz, de modo que no había una oscuridad absoluta, sino una penumbra bastante espesa.

¡Y se obró el milagro! Porque hicieron los mejores dibujo de lo que iba de curso. Y a partir de entonces hacían los detalles con oportunidad y no se empeñaban en hacerlos a destiempo. Y yo me olvidé del asunto.

Pero a mitad del curso siguiente se me acercaron unos alumnos y me preguntaron

- ¿Cuándo apagamos la luz?

-¿Cómo?

-Que cuándo apagamos la luz. Que el año pasado la apagaste un día.

Ya! Pero es que hacía falta, y le conté la razón del apagón, pero este año no hace falta, porque no estáis cometiendo los errores que ellos cometían.

¡Venga hombre! Apágala.

Insistí de nuevo con mi argumento, pero inútilmente porque seguían insistiendo con su petición, porque, supongo, que les divertía el asunto.

Y como se portaban bien les di el capricho.

¡Vaále! mañana la apagamos.

¡Y la apagamos!

 

 

 

 


domingo, 13 de diciembre de 2020

Pagar justos por pecadores.



 

EL EMÉRITO ANFIBIO.

Los anfibios, como es sabido, reciben ese nombre por tener doble vida, una acuática y otra terrestre. En el caso de las ranas, por ejemplo, al principio tiene vida de pez y luego de animal terrestre. Aunque siempre viven en ambientes húmedos, por aquello de que la cabra siempre tira al monte...

Y efectivamente el emérito tuvo un origen autocrático y luego democrático, porque en principio lo designó el autarca y luego fue pieza fundamental de la restauración  de la democracia española. 

Pero no pudo culminar su propósito de "morir en la cama" ya que tuvo que abdicar por inercias sátrapas. Parece que sus negocios le impulsaron a cometer irregularidades fiscales que le llevaron más tarde a regularizaciones con hacienda. La regularización se produjo ¡pero como si nada! Porque volver a casa por Navidad está cada vez más crudo.

Si todo se suscribiera al ámbito del emérito carecería de mayor trascendencia para el común de los españoles ¡Pero no es así!

Aquí se anda buscando otra cosa.

¿Qué es lo que se anda buscando?

Pues cambiar de configuración la Jefatura del Estado.

Cancelando la Monarquía y restaurando la República.

Eso estaría muy bien si hubiera una voluntad mayoritaria en favor de ese cambio.

Pero hoy por hoy no la hay.

Ni entre los monárquicos ni a lo mejor entre los republicanos.

Porque el actual monarca no ha hecho, que se sepa, algo indebido.

Y además tiene buena pinta.

Y no hay a la vista, que sepamos, un presidenciable republicano con mejor pinta.

Dice el líder de Podemos que más pronto que tarde habrá en nuestro país una república...

Y otro correligionario suyo que carece de lógica una monarquía en el siglo XXI 

¡Pues hay varias!

Ya digo, que mientras el pueblo soberano no esté por la labor de propiciar de una república, forzarla así por las buenas...

Me parece que está fuera de lugar.



lunes, 7 de diciembre de 2020

De sabios es rectificar.

 



CRUZ O CROISANT.

Tengo un amigo que viene a ser politólogo del antiguo régimen que decía, lúcidamente, que jóvenes falangistas en las postrimerías del régimen se plantearon una salida al franquismo cuando el generalísimo pasara a mejor vida, llegando a la conclusión de que tendría que ser una monarquía.

En tal caso había dos opciones: al estilo "marroquí" o al estilo "europeo".

Y que al estilo "marroquí" no era plan.

Y para acceder al estilo "europeo" era condición indispensable que se instaurara una democracia a secas. O sea, que ni orgánica ni nada.

Se optó por la solución del caudillo que consistía en ignorar un peldaño en el orden dinástico, pasando del abuelo al nieto eludiendo al hijo del último rey. Y así se hizo.  

Y se logró, tras dificilísimos equilibrios, una democracia perfecta para sustentar la monarquía .

Y el nuevo sistema funcionó bastante bien durante mucho tiempo.

Pero el monarca, pelín transgresor, por lo que fuere  tuvo que dimitir.

En el transcurso del amasado de una fortuna propia de un monarca no se tomó la precaución de satisfacer las exigencias de la hacienda pública.

Como monarca disfrutaba de una inmunidad que era como una buena capa que todo lo tapa.

Pero al dejar de serlo se evaporó la incondicional protección.

Y anda la cosa dando tumbos

Recientemente los abogados del emérito han pedido una regulación del sector correspondiente a las negras tarjetas ¡Y se ha formado el pollo!

Cuando en realidad habría que haber aplaudido tal decisión y animarlo a regularizar toda su fortuna.

Porque es que al final, con tanto trajín y el refugio  en la Península Arábiga, está resultando una monarquía más "marroquí" que "europea". En contra de las precauciones del inicio.


domingo, 6 de diciembre de 2020

Se impone un cambio.


 

NUEVO AÑO NUEVO.

Estamos en la recta final de un año bisiesto y sieso.

Terminará este año, y empezará el siguiente el mismo día en todo el mundo ¡pero a diferente hora!

¿No es raro?

Porque cuando en la noche de año nuevo suene la última campanada en la Puerta del Sol (esta vez se espera desierta por mor de la pandemia) y el respetable se haya tragado la última uva, en la España peninsular y en la balear ya se estará en el 2021 mientras que en la canaria aún se estará todavía, durante una hora, en el 2020.

Y más al oriente habrán llegado al 21 muchas horas antes.

Y más al occidente aún permanecerán en el 20 muchas horas después.

Repito ¿no es raro?

¿No sería lo suyo que en todo el mundo se cambiara de año al mismo tiempo?

¿No sería preferible elegir, aunque fuera por sorteo, un meridiano y atribuirla la hora cero? con lo que todos tendríamos la misma hora.

Se dirá que no sería la "hora solar" más que en un sitio...

¡Pues si la hora solar no es en ningún sitio! 

La cambian de invierno a verano, y ninguna de las dos lo es verdaderamente porque también la han cambiado. Y en países muy grandes alteran el "uso horario". Aparte de que como la Tierra es redonda y tan grande el Año Nuevo en el hemisferio Norte es en invierno y en el Sur en verano. Y en el ecuador siempre es verano y en los polos invierno.  

Con esa hora universal de inicio del año en unos sitios será de noche y en otros de día, por la mañana o por la tarde ¡Y qué más da! Una vez nos pilló el Año Nuevo en Buenos Aires y en la tele hicieron el paripé de simular una celebración de Año Nuevo a las 7 de la tarde para agradar a los telespectadores "gallegos" sería. Y otra vez que nos pilló en Jaipur, que ya no aguantábamos más el coñazo de la fiesta en aquel hotel nos piramos a la piltra a las once y media, mientras nuestra hija decía "serán la 12 en algún sitio".

¿A qué viene todo esto?

Pues que este año, con la jodienda esta del coronavirus, no vamos a quedar con los nuestros ninguna noche y hemos pensado comernos las uvas de día ¡como si estuviéramos en China en el supuesto horario universal!

Para lo cual tendremos que mercarnos un gong. Porque doce golpes con ese instrumento pegarán para el caso mucho mejor que las doce campanadas.