Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

viernes, 25 de octubre de 2013

Cuento para niños.



EL ARCA DE NOÉ.

Iba a contarle a mis nietos la historia del Diluvio Universal, pero la versión oficial conforme con El Génesis me pareció tan truculenta que preferí tunearla un poco. Por otra parte vi en la casa que tiene mi amiga Carmen en San Feliú de Guixols una estampa Noé en su Arca que me dejó prendado. Con ambas cosas hice este post.

El caso es que, según dicha historia, en la antigüedad más remota empezó a llover horriblemente. Llovió continuamente, noche y día durante cuarenta días y cuarenta noches. Pero para tan gran catástrofe no me parece que durara mucho.

Crecieron los ríos. Se iban inundando pueblos enteros y el agua iba subiendo y subiendo, entraba en las casas, llegando a los tejados hasta que se las tragaba completamente.

Los campos desaparecieron  y en su lugar se formaron lagos de los que sobresalían matas que eran los extremos de las copas de los árboles más altos, Y luego también desaparecían bajo las aguas formándose un mar cubierto de nubes oscuras de las que caía una lluvia espesa sin parar.

Desaparecían los animales y la gente y en esa especie de mar subía y subía la marea inundándolo todo. Las partes más altas de las montañas parecían islas que según llovía se iban reduciendo hasta desaparecer bajo las aguas.

Noé que era un viejo que vivía en lo alto de un monte se olió la tostada y dijo ¡A mí esta tormenta no me pilla! De modo que les dijo a los vecinos del pueblo:

Vamos a construir un barco enorme, y nos vamos a meter dentro con nuestras cosas y nuestros animales y así nos salvaremos.

Y dijo otro vecino:

Si, pero con la que está cayendo se va llenar de agua y se va a hundir ¡Y nos vamos a ahogar todos!

¡No hombre no! que le ponemos paredes y un techo.

¡Pues va a parecer un arca!

Pues eso ¡el Arca de Noé!

Y dicho y hecho. Se pusieron manos a la obra. Y en el mayor granero que tenían empezaron a construir un barco con las maderas de las casas que iban deshaciendo.

Trabajaron día y noche y en menos de una semana tenían hecho un barco gigantesco de varios pisos con tejados, ventanas y rampas interiores.

En todo ese tiempo no había parado de llover y el agua iba subiendo. Y se encontraron todos, personas y animales apretujados en una pequeña isla, que es lo que quedaba de esa montaña. Y en lo más alto de la isla estaba el granero con el Arca de Noé dentro.

Por una rampa fueron subiendo los animales llevados por las personas. Y también iban metiendo los sacos de harina, de arroz, de legumbres y canastas de verduras y de frutas.

Y en esto que aparecen los lobos, los zorros y otras fieras.

Y qué hacemos con estos ¿los abandonamos?

¡No, hombre no!

¡Pero es que nos van a atacar a nosotros!

Pero ¿no veis lo asustados que están?

Luego aparecieron tigres y leones chorreando de agua y pidiendo por favor que los dejaran subir.

¿Qué hacemos?

Mira, dejarlos subir que se van a portar muy bien ¿Os vais a portar bien?

Y todos decían que sí con la cabeza.

Ya el agua estaba llegando al borde de la rampa cuando aparecen unos elefantes, unos hipopótamos y unos rinocerontes.

¡Si es que no cabéis ya!

Que si hombre ¡que si cabemos!

Pero ¿es que hablan los elefantes? dijo Noé.

¡Pues ya ves! dijo su nieto.

Estaba el arca abarrotada. No cabía ya ni una mosca y en esto que aparecen unos cocodrilos con cara de querer colarse. Y Noé les dijo :

No majos. Vosotros os vais nadando ¡Que ya está bien!

Subidos en el techo del Arca de Noé unos vecinos desmontaron el tejado del granero. Mientras que retiraron la rampa de entrada y el agua entró a borbotones reventando el granero. Y el Arca de Noé empezó a flotar perfectamente y a navegar en medio de la tormenta sobre un océano en el que no se podía ver ni un palmo de tierra firme.




jueves, 17 de octubre de 2013

Estamos en un atolladero.


EL "PEGAMENTO" NACIONAL.

Este tema del referéndum catalán es cosa del futuro porque ni pertenece al presente la celebración del referéndum ni mucho menos la independencia de esa región española. 

Lo que pertenece al presente es el mal rollo, la inquietud, la incertidumbre, el deseo expreso de unos catalanes a ser independientes y la duda respecto al deseo de los silenciosos, si serán mayoría o minoría.

Cataluña, hoy por hoy, es una región española, una de la 17 comunidades autónomas que, todas juntas conforman España. Pero ninguna de ella es España a la que están unidas todas las demás. De modo que si Cataluña y luego todas las demás se separaran   España desaparecería, como ha desaparecido Yugoslavia tras su desintegración en Servia, Croacia, Bosnia y Herzegovina, etc.

España es el resultado de estar "pegadas" 17 regiones. Ergo es importante saber ¿cuál es la naturaleza del "pegamento"? es decir ¿cuál es la legitimadad de España?

Los partidarios del referéndum, los independentista y los que no lo son, lo tienen claro: el "pegamento" tiene que ser la voluntad popular. Pero ¿lo es realmente?

El gobierno no entra por ahí ¿Por qué? Pues seguramente porque piensan los que lo forman y los que lo mantienen que el "pegamento" no es ese. En tal caso que digan cuál es. O sea que digan cuál es la legitimidad de España. Podría no decirlo si la cuestión no estuviera planteada. Pero lo está.

La situación es que quien lo sabe no lo dice. Y se devana uno los sesos tratando de encontrar la solución del enigma ¿Cuál será el "pegamento" nacional para el gobierno y los suyos? ¿La Corona? ¿la fuerza de las fuerzas armadas? ¿el poder de los poderes fácticos, que tampoco está muy claro qué es eso? 

Se tendría que debatir amplia  y lealmente el alcance que tendría la independencia para Cataluña. Sopesar las ventajas y los inconvenientes previsibles. Y no es solo cuestión de números, de fríos intereses, sino también de sentimientos, de afectos. Porque lo que más me jode a mí de todo esto es el desafecto de los nacionalistas catalanes ¿por qué les incomoda tanto ser paisanos míos?

En mi modesta opinión, y supongo que en la de mucha gente, si se hiciera en breve una consulta, la adecuada, a escala nacional supongo, o la que se determinara legítimamente, la voluntad mayoritaria sería que Cataluña siguiera formando parte de España. Porque seguramente hoy tan solo una parte de los partidarios del referéndum es independentista. La otra parte quiere que pregunten para contestar que desea la continuación de Cataluña en España.

Los catalanes que desean la continuidad de Cataluña en España ¿por qué piden el referéndum? Pues porque son partidarios de que la legitimidad de España sea la voluntad popular, y quieren que eso quede meridianamente claro. 

Pero el gobierno de este país y los que lo sostienen, no son partidarios de la claridad. Prefieren la oscuridad. Y este oscurantismo es el que nos perturba. Dejar pudrir el tema tan solo lleva a que la parte independentista vaya creciendo a expensas de la otra y que la acritud y el desencuentro vayan aumentando. Y además puede acarrear los resultados más indeseables y descubrir lo peor: que lo que nos unen son manos de hierro con guantes de seda. Y que el "pegamento" consista en que en cualquier momento puedan empezar a "pegar" guantazos sin miramientos.



viernes, 11 de octubre de 2013

Minorismo mayoritario.



EMPLATAR.

Si hay un verbo horrible ese es emplatar, que expresa la monomanía de disponer la comida en un plato como si se tratara de un cuadro abstracto. Platos-cuadros redondos y también cuadrados.

Emplatar es una originalidad. Pero cuando todos los cocineros toman la determinación de ser originales del mismo modo ¡pues dejan de serlo automáticamente!

A mí me parece bien disponer los alimentos en los platos artísticamente, porque "también se come con la vista".

A los "emplatamientos" les pasa lo que a las "instalaciones". Bien mirado toda exposición es una instalación. Porque los cuadros, las esculturas o lo que sea no se ponen de cualquier modo, sino sabia y sensiblemente dispuestas.

Del mismo modo la comida debe quedar bien dispuesta en el plato. Por ejemplo una fabada, de esas que hacen época, es un mosaico de judías bañadas de un vaporoso caldo espesito y de color entre siena natural y anaranjado del que emergen islas suculentas de chorizo, lacón, oreja, tocino y otro estimulantes del colesterol. Cuando uno se sienta a la mesa los platos están vacíos y cuando se van colmando surge esa vistosa plasticidad sin que el que sirve sea un artista del grafismo y del equilibrio de las formas. Igual pasa con un "segundo". El que sirve deposita en el plato las crujiente y humeantes chuletas. Un conjunto de dorados prismas de patatas fritas  o bien a la molinera y unas tiras rojas brillantes de pimiento asado ¡y no tiene que ser un picasso para que aquello tenga una vista fastuosa! 

Ve uno ahí en la tele a esos cocineros, encorvados y con maneras de relojero que van colocando las virutillas de lo que sea sobre el trocillo de carne o de pescado y luego le echan la firmilla de salsa por encima de la islita de comida y sobre el plato vacío en su mayor parte ¡Y lo que más me jode es que lo manosean todo! Y tiene uno que ingerir la invisible flora bacteriana de sus dedos ¡que ya pueden lavárselos lo que quieran! No cabe otro consuelo que saber que las bacterias del cocinero que uno se traga están bien lavadas.

Si está muy bien que algunos hagan eso ¡pero que lo hagan todos me parece excesivo! 

Pero no nos engañemos. De esos restauradores no es toda la culpa. Sino que tienen que compartirla con sus clientes. Porque, por lo que parece, a mucha gente le gusta peer en botija. Sentirse importante. Que le sirvan exquisiteces y virguerías como corresponde al marqués que se tiene uno creído que es. 

viernes, 4 de octubre de 2013

El pretérito sublimado.




HISTORIAS DE ESPAÑA.

Hay una historia de España edulcorada y heroica que es la que le meten a los chiquillos en el colegio y otra agria escrita por los enemigos. Y claro, cuando se huye de la primera se cae fácilmente en la segunda. Se huye de la primera porque es tendenciosa, pero es que la segunda también lo es. Hay historias más leales, hechas por historiadores decentes, pero hay que buscarlas afanosamente y con suerte se pueden encontrar.

El caso es que España es un sitio interesantísimo. La Península Ibérica, Portugal y España, es un balcón abierto al Océano Atlántico, el mar exterior, como Grecia antes e Italia después lo fueron para el Mediterráneo, el mar interior. Y desde esos balcones se ha civilizado una buena parte del Mundo.

Y no solo es interesante el papel activo de la Península Ibérica, también el pasivo. La romanización de la Península Ibérica fue un hito que motivó el inicio de una nueva era, la Era Hispánica. El papel de Hispania en el Imperio Romano fue sobresaliente, prueba de ello es que dio algunos emperadores. 

Por otra parte dos civilizaciones, la judía y la musulmana, nombran este país a su gusto: Sefarad y Al Ándalus. Y ambas tienen como timbre de gloria el haber  estado radicadas en la Península Ibérica, Los sefarditas forman una de las dos grandes ramas de la civilización judía y aunque no hay un equivalente en la musulmana nuestro país es el pretérito añorado por ellos.

Me sorprendió mi amiga Manola cuando me dijo, hace ya mucho tiempo, que España fue hasta el XIX un país enorme, como lo es hoy los Estados Unidos. Cuya lengua se hablaba en todo el mundo, todavía se habla en una buena parte, y que todo el mundo seguía, como se hace hoy respecto a los Estados Unidos, sus criterios, sus costumbres y su moda, por ejemplo el sombrero de tres picos tuvo un alcance universal, y era una moda española. Luego esa confederación hispánica se fraccionó, porque ese era el signo de los nuevos tiempos.

El español no fue propiamente un imperio al estilo británico. Fue un estado confederal con monarcas comunes a todos los estados confederados. Hace ya mucho le oí, por la radio o por la tele, al historiador venezolano Pietri que había hecho una historia de su país dividida en tres partes: Precolombina, Colonial e Independiente. Y que al segundo periodo lo había titulado así por seguir la convención al uso y no porque su país hubiera sido nunca colonia de nadie. Lo diría porque su país formaba parte de la  Corona de España con paridad con los demás países confederados, entre ellos la propia España. Es humillante para los países latinoamericanos tener un pasado colonial ¡no sé por qué lo aceptan! Si además no es verdad. No es más que una interpretación de la realidad ¿por qué adoptar la más adversa?

Verdaderamente yo no defiendo ninguna historia oficializada, ni propia ni extraña, porque no me las creo, pero si uno se arrima a una historia verdaderamente profesional se queda admirado. Y no lo digo con orgullo, porque no me siento orgulloso por nada y mucho menos por algo en lo que no tengo ningún mérito. 

Me parieron aquí sin preguntarme siquiera.