Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

domingo, 28 de febrero de 2010

El presempretérito.

Este post 155 del Salterio se lo dedico a Mari Sol y a Fernando, que alimentan mi pasado con más que con regañás.LA REGAÑÁ.

Hace unos días me trajo mi hermana de Huelva unas regañás. Porque sabe que tengo fijación por ese pan.

Hay que tener en cuenta que yo nací al principio de la década del hambre, aunque hambre no pasé ninguna gracias al celo de mis padres que guardaban para ellos solos cualquier estrechez que saliera al paso.

Y yo anhelaba el negro pan al uso, despreciando el pan blanquísimo que me amasaba mi madre con la harina que podía conseguir con mucho esfuerzo y que luego llevaba a hornear a la panadería de la calle del Puerto.

De ese pan negro como el carbón vi como sacaban una vez un trozo de cuerda. Por eso tenía vetado el pan de la panadería en esa era fatídica era y me libré de comer tanta basura y también me perdí las regañás que no tenían una pinta muy saludable.

Cuando la situación fue mejorando también mejoró el pan. El de uso más común era el candeal, y sobre todo para las meriendas había las “vienas”, que son bollos pequeños más oscuros, esponjosos y flexibles que con aceite y azúcar constituían un delicioso manjar. En Sevilla había, y supongo que lo haya todavía, unas piezas de pan de Alcalá de Guadáira, o de “Alcalá de los panaeros”, con miga blanca como la leche, corteza también blanca aunque algo dorada ¡teta de novicia! reventonas, firmes y con durísimos pezones.

No se si en esa época de bonanza sobrevivieron las regañás por algún tiempo. Hoy desde luego es imposible encontrarlas. Ese “pan famélico” era delgado, duro y carente totalmente de miga. Completamente agujereado por mediación de tenedores. Nunca lo he probado y se me iban los ojos detrás. Ya han desaparecido totalmente, aunque dice mi cuñado que aún lo fabrican en Sanlucar la Mayor.

El eco de las regañás persiste y es muy corriente encontrar en las panaderías y en los “super” unas bolsas de tortitas muy pequeñas, con sus agujeritos característicos, junto a las de roscos y a las de picos. Y esa que me trajo mi hermana, que es de tamaño natural, no es propiamente una regañá, sino un simulacro para contentar a nostálgico como yo ¡que debe haber muchos! Pero el caso es que está buenísima, seguramente mucho mejor que las genuinas. Aunque eso es algo que seguramente nunca llegaré a saber por experiencia.



domingo, 21 de febrero de 2010

La lengua franca.

Este post nº 154 del Salterio se lo dedico a Xu, que puede obrar el milagro.


LEER EL CHINO EN ESPAÑOL O EN CUALQUIER IDIOMA.


Llevo no sé cuantos años liado con la escritura china. Y no progreso mucho. Eso es debido a que soy, por naturaleza, un mal estudiante. Porque si me pusiera organizadamente a estudiar de modo sistemático la escritura china, ahora podría leer perfectamente un texto chino en español ¡Que es exactamente lo que me gustaría!

No tengo el menor interés en saber hablar en chino. Ni entender lo que pudieran decirme en chino. En cambio me gustaría mucho escribir en chino, de modo que tal escrito fuera comprensible por los chinos. Y leer un texto chino. Pero leerlo en español, no en chino.

Eso se puede hacer con el chino, pero no se puede hacer con el francés, el inglés, el alemán, etc. Se podría “leer” en cualquiera de esos idiomas sin conocerlos, siempre que se conocieran las reglas de pronunciación ¡pero no se enteraría uno de nada! Y eso no es leer.

En cambio el chino se puede leer en cualquiera de esos idiomas, siempre que se conozcan los caracteres y el modo de construir las frases ¡Sin necesidad de saber decirlo en chino! Porque la escritura china no es, como la nuestra, un conjunto de anotaciones de los sonidos. Sino que son “dibujos” esquemáticos o abstractos totalmente codificados con los que se pueden expresar los diversos conceptos.

Nuestras palabras orales son sonidos que expresan los conceptos. Y nuestras palabras escritas son anotaciones de aquellos sonidos. Existen, por tanto, palabras escritas y palabras sonoras. Las palabras escritas están compuestas de letras. Las sonoras no. Por eso los analfabetos son iletrados, que no conocen las letras y no pueden leer ni escribir ¡pero pueden hablar perfectamente!

En español, y otros idiomas europeos, la escritura es la anotación gráfica de las palabras verbales. En chino es al revés. El chino oral es expresión verbal del chino gráfico.

Seguramente en chino no existan más palabras escritas que las del “pinyin”, que es el modo de escribir chino con nuestro alfabeto. Y posiblemente el chino verbal si tiene palabras, en el sentido que las tenemos nosotros. Y pienso que las palabras verbales chinas se refieren indirectamente a la realidad a través de los ideogramas, porque hay muchos más ideogramas que palabras verbales. Ya que a muchos ideogramas distintos les corresponde la misma palabra sonora.

Los ideogramas no son palabras compuestas por letras. Sino, como digo, son dibujos. Muchos ideogramas son simples, los radicales, y otros compuestos de estos. Cuando se dice “letras chinas” se está hablando muy imprecisamente.

Pero volvamos al tema de leer en español, francés, inglés, alemán, etc. en chino. Eso es posible porque a los ideogramas le pasa algo muy parecido a lo que le pasa a los números.
Si, por ejemplo, un español ve 5 lee “cinco” y un francés “cinq”, un italiano “cinque”, un ingles “five” un alemán “fünf”, etc.

Siempre que sea conocido, el siguiente ideograma

podrá ser leido por alguien de habla española o italiana, y leerá “persona”. Si es de habla francesa leerá “personne”. Si es de habla inglesa o alemana leerá “person”.


Para poder leer el chino, sea en español o en chino o en lo que sea, hace falta tener “vocabulario” y saber cómo se construyen las frases en chino. Pero esto es muy fácil, porque se construyen como en español, más o menos.

En realidad lo mismo que los chinos tienen el pinyin yo echo de menos el disponer de ideogramas chinos para escribir en español. En realidad es lo que ocurre con el chino y el japonés. En el plano oral el chino y el japonés son idiomas totalmente distintos. Pero se ha empeado la misma escritura para los dos idiomas orales. Es que los japoneses, que no tenían escritura, o si la tenían no les gustaba, adoptaron la escritura china para poder escribir. De modo que este ideograma

tiene el mismo significada en los dos idiomas, pero la forma sonora es totalmente distinta, ya que en chino es “rén” y en japonés “hito”. Y como eso todo.

Como veis leer el chino en español no es ninguna tontería. Pero no me parece fácil vender esa moto. Aunque sería muy bueno poder hacerlo. No solo para entendernos con los chinos, sino con cualquier europeo que escribiera en chino, aunque no lo supiera hablar. Porque sería casi como darle a la lengua la versatilidad que tienen los números ¡Los números no hay que traducirlos! El chino escrito es la verdadera lengua franca. Y así lo han venido usando, durante siglos, navegantes de todo el mundo en la cuenca del Pacífico.

Este es un cuadro mío basado en el ideograma "mujer".

domingo, 14 de febrero de 2010

Perturbados inmortales.

Este post es el nº 153 del Salterio.PARACAS



Hace unos días vi en el Museo de América una exposición interesantísima. Compuesta sobre todo por telas bordadas. Resulta un poco abrumadora porque son tantas las figuras que hay en cada tela, tan parecidas y a la vez tan diferentes que parece el juego de los 7 errores. Es una visión un poco agotadora y llega uno a la conclusión de que no se está enterando de casi nada porque resulta inabarcable lo que hay en cada tela. Y es que además hay muchas, la mayoría de las de más de ochenta piezas expuestas. Aún la podéis ver porque está hasta el 14 de febrero.

Resulta que en la desértica península de Paracas, que está en el Perú, se produjo en época muy antigua para América, 400 años antes de nuestra era, una rica cultura que duró 500 años. El caso es que un prócer llamado Julio C. Tello exhumó entre 1925 y 1927 nada más y nada menos que 400 fardos funerarios. Compuestos cada uno de ellos por la momia en cuclillas, envuelta en una gran cantidad de telas. Unas lisas y otras ricamente bordadas. Y todo perfectamente conservado gracias a la sequedad del ambiente del desierto.

La referida exposición lleva por título “Mantos para la eternidad. Textiles Paracas del antiguo Perú”. Para la eternidad iban, hasta que llegó Don Julio C. Tello y lo desenterró todo y se jodió la eternidad de aquellos ingenuos que no contaban con los saqueadores de tumbas. Porque saqueadores son tanto los que las esquilman para vender sus tesoros a los horteras coleccionistas privados, como los que lo hacen para engrosar las colecciones de los museos del estado.

¡Qué puta falta de respeto! Aunque aquellos no fueran unos angelitos precisamente. Porque si la interpretación de los dibujos es correcta, alguno de sus adornos consistían en collares de cabezas cortadas.

Lo suyo hubiera sido hacer fotos, videos y lo que fuera y volverlo a atar todo y dejarlo en su sitio ¿no? Máxime cuando parece que la costumbre de aquella gente era desenvolverlos de vez en cuando y añadir nuevos y ricos elementos. Algo así como hacen los habitantes autóctonos de Madagascar actualmente.

Una vez que nos dimos un garbeo por un sitio en el sur de Suecia vimos una gran cantidad de montículos y nos dijeron que eran túmulos neolíticos. Y parece que no tenían intención de descubrirlos. Claro es que hay cosas que son la pera, porque en realidad son invisibles. Por ejemplo, los dólmenes son túmulos de tierra con estructuras internas de piedra. Si los dejan tranquilos no se puede ver como son por dentro. Y si los descubren para verlos, los destruyen ¡Y entonces tampoco se pueden ver como son realmente!

Pero el género humano opta preferentemente por la destrucción ¡que coño!

Recordaréis que no hace mucho pasó relativamente cerca de la Tierra un cometa. Y como estaba a huevo le tiraron una bomba. También bombardearon recientemente el polo sur de la Luna ¿no lo recordáis?

Es que Gila, el pobre, se quedaba corto.



domingo, 7 de febrero de 2010

Mercaderes del templo.

Este post nº 152 del Salterio se lo dedico a Miguel Ángel.

VENDEDORES DE PAPELOTE.



Dejó dicho Saussure (¡qué buen tipo Saussure!) que los signos tienen dos caras: significado y significante. Que el significado es lo que interesa, pero que es intangible. Y el significante, que es la materialidad del signo, es un tributo inevitable. Pero es en lo único que podemos incidir para influir en los significados.

En realidad los signos no existen propiamente. O existen en la forma figurada en que existen Don Quijote o Dios. Existe el hecho de que la gente se entiende y se hace entender. Y a ese mecanismo de entendimiento le llamamos signo y teorizamos sobre él todo lo que nos da la gana.

Hay otro gran tipo que se llama Collingwood que vino a decir algo así como que las obras de arte no están colgadas en los museos, ni impresas en los libros, ni en los discos, ni salen de pinceles, plumas, instrumentos musicales, cámaras de foto, cine o vídeo. Sino que están en la mente de quien recibe los estímulos producidos por esos objetos y artilugios. Que con la ayuda de tales estímulos las producen ellos mismo. Y probablemente Las Meninas que vea una persona no sean la mismas Meninas que ve otra.

Con todo, las obras de arte, que son los significados de esos signos, no se pueden vender. Se venden los significantes y hay toda una industria montada en torno al comercio de tales significantes. Y como hasta hace poco quien quisiera el signo tenía que pagar por el significante, el lucro correspondiente a las ventas de esos signos estaba garantizado.

Pero la cosa ha cambiado, porque los significantes se han vuelto en muchos casos tan sutiles e intangibles como los significados. Y los magnates de la industria están que trinan. Y mandan a los “creadores” de sus cuadras al frente a pelearse en una lucha imposible ¡Pues espabílense, joder, e inventen otra cosa! Se quejaba Alex de la Iglesia en la tele de que antes del estreno ya estaban sus pelis encima de las mantas ¡pues yo digo lo que dice mi maestro, que las haga en 3D como Avatar verá como no se las copian!

La gente no roba cuando se baja cosas, está haciendo uso de unos aparatos carísimos y de unos servicios de telecomunicación, también caros, que paga religiosamente ¿O qué quieren, que la gente se gaste la pasta en meter más pasta propia en los bolsillos de esos anticuados empresarios?

Lo que no se puede admitir es que con algo que ha producido unos se forren otros ¡En eso estoy de acuerdo! De modo que aplíquense a terminar con los que suministran copias pirateadas a los manteros y eviten que estos vendan cosas ilegales. Y no vengan amenazando a la gente decente ¡Que persigan a los que especulan con logros ajenos! Pero no a los que usan lo que las nuevas tecnologías les ha puesto al alcance de la mano. Si es que a este paso no te van a dejar que prestes un libro. O pongas muchas veces el disco que has comprado. O te van a obligar a que no lo pongas demasiado alto, no lo vaya a escuchar el vecino por el morro.

Lo mismo que oyes la radio y ves la tele, ves, oyes y usas lo que puedes alcanzar con el ordenador. Y no delinques por ello, ni tienes por qué recibir amenazas de los poderes públicos.

Luego están con la matraca de los que venden falsificaciones de marcas. Bolsos de un millón de pelas a cuatro duros ¡Pero qué absurdo! Ponen los dientes largos y quieren que todo el mundo respete ese juego estúpido en los términos estrictos que más convienen a sus intereses ¡Está claro que un bolso de un kilo no es el de treinta duros, aunque lleve el mismo garabato! Y ponen a los maderos a perseguir esos delitos ¿Para eso pagamos impuestos?

Están con el rollo de que se pone en peligro la industria cultural. Eso es mentira. Lo que se pone en peligro es la industria casposa. Con esos sistemas anticuados de producción lo que se hace es reprimir, e impedir que se exprese quien le de la gana. Porque antes no había posibilidad metafísica de publicar más que lo que quisiera el dueño de la empresa editorial. En cambio ahora el publicar está tirado, y publica quien quiera lo que le de la gana. Sin más prohibición que la calumnia. Véase este blog para no ir más lejos. Si ven que con el negocio con el que se venía forrando se viene abajo ¡pues cambien de negocio y no jodan!

Yo vi una vez en una librería en Londres a un empleado que arrancaba la portada de los libros que no había vendido y acumulaba como papelote todo lo demás. Tales portadas eran las justificaciones de los libros no vendidos para liquidar con el proveedor. El resto, como digo, lo vendían como papelote. Aunque, bien pensado, para ellos papelote era todo, sólo que una parte la habían vendido más cara.