Este post, precedido por esta imagen que no es del Salterio, pero como si lo fuera, está deicado a Bernarda y a Pedro.
EL COLOR QUE ESTÁ DE MODA.
Barack Obama ha puesto de moda lo moreno. Y ha puesto de moda América del Norte entre los progres. Y ha sacado de escena al KKK.
Se dice que es el primer presidente negro. Y no es verdad. Porque este señor no es negro, negro es su padre, y blanca es su madre. Él es, mestizo. Luego es perfectamente lógico que un país que es mestizo, tenga un presidente mestizo ¡Es lo que pasa siempre! Los países con mayoría de blancos tienen un jefe de estado blanco, los de negros los tienen negros, los amarillos, amarillos, etc. El caso es que USA ha dado una lección al mundo, por hacer (dejar de no hacer) lo que procede.
Claro que nada de esto es cierto, porque los negros no son negros, sino tirando a marrón. Ni los blancos son blancos, sino rosita y los amarillos rosita como los blancos.
Y queramos o no, nos metemos de lleno en el tema del racismo.
Me leí una vez en Alianza el libro de Paulette Marquer “Las razas humanas”.
Creo recordar que en ese libro se dice que efectivamente se puede hablar de razas, como tipologías humanas referidas a la geografía física. Pero como la gente viaja se forman unos batiburrillos de difícil seguimiento. Aparte de que las razas son el efecto de los viajes de las poblaciones.
Desde luego las razas de las que se habla en ese libro no tienen nada que ver con las razas del racismo, porque hay muchas razas de gente con la tez clara, y muchas con la tez oscura, por lo que el color de la tez ayuda poco a la taxonomía. Las razas tienen más que ver con las épocas en las que se perfilaron.
Todas las razas se cree que proceden de lo que se llama una “población salvaje”. Que es la que carece de rasgos generales, sino que los tiene de todas las clases. Tiene un aspecto muy parecido a la población formada gente de todas las razas que vinieran mezclándose desde hace mucho tiempo.
De una población salvaje se decantan las diversas razas. Se supone que la población salvaje de la que proceden las diversas razas humanas existió, y creo que existe aún, en el nordeste de África, por Etiopía y Sudán.
La primera raza que se decantó viajó por el sudeste de Asia y terminó en Australia, dejando un rastro de razas emparentadas.
La siguiente, con su racimo de razas correspondiente, llegó al este de Asia y de allí a América.
La siguiente, con su estela, llegó a Europa, y de ahí a América.
Y la más moderna de todas, no debe tener mucho más de 10.000 años, es la de los negros de África ¡Hace 10.000 años, seguramente, no había negros en África, ni en ningún sitio! Sus muchas variedades desplazaron a poblaciones africanas de otras razas, como los bosquimanos. Ya en época histórica se ha extendido por América y ahora podemos ver como se extiende por Europa.
Con esto quiero decir que el tema de las razas es muy complicado y tiene poco que ver con el racismo, que es una teoría peregrina y carente de fundamento.
El racismo, además de cruel y despiadado es bastante ridículo. Por eso me indigna. Sobre todo por lo que tiene de estúpido. Hombre si a causa de mi raza (ibérica de pata negra) me estuvieran tocando continuamente los cataplines estaría más jodido. Como una vez en Paris cuando un gabacho gilipollas señalaba mi piel y se sorprendía que fuera tan oscura y me miraba por eso por encima del hombro ¡será cabrón!
Los racistas tienen una lógica tan estúpida, por ejemplo: dice de Obama que es negro. Pues es tan negro como blanco. Porque si el padre es negro y la madre es blanca, será de los dos ¿o no? Parece que blanco es el que no tiene nada de negro y negro tanto el que tiene un poquito como el que lo tiene todo ¡pues vaya una lógica!
En este país estamos poco entrenados en temas de racismo ¡Había tan pocos negros hasta hace poco! Aunque ya son frecuentes.
La primera vez que vi a un negro era yo un chaval. Antes había visto dibujos, fotos, películas y al rey Baltasar en la cabalgata de de los reyes magos, que estaba tiznado con corcho quemado. Pero ese primer negro, que vi realmente, era un marinero brasileño que había llegado a Huelva en uno de esos saraos colombinos que congregaba a barcos de las armadas de muchos países americanos. Estaba rodeado de chiquillos con la boca abierta de verlo con ese color de chocolate, y lo tocaban, a ver si desteñía, supongo. Aquel hombre comprendía el asombro inocente de los chicos y no se molestaba y satisfacía amablemente la curiosidad que despertaba.
Tengo que decir por último que si conozco a un negro, y sobre todo si es amigo mío, ya no le veo cara de negro. Porque ser negro –supongo- es una cualidad general, absolutamente incompatible con lo particular ¡Tampoco veo, por ejemplo, que mis nietos sean blancos! Es que es una chorrada, de verdad.
A ver si el fenómeno Barack Obama sirve también para ir soltado esta empanada racial.