Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

jueves, 23 de abril de 2020

Indulgencia plenaria.



LA INFALIBILIDAD DE LOS ARTISTAS.

El papa no es infalible.

Los artistas sí.

Los artistas no se equivocan nunca.

¿Por qué?

Porque es metafísicamente imposible.

Se puede incurrir en error cuando se afirma algo que no es verdad, o sea que es mentira.

Volvemos a lo de siempre.

La realidad está ahí.

Y la descripción de la realidad puede ser verdadera o falsa según se ajuste o no a la realidad.

Y como nadie tiene la virtud de describir la realidad verdaderamente, porque su visión siempre es parcial, todo el mundo, incluso el papa pueden confundirse o mentir.

Pero los artistas, como tales, nunca describen la realidad, sino que inventan realidades.

Luego como tales invenciones que son, no describen nada, versan sobre sí mismas.

A veces los artistas se basan en descripciones de la realidad, pero el resultado es una obra de arte que parece verdadera o falsa, pero no es más que una invención, que en ningún caso hay que tomar al pie de la letra como una descripción de la realidad.

Siempre ¡Siempre! es una fantasía, por más veraz que parezca. Una obra artística nunca explica nada.

Lo que hace es invitar a la reflexión, pero creéroslo al pie de la letra ¡es absurdo!

Las obras de arte nunca describen verdadera o falsamente una realidad.

¡Porque son realidades!

Pero el artista "no es un todo", sino una parte, que con otra parte, que es el espectador, forman un todo.

Por lo tanto las "realidades artísticas" que proponen los artistas pueden parecerle a la "otra parte", al público, una birria y en tal caso no la tiene que tener en consideración.

Y ¿cómo sabe uno?

Bueno, le puede hacer caso al juicio de un experto, pero lo suyo es que uno mismo se lo plantee y obre en consecuencia.

Pero si dejar de tener en cuenta que siempre es invención de una realidad artística y nunca descripción de una realidad del mundo.

Por eso cuando la emprenden con humoristas tocapelotas y los castigan está muy mal. En todo caso se le podría declarar felones y gilipollas.

Un ejemplo de lo que estoy diciendo es este mismo post.

Será una pieza de escaso valor, pero de naturaleza artística, y como tal una realidad en sí misma, que invita a la reflexión.

Pero como tal realidad artificial ni es verdad ni es mentira. Y tomarlo por una o por otra sería un error. Pero indudablemente es una realidad.

¿No os parece?



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