NO HAY 2 SIN 3.
En la festividad del orgullo querría
comentar algo que creo que ya he comentado anteriormente porque no me parece que esté
de más insistir.
Resulta que la REALIDAD es como
es. O mejor dicho: será como sea.
Y se puede observar y opinar de
ella a pelo.
Pero también con ayuda de la
ciencia y el consenso autorizado y alcanzar la VERDAD, si la descripción es
cabal, o caer en la MENTIRA si no lo es.
Lo que pasa es que una mentira
repetida muchas veces y mantenida por la autoridad competente figurará como
verdad, aunque indebidamente.
La verdad es que si se observa el
extremo inferior del tronco de los cuerpos humanos se nota que en unos es cóncavo y en
otros convexo y se dictamina "es mujer quien lo tenga cóncavo y hombre
quien lo tenga convexo". Y de ese modo se deja resuelto el tema
concluyendo que hay 2 sexos.
Pero la realidad no es tan
simple, porque a veces nacen criaturas cóncavas y convexas a la vez y resuelven
quirúrgicamente el dilema rápidamente atendiendo al criterio de los
progenitores, y no al del bebé, porque aún no lo tiene y deciden los mayores no
esperar.
Otras veces los factores que decidirían
la masculinidad o la feminidad no son tan claros y objetivos y se produce toda
una gama más extensa: cóncavos que se sienten hombres, convexos que se sienten
mujeres...con lo que en vez de 2 sexos ya tenemos 4.
En momentos históricos rigurosos
la autoridad competente lo resuelve a mamporros reprimiendo de mala manera las
divergencias respecto a las reglas más simples e inequívocas, dándole un
sangriento empleo a la navaja de Okham. Y además el respetable se muestra muy poco
respetuoso.
A mí me parece que lo primero de
todo es rechazar el dogma de que hay 2 SEXOS y proclamar que hay por lo menos 3:
masculino, femenino y neutro, o hermafrodita o lo que se quiera.
Realmente no existen los sexos,
existen las personas. Que según el aspecto que se les observa se clasifican y
se ponen en los grupos que artificialmente se han establecido. Si con dos queda
resuelto el problema se establece oficialmente dos. Pero si algunos no encajan
se inventan nuevos grupos con nuevos nombres para que puedan encajar "cómodamente"
todos los humanos en los diversos grupos. Cuantos menos mejor, pero no tan pocos
como para que algunos no encajen o encajen mal.
Y lo segundo es reclamar el debido espeto para todo el mundo. Tenga el sexo que tenga, ortodoxo, heterodoxo o como sea. Y para eso no hay que esperar
al cambio de dogma.
¡Porque ya se está tardando!
2 comentarios:
Totalmente de acuerdo D. Tomás
¡Menos mal que hay alguien!Porque lo que más se aprecia es que cada uno tira del lío desde su sitio ...cuando lo que hace falta es salir del lío!!! Hay que buscar el entendimiento ¡que tor mundo egh gueno! pero, claro, no hay que ver enemigos por todos sitios. No es buenismo lo mío, pero tanto malismo resulta ya muy cansino.
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