Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

domingo, 9 de junio de 2019

Sombras nada más.



UN MUNDO DE CIEGOS.

El nuestro es un mundo de ciegos.

Un mundo para ciegos.

Un mundo donde los ciegos están cómodos.

Porque con un bastón, o un perro, o un lazarillo se apañan.

Y con el brille. O con el libro leído.


¿Cuál es el problema de los ciegos?

Que no perciben los estímulos visuales.

Carecen de uno de los cinco sentidos que tenemos.

Donde otros seres tienen más.

Los hay que sienten los campos eléctrico, o los magnéticos. Nosotros no.

Y dice Mancuso, neurólogo vegetal, que las plantas disponen de nuestros cinco sentido ¡y diez más!

Verdaderamente los humanos usamos principalmente  tan solo dos de los cinco sentidos de los que disponemos.

El oído y la vista.

Usamos muy poco el olfato. En comparación con otros seres, como los perros.

Poco el gusto.

Poco el tacto.

No digo que nada, pero poco.

El oído lo usamos casi exclusivamente para oír mensajes.

Lo que nos dicen lo que nos hablan.

Bien realmente o por la radio, o por la tele.

También usamos la vista para descifrar mensajes escritos.

¡A los humanos lo que más nos va son los mensajes!

También los indicios,

pero mucho menos.

Y los indicios llega principalmente por la vista.

Y como los ciegos carecen de vista pues se pierden la mayoría de los indicios, y se andan tropezando por ahí!

Pero no se pierden los mensajes.

Que si son orales los pillan directamente.

Y si son visuales tienen que tener auxilio

¡Pero se apañan!

¡Siempre tienen un vidente a mano!

Y digo que el nuestro es un mundo de ciegos

porque los indicios nos sirven tan solo para salir del paso

¡Nos guiamos principalmente por los mensajes!

Como los ciegos.

No nos guiamos por las experiencias

¡Sino por lo que nos dicen!

los interlocutores ¡y los Grandes Hermanos!

del que nuestro mundo está cuajado.

Y nuestra vista "es oral".

Es la que usamos para leer.

Incluso las experiencias están verbalizadas. Conceptualizadas.

Lo que vemos lo traducimos a palabras, a conceptos.

Pensamos conceptos, palabras.

Y nuestros pensamientos guían nuestros actos.

Guían nuestra existencia.

Ya digo:

Vivimos como ciegos.

¿No puede ser de otro modo?

Sí que puede ser.

Por ejemplo:

Si hacemos un dibujo del natural vemos luces y sombras. Delgadeces y grosuras. Horizontalidades, verticalidades y oblicuidades, Arriba, abajo, derecha, izquierda, delante y detrás. Etc.

Y lo ponemos en el papel ¡como podemos!

En todo eso no hay conceptos.

Hay que vérsela con la realidad

Con la realidad que podemos ver

Y ahí lo ciegos no tienen nada que hacer.

Pero el caso es que ¡ni los ciegos ni los videntes se las ven con la realidad!

Todos nos las vemos con los mensajes que describen la la realidad ¡no con la realidad!

La vida no se vive ¡nos la cuentan!

Y la contamos, nos la contamos ¡No la vivimos!

Por eso me gusta tanto dibujar

Porque dibujando se las ve uno con la realidad.

¡Porque me siento libre del corsé alfabético!

Hablar, escuchar, escribir, leer también me gusta.

Pero ¿por qué tenemos que renunciar a una parte tan importante de nuestro ser que es seguir y producir indicios?

¡Cuidado!

Que en el pecado llevamos la penitencia.








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