LA CUESTIÓN TEOLÓGICA.
De ser yo algo, en materia teológica, sería taoísta.
Lo de agnóstico no me vale. Porque se puede ser agnóstico una temporada. Mientras averigua uno ¿pero permanentemente? ¡Hombre! ¡¡¡Averigua!!!
¿Creyente? Ya lo fui. Y en algo lo seré...
Y ateo ¡imposible! Porque por lo general cada religión, salvo el budismo y alguna más, tiene por lo menos un dios.
Si no, miles.
Están con la cosa del dios verdadero verdadero.
Que inventado no.
¡Pero cómo! ¿Existen las letras o los números verdaderos verdaderos?
Son invenciones, como los dioses.
Y ¿por eso vamos a decir que las matemáticas o la lengua son patrañas?
Aparte de que no todo el mundo sabe que por la época de la Revolución Cultural llegaron a España dos curas católicos chinos. Uno de nombre Don Pedro y el otro Don Peter. Uno se residenció en Madrid y el otro en Barcelona. Uno ya se murió y el otro no sé. Y ambos crearon una corriente espiritual del catolicismo que tenía como particularidad que no se podía ser buen cristiano si se es previamente taoísta.
El taoísmo es un asunto serio.
¡Muy serio!
Me decían que es una religión teológica. O sea que tiene Dios.
Me puse a chequear cuidadosamente el I CHING y no vi a Dios nombrado en ningún sitio.
Aunque continuamente se hacía referencia al CIELO.
¿Sería Dios el Cielo?
En tal caso Dios no sería una persona humana sublimada, que es lo que suele pasar, sino que sería un "sitio" un "lugar".
El lugar que es el original perfecto del que este mundo no es más que una mala copia.
Interesante ¿no?
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