Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

viernes, 22 de enero de 2021

Por donde vamos no es por donde deberíamos ir.


EL TIOVIVO.

Imaginad un tiovivo que en vez de tener un recorrido circular fuera por una especie de vía del tren y cuando pasaran cinco minutos o los que tarde cualquier tiovivo en un periodo de marcha te tendrías que bajar y te encontraría a cientos de metros de la feria que habría quedado atrás...Y tuvieras que volver a riesgo de perderte. O una montaña rusa que no volviera al punto donde te montaste y te bajas y lo mismo, te deja en mitad de la nada. Con lo que te tendrías que guiar por las luces y los sonidos lejanos de la feria... Porque el feriante te habría vendido un tique, que habría cobrado y te habría dado es paseo pactado...

¡Eso no puede ser!

Porque además qué pasa con animales de madera del tiovivo o los vagones de la montaña rusa...

¡No tiene sentido!

Pues algo así de absurdo es lo que pasa con las cosas que compras.

Por ejemplo, un  refresco envasado. Lo compras, te lo llevas a casa. Lo metes en la nevera. Lo sacas más tarde. Te lo bebes. Lo meas ¿Y el envase?

Como eres persona muy civilizada lo metes en el cubo amarillo.

Pues todo el mundo no hace lo mismo, porque estoy harto de ver envase tirados por ahí...

Muchos de esos envases son de aluminio que se obtiene por electrólisis de alúmina que se obtiene a su vez de la bauxita. Lo de la electrólisis ¡se dice pronto! Pero es que el líquido sometido a ese proceso es alúmina fundida ¡¡¡a 4.000 grados!!! Y eso requiere demasiado gasto energético como para tirarlo por ahí tan lindamente.

Y es que el sistema al uso es que los fabricantes fabrican lo que sea:

Latas de aluminio, por ejemplo, que el fabricante las venden al de los refrescos. Cobra ¡y se desentiende!

El de los refrescos fabrica refrescos, lo meten en las latas. Lo vende a los de las tiendas ¡Y se desentiende!

El de la tienda te vende el refresco ¡Y del envase se desentiende!

Tú te bebes el refresco y una de dos, lo metes en el contenedor amarillo o te desentiendes!

¡Ese sistema no es serio!

Nadie se puede desentender de lo que pasa por su mano ¡De la mina a la basura!

Una línea. Recta o torcida. Pero abierta.

Tiene que ser circular, cerrada, como el tiovivo.

El modelo de producción y consumo es una cadena que no está cerrada, sino abierta. Comienza en la fuente de materia prima y termina en el vertedero.

En las fuentes de materias primas se hacen destrozos colosales y en el vertedero igual.

¡Eso hay que reducirlo como sea!

La solución pasa por que el vertedero sea la fuente principal de materia prima. Con lo que se disminuyen dos presiones: La de las minas y la de los basureros.

¿Porque así protegemos al planeta?

No. Al planeta le va a dar igual. Será un planeta con mucha mierda en vez de un planeta limpio. Pero no corre peligro como tal planeta. Su flora y su fauna se verá comprometida y al final quedará como quede.

Al que no le dará igual es al género humano, que cada vez la mierda le va a estar estrechando más el cerco. Y sobre todo que la toxicidad planetaria generada por los humanos terminará con la humanidad...

Porque hemos puesto el ideal en la CANTIDAD en vez de ponerlo en la PROPORCIÓN.

Ciframos el éxito en el CRECIMIENTO cuando deberíamos cifrar lo en el MANTENIMIENTO, en la SOSTENIBILIDAD. Que se dice, pero que no se hace.

Y cuando los humanos hayamos desaparecido de la faz de la Tierra el planeta quedará como perro que le quitan pulgas.

Tenemos la sensación equivocada de que nuestra especie está en este mundo desde siempre ¡y no es así! Los fósiles de nuestra especie más antiguos recogidos hasta el momento no tienen más de 200.000 años. En términos de la existencia de nuestro mundo hace muy poquito que irrumpimos y a este paso que llevamos vamos a durar poquito. Puede ser que nuestra especie desaparezca y que nadie nos vaya a echar de menos.

Esta pandemia puede que sea un efecto de ese terrible desequilibrio que a la humanidad le ha saltado a la cara y se lo está poniendo muy difícil. Porque esas multitudes y esa velocidad de desplazamiento favorecen la economía de los emprendedores ¡pero también de los virus!

No hay que ponerse tan dramático como me pongo porque tal desenlace no es seguro.

Lo que es seguro es lo que esta pandemia nos está enseñando:

Que nos podemos apañar con muchísimo menos.

¡Pero es que se está dañando la economía!

Pues  que le den a la economía.

Porque la economía no es un fin en sí mismo.

Es un medio para que la humanidad pueda vivir cada vez mejor.

Pero lo que estamos viendo es que salvo el pequeño grupo de emprendedores, la mayoría de la gente cada vez lo tiene más difícil.

¡Un timo en toda regla!


No hay comentarios: