Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

viernes, 15 de enero de 2021

Con la cuchara grande.


 EL PEZ GRANDE SE COME AL CHICO.      

No vamos bien encaminados.

Hay grandes, medianas y  pequeñas empresas.

Y cada una tiene su sitio.

¡Pero se salen!

Sobre todo las grandes, que se meten en el sitio de las medianas y las pequeñas.

Les pasa voluntariamente lo que le pasaba involuntariamente a mi amiga Elena. Que comía con los campesinos en un cortijo de Úbeda, creo. Comían todos de un perol, y el plan era que cada uno iba vaciando el sector circular que le correspondía. Pero ella, que no estaba acostumbrada, se despistaba y los de al lado les decían "¡Elena, que te sales!"

En el tema de las empresas cada una va a lo suyo ¡Y no tendría que ser así!

¿Por ética, por educación y por todo eso?

Pues sí, pero sobre todo porque si no se respeta a los demás ¡todo entero se va al carajo! Que es lo que parece que está ocurriendo.

Se sabe que toda gran empresa ha de tener grandes beneficios. 

Ganar mucho y gastar poco.

Y uno de los modo de conseguirlo es ahorrando en jornales.

Por lo que se contrata al mínimo posible de currantes.

Y se les paga lo mínimo.

Porque hay que sacar beneficios para la cumbre de esa pirámide. Y para "los comerciales" que propiamente no producen, pero venden. Y a los productores ¡Que les den!

El efecto de eso es mucho paro y mucho empleo infrapagado.

Pero los gobiernos, que tienen un papel arbitral, debería corregir esa conducta.

Tratando de que las grandes industrias mantuvieran una conducta menos leonina y que además no les hicieran competencia desleal a las medianas y a las pequeñas metiéndose en su terreno.

Tendrían que propiciar actividades "menos rentables" para la élite de las empresas y "más rentables" para sus trabajadores.

Pongo un ejemplo, que no tiene más interés que el de mero ejemplo.

Anuncio que un día haré un post que trate de las cocinas que he visto en "mis" diversas casa. Hoy hablaré de la más antigua, la de nuestra casa de la infancia en Huelva.

Consistía en un poyo de obra cubierto de baldosines con un par de oquedades. 

Cada una de ellas contenía el hogar de carbón vegetal tenían por encima y por delante aberturas. En la de arriba se ponían las ollas, cacerolas o sartenes y por la de delante se manipulaba el fuego. Eran como pequeñas barbacoas y el resultado solía ser delicioso. Sobre todo el magro de cerdo asado en aquel fuego de carbón, donde previamente se había tostado el bollo de candeal blanquísimo, donde se enjugaba la grasa que iba soltando, en el mes de enero...

Ese sistema era el común en la Huelva de aquella época y requería una red de carbonerías y una industria de carboneros. Lo cual implicaba oficios muy humildes cuya clausura supuso, en principio, una liberación...Pero se tiró al niño con el agua sucia del baño.

Porque los carboneros para hacer el carbón podaban y utilizaban la leña producida. Y limpiaban el bosque porque si salía ardiendo se terminaba su modus vivendi...

Y ¿qué ocurre ahora? 

Pues que se han abandonado los bosque y cada verano se producen terribles incendios.

Y ¿que habría que hacer? ¿Volver a hacer carbón?

Pues no. Habría que podar los bosques, limpiarlos y cuidarlos y llevar toda esa leña y esos residuos vegetales a una central térmica...

¡Horror! ¡Producir el temido CO2! Etc. etc.

¡Pues no! Eso es energía renovable.

Porque cada invierno se acumula un combustible que si no se retira a tiempo arde descontroladamente en verano. 

Con ese procedimiento de podar y quemar no se incrementa la tasa de CO2, porque al invierno siguiente se vuelve a controlar al renovarse la vegetación...Aparte de que este es un país deficitario de energía y ese poco o mucho aporte energético sería un alivio.

Pero esa industria sería poco rentable porque consumiría mucha mano de obra...

No sería poco rentable porque beneficiaría a mucha gente, porque emplear a mucha gente es lo que se necesita...

Sería cosa de echar números...

Iniciativas de ese estilo contribuirían a rellenar la España vaciada y empezar a salir de esta locura, que posiblemente nos esté matando.



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