Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

domingo, 1 de diciembre de 2024

Hacer de la necesidad virtud.


 

EL GIMNASIO.

Esto que veis en la foto de la ilustración de este post es el gimnasio de nuestra casa.

Parece una sala de estar.

¡Lo es!

Aunque como tal la usamos de higos a brevas, pero como gimnasio la uso todos los días.

¡Es predestinati!

Porque esta casa fue concebida como un palafito, o sea, una vivienda sobre pilares.

Pero los anteriores dueños parece que se lo pensaron mejor, cerraron la planta baja y en el plano estaba señalada esta parte como gimnasio.

Cuando la ocupamos nosotros la reformamos y pusimos en ese lugar la sala de estar.

Verdaderamente a mí no me ha llamado Dios por la gimnasia, la educación física, el deporte, etc. pero últimamente tenía fastidiada la parte lumbar de la columna vertebral, me operaron, me apañaron, pero el empeine de la pierna izquierda ¡me lo jodieron!

No es para clamar al cielo porque cuando se mete uno en esos jardines suele salir trasquilado.

Total, que me prescribieron rehabilitación. O sea gimnasia. A cargo de dos "fisios" encantadoras, que como "para evitar confusiones" se llaman Cristina las dos. Que han resultado ser una del país y otra, paraguaya ¡A cual mejores!

Una Cristina me trata en una clínica y la otra un día a la semana en casa. Y el resto de los días hago ejercicios solipey.

Y en casa ¿dónde? Pues en el gimnasio de la foto.

No hay espalderas ¡pero hay un pilar! Que es un elemento esencial para estos fines.

Otros elementos son los que aparecen en la foto:

Una alfombrilla, para el curro tendido.

Una pelota que es muy útil para diversas diabluras.

Un palo, en este caso una caña de bambú, que en alianza con el pilar y un elástico permite hacer horrores.

Un potente elástico que es ¡dinamita pura!

Un "perro de la chimenea" que sirve de peldaño.

Y un inocente trapo que encogiéndolo con el lesionado pie, sirve para ir sacándolo de su sopor.

También hay unas tobilleras que pesan un kilo cada una, que no están en la foto, que sirven para que no me vaya a creer que mover las piernas es algo trivial.

Es que la cosa es de corte masoca, porque si con los ejercicios no sufres es que no valen.

Como dice Cristina, la que viene a casa: "El que no hace gimnasia es porque no quiere"

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