RE-RECONQUISTA.
Se construyó España a espaldas de
musulmanes y judíos. Es algo que se ha criticado mucho, porque desde la
perspectiva actual resulta inadmisible, pero era coherente con ese proyecto. Ya,
afortunadamente, no es así, porque ya se admiten españoles musulmanes y españoles
judíos, y eso nos obliga a todos ¡Pero se les margina!
A los judíos menos, porque se les
percibe menos. Pero a los musulmanes ¡que hay un montón! (el 3,6 % de la
población, que suman 1´7 millones) se les ignora y se les margina, como a tales
musulmanes.
Se les ignora, pero, al menos, no
se les persigue ¡que ya es algo! Es decir, que en cuanto personas se les
respeta. Pero no se admite que se presenten en cuanto que musulmanes. Y tienen
pocos templos. En muchos casos en polígonos industriales ¡que es el colmo! Pues
si son el 3,6% de la población tendrían que ser mezquitas el 3,6% de los
templos ¿no?
Está llamado a arbitrar en ese
problema el LAICISMO. Y habría que reconocer que no siempre los laicos están en
su papel. Porque, con demasiada frecuencia, se entiende que es función de los
laicos ir en contra de las religiones. Y no es así. Laico es el poder protector
de la sociedad. Que, en el plano de las creencias, protege para que cada cual
profese la religión que quiera o que no profese ninguna.
Tienen que coexistir en paz y en
gracia de Dios todos los españoles. Sea cristianos:
católicos, ortodoxos, protestantes y moros, judíos, masones, ateos y quienes
sea. Y deben poder practicar sus creencias desinhibidamente y plantar sus
templos o sus clubes en el cogollo de las ciudades y pueblos. Y todo el mundo,
sea del credo que sea, debe ser respetuoso con esos templos. Eso es coherencia,
lo contrario no lo es.
Pero los musulmanes españoles
también tienen que hacer algo por su parte:
Tienen que tener imanes
españoles. Como no estaría bien visto que los sacerdotes cristianos tuvieran
que ser necesariamente romanos.
Predicar y rezar en español o en
catalán o en vasco o en gallego, en alguna lengua española. Y tener el árabe en
el lugar que los cristianos tienen el latín, como lengua sagrada, si se quiere.
Y abrirse a los compatriotas de otros credos o de otras convicciones.
Oponerse a los musulmanes que se
creen en el derecho de atropellar a los compatriotas de otros credos o
convicciones.
Favorecer el conocimiento de la
historia de Al Ándalus como un periodo de la historia de España, como se
reconoce la Hispania Romana, o la España Visigoda, o la Ibérica, o la Celta, o la Tartésica.
Favorecer la incorporación de
grandes hombres de Al Ándalus en nuestra historia, en la que tan solo figuran
Averroes y Maimónides. Porque ya no hay una España exclusivamente cristiana. Es
cristiana, pero también es musulmana o judía y es de los que no profesan
ninguna religión. Porque Al Ándalus es un timbre de gloria para todos los
musulmanes del mundo como Sefarad lo es para los judíos.
No hay que reconquistar Al
Ándalus. Eso es absurdo y se vierte sangre inocente por esa idea peregrina. Lo
que hay que hacer es compartir este país entre sus ciudadanos, defenderlo de sus enemigos, preservando cada
cual sus ideales.
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