CUMPLE.
El SALTERIO cumple hoy 8 años,
como mi nieto Jorge. Y yo 75, porque fue el regalo que me hicieron Anuska y
Rafa cuando cumplí 67. En este tiempo el Salterio ha producido más de 400
posts.
¿Para qué sirve? ¡Para nada! Ya
me lo decía Don Jacinto en el Instituto: Hay cosas que sirven a un fin, mientras
que otras son un fin en sí mismas. El Salterio es un fin en sí mismo, como la
vida.
El que sea un fin en sí mismo no
quita que tenga utilidad, la tiene. Tiene varias utilidades, me sirve para
comunicarme con mis amigos, aunque es una comunicación con un único sentido
porque lo normal es que no tenga respuesta,
También me comunico con gente lejana
que no conozco. Favorece esta comunicación que hablo y escribo en español, que
es un idioma muy extendido por el mundo.
Otra utilidad es que me da la
ocasión de escribir, de redactar. No soy escritor porque, si nos fijamos bien,
escritor es el que vive de la escritura, o, por lo menos, le saca alguna
utilidad comercial. Desde ese punto de vista ¡tampoco soy pintor! como he dicho
alguna vez en algún sitio, porque no he vivido de la pintura y he vendido muy
poco. Lo que he sido es profesor, porque he vivido de eso, y de eso,
indirectamente, vivo todavía.
Y es que redactar me encanta! Es
como dibujar ¡que también me encanta! Pintar no me encanta tanto. Me gusta lograr cuadros, y para lograrlos los tengo que pintar, pero es un sufrimiento, porque lo
suyo es que se tuerzan. Mientras que dibujar es un gusto, sobre todo dibujar del
natural. Y si se tuercen no importa, porque eso me da ocasión de enderezarlos y de pelearme ¡y todo muy rápido! Lo que más me gusta es dibujar en el Círculo de Bellas Artes apuntes
de 2 minutos. Veo sobre un estante 17 cuadernos de 100 hojas cada uno que
contendrán 1.700 dibujos, que nunca he expuesto ni creo que tenga ocasión de
hacerlo. Dibujar dibujos satíricos de Saltés también me gusta, pero menos.
Total, que
redactar me gusta. Y a propósito de las redacciones os cuento una historia:
Salí del Reina de ver la
exposición temporal de la colección moderna del Kunstumuseum de Basilea con mi
hija Isa, mi yerno Javi y mis nietos
Nico, de 10 años y Jorge de 8, como ya he dicho.
Esos niños tienen un culturón en
materia artística, pero no es que sean eruditos, sino que entienden. Nada más
llegar hay unos cuadros cubistas hermosísimos ¿De quién es ese? le pregunto a Nico.
De Picasso ¡Lo clavó!
Y estuvimos viendo la expo
detenidamente hasta que se les terminó la cuerda. Ya no tenían más fuerzas y no
obstante subimos a la cuarta planta que hay más cuadros, creo que de una o dos
colecciones del mismo museo con extraño título y extrañas explicaeras, porque
estos teóricos museísticos son verdaderamente insoportables, pero con unos
cuadrazos que ¡Chapeau!
Disfrutamos de lo lindo. No
podría decir qué me gustó más, si los cuadros o la compañía.
Ya fuera, en la Plaza de Atocha
le pregunto a Jorge que si no le habían mandado hacer una redacción. Me aclaran
que es Nico el de la redacción ¿Y tú no tienes que hacer una redacción?
Y ¿qué es eso? ¿un resumen?
No, una redacción es un escrito
donde cuentas, por ejemplo, que has ido al Museo Reina Sofía y has visto una
exposición de artistas modernos del siglo XX...
¡Pues un resumen!
En resumidas cuentas ¡que me
gusta resumir!
2 comentarios:
¡Felicidades socio! Creo que ya te lo había dicho algún año anterior: cumples años el mismo día que mi madre. Pero ella tiene 3 menos. Ahora vengo de la celebración.
Un placer siempre leerte, aunque no siempre responda, porque muchas veces no se me ocurre qué decir.
¡Muchas felicidades socio! Y muchas felicidades a tu madre ¡q es una jovencita! Aunq no digas nada percibo q lees...¡Fuerte abrazo!
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