EL VEGETAL HUMANO.
Parece que actualmente no hay más
que una especie de humanos, el homo
sapiens. Pero ha habido muchas más, el
neandertal, el homo habilis, el homo erectus, derivados todos del
australopitecus, y este de algún ancestro simio. Pero, vamos, todos monos.
¿Es inconcebible un humano que no
sea simio, que sea cánido, felino o que sea ave?
¿Qué es lo característico de un
humano?
Que sea inteligente. Que hable. Y
que sea bípedo.
No parece que el ser bípedo sea
condición sine qua non, pero el caso es que los humanos lo son. Que hable parece indispensable.
Hasta aquí ya tenemos alguno
candidatos, los loros y los cuervos.
Dicen que los loros, y los cuervos parlanchines, hablan, pero no piensan, que repiten simplemente
lo que oyen. ¡Eso habría que explicarlo un poco más!
Parece claro que el pensamiento
abstracto está ligado al lenguaje. En tal caso ¿es inconcebible que haya
animales que hablen y piensen, pero que al no entender su lenguaje nosotros no lo sepamos, y creamos que no existen?
Es algo evidentemente posible.
Pero porque sea posible no se puede afirmar. Pero tampoco se puede negar. Tan
solo se puede negar lo imposible ¡y no siempre! (veánese los credos
religiosos).
Pero saber, lo que se llama
saber, no lo sabemos. Aunque el tema de la inteligencia animal tiene muchos
defensores. Y la afectividad animal ¡muchos más!
Si el ser mono no es condición
indispensable, entre las aves puede haber buenos candidatos a humanos, porque
son bípedas, algunas hablan y son listas. No sabemos si son bastante listas. En
tal caso sería una cuestión de grado. Entre los papagayos ¡ya me extrañaría que
no hubiera humanos! Lo que ocurre es que no sabemos si lo son. Y el no saberlo
puede deberse a que no son bastante listos ¡o a que lo son demasiado! Y puede
que no quieran que lo sepamos, para no correr el riesgo de extinción que ha
pesado sobre los otros humanos que no pertenecían a la especie sapiens.
Pero vamos a dar un salto
¿Podrían existir humano vegetales? ¿Son concebibles, al menos?
Pues yo creo que sí. Veamos:
El primer obstáculo deriva de que
todos los vegetales son sésiles.
Pero el ser sésil no es una
cualidad exclusiva de los vegetales ¡Hay un montón de animales sésiles! Que
parecen plantas, pero son animales. Supongo que originalmente todos los
animales fueran sésiles. Posiblemente el que un ser vivo sea sésil no sería la
excepción, sino la regla. Son sésiles los espongiarios, los celentéreos, por
ejemplo las anémonas marinas, las
ascidias, equinodermos como los lirios marinos, y muchos más. La movilidad
animal, como la vegetal, está ligada a la fecundación, primero, y a la
colonización después.
En los vegetales el polen se
mueve muchísimo, puede viajar centenares de kilómetros. Y la semillas, que son
plantas acabadas dispuesta a arraigarse en sitios lejanos.
En los celentéreos el adulto es
sésil, y en la fase infantil es ambulante, son las medusas. Que viajan y se
instalan en parajes remotos.
En el caso de los humanos ocurre
lo mismo, procedemos de un antecesor sésil que es la ascidia, que vive en
colonias, como racimos de uvas o formando estrellas, sujetas al fondo marino.
La larva de las ascidias es bicho parecido a un pez, pero que no lo es. Se
llama anfioxo, porque tiene dos picos
en los extremos de su cuerpo. Esa larva maduró sexualmente siendo niña y
evolucionó su estirpe hasta llegar a vertebrado. Y el final ya lo sabemos.
Con vegetales tales cosas no se
saben que hayan ocurrido. Pero ¿quién nos dice que no vayan a ocurrir? Que una
semilla se desarrolle en planta adulta, y que no arraigue, sino que se ponga a
circular por ahí. No tiene patas, pero las puede conseguir, como las
conseguimos nosotros. Nuestros ancestros eran peces sin extremidades y se las
apañaron para hacerse primero de aletas y luego de patas, como aletas
transformadas.
Me acabo de leer un libro que os
recomiendo vivamente que se titula "Sensibilidad
e inteligencia de las plantas" de Stéfano Mancuso y Alexandra Viola,
de Galaxia Gutemberg. En este libro cuentan que las plantas ven, oyen, huelen,
gustan y tocan, a pesar de carecer de ojos, de orejas, de nariz, de lengua y de
dedos. Y piensan sin tener cerebro, o a lo mejor cientos de cerebros cada una
de ellas. Carecen de órganos específicos, pero ejercen las funciones
difusamente ¡pero las ejercen! Toman decisiones, se comunican entre sus
diversas partes, con las demás plantas, con los animales y con nosotros los
humanos. Nos dan de comer ¡y nos llevan al huerto!
Dicen en ese libro que una planta
se parece a una colonia. Se manejan de modo análogo a un banco de peces o a una
bandada de pájaros.
Nosotros somos distintos. Además
de ambulantes somos portátiles. La capacidad sensorial se concreta en los
sentidos. Por ejemplo, tenemos dos ojos. Si perdemos uno ¡nos quedamos tuertos!
que no es poco. Pero aún nos queda otro ¡que si lo perdemos la hemos jodido! Y
con los otros sentidos parecido.
Un vegetal humano tendría que
pasar por dos fases: La primera vegetal-ambulante-portátil, equivalente a
animal ambulante. Y la segunda además de vegetal-ambulante-portátil tiene que
ser inteligente (es un decir que hay cada humano que se te caen los palos del
sombrajo)
Y ¿cómo sería?
Pues no sé, como Pinocho, de
madera, supongo.
¿Por qué no habrá vegetales
humanos?
Pues seguramente porque no les
hace ni puta falta! Si ahora suponen el 97% de la biomasa ¿para qué meterse en
líos?
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