Como dice la tía de Vir ¡LO
PRIMERO ES ANTES!
Para el que tiene un negocio lo
primero es el rendimiento económico del mismo.
Para los usuarios lo primero es
el rendimiento de lo que ha comprado.
Si ambos objetivos se cumplen
¡pues miel sobre hojuelas!
Pero no siempre ocurre eso.
Entre ambos objetivos suele
prevalecer el del negocio.
Mientras que el del usuario no
tiene más defensa que la de adquirir productos de otro negocio.
Pero ante un monopolio los
clientes están perdidos.
Igual que un monopolio es el
acuerdo entre la totalidad de los distintos fabricantes de una misma clase de
productos.
Y ahora vamos a lo que vamos: al
asunto de la energía.
O, mejor dicho, a la pasta que
nos sacan a los usuarios los empresarios por el uso de la energía.
Hay que recurrir a lo que
aprendimos en el cole: Que hay energía potencial y energía cinética.
Que la potencial es la que
guardamos y la cinética la que estamos gastando.
La producción de energía potencial
no es demasiado problemática para los empresarios del ramo. El verdadero
problema está en llevarla a donde se necesite y en guardarla para cuando se
necesite. Y también acumularla cuando se obtiene gota a gota y hay que gastarla
a mogollón.
¡Una solución quiero!
Pasarla a energía eléctrica y
guardarla en baterías.
¡Pero las baterías son caras y
pesadas! con lo que para moverlas se gasta energía. Y además no se puede hacer
baterías gigantescas.
Ergo hay que recurrir a otros
medios para guardarla.
Uno son los embalses de agua. Que
cuando se deja fluir produce energía cinética.
Otro es el hidrógeno, que es pura
energía potencial. Y si se oxida, se combina con el oxígeno ambiental arde o
explota ¡pura energía cinética!
Si bien el hidrógeno es el
elemento más abundante de la Naturaleza ¡es como si fuera el más escaso! Porque
no hay hidrógeno libre en ningún sitio. Todo el que hay está combinado. Y para
separarlo se necesita aportar energía.
Ergo el hidrógeno ¡no es verdaderamente
una fuente de energía cinética! Sino que puede utilizarse como almacén de
energía potencial.
Por ejemplo si un molino
productor de electricidad se pone a producir de noche cuando apenas se necesita
esa electricidad y con lo producido se descompone agua y se guarda el
hidrógeno, tendremos una energía potencial acumulada para cuando se necesite.
Moraleja: El hidrógeno al ser productor
de energía potencial ¡está en el papel de las baterías y no en el del petróleo,
o en el del gas natural o en el del carbón! por ejemplo.
Se puede transportar en
gaseoductos, en tanques, etc. como tal gas que es. Y no se necesitan baterías,
con lo caras y pesadas que son.
Se puede utilizar el hidrógeno en
motores de explosión, el de automóviles que funcionan con gas natural, por
ejemplo. Yo he visto, como cualquiera, autobuses de la EMT, con el tubo de escape
cerca del techo, soltando un penacho de lo que parecía humo blanco, que no era
otra cosa que vapor de agua ¡Ecología a tope!
¡Pero hemos llegado al punto
cachondo!
Porque hay dos clases de motores alimentados
con hidrógeno para automóviles:
El ya descrito en motor de
explosión y el de batería de hidrógeno.
El nombre de este último ya es
confuso, porque al llamarse batería y usarse en un vehículo induce a pensar que
es una clase de batería de las que ya llevan los coches, y no, se llama batería
porque hay dos cosas en batería, un tanque de hidrógeno y otro de oxígeno.
Entre ambos ¡y no sé muy bien
cómo! se combinan hidrógeno y oxígeno produciendo energía eléctrica y no
térmica, como en los otros.
Eso implica varios problemas. Uno
que esas baterías requieren platino, que es un material muy caro por escaso. Y
batería de litio, o de lo que sea, también caro y escaso. Porque estos automóviles
son eléctricos, que generan electricidad (energía potencial) a partir del
hidrógeno que cargan en una batería (energía potencial otra vez) para luego
consumirla (energía cinética)
Y me pregunto ¿Para qué emplear
dos veces energía potencial, cuando en cada cambio se pierde energía útil. La
única ventaja evidente es que el hidrógeno se reposta más rápidamente que la
electricidad y que las baterías no son tan grandes.
¿No sería mejor utilizar el
hidrógeno en motores de explosión? Que es un procedimiento mucho más barato y
probado durante mucho más tiempo.
Aunque hoy por hoy el hidrógeno
para vehículos se obtiene en más de 90 % del petróleo y del gas natural, por lo
que la emancipación del carbono es más ilusoria que real, pero, por lo menos,
se va adquiriendo experiencia, para cuando por fin el hidrógeno sea "un
gas verdaderamente limpio".
Y con esto la pescadilla se
muerde la cola:
¿No será que el interés de negoci
de las baterías de litio y de los coches eléctricos se impone al interés de los
usuarios?