UNA MUJER VALIENTE.
No hay peor enemigo que el miedo.
El miedo le puede amargar a uno
la vida.
El miedo o la ansiedad.
El miedo es la respuesta a un
peligro inminente. Y la ansiedad a un peligro latente.
Para simplificar llamaremos miedo
a los dos.
El caso es que el miedo no es un
factor externo, porque es interno.
Está en uno mismo. Luego si no
quiere tenerlo no lo tiene.
El miedo es una alarma que salta
cuando hay peligro.
Y lo suyo es atender a esa alarma
de peligro y oponer las medidas necesarias para que el peligro no derive en
daño.
Pero hay alarmas que saltan indebidamente,
sin que concurra peligro alguno. O porque tomemos como peligro lo que no lo es.
En tal caso hay que reconocer la situación y suspender la sensación angustiosa
que produce el miedo ¡Porque el miedo continuado produce daño!
Hay algo que por lo general
produce miedo, la muerte.
Y es que la muerte no existe.
Existen muertos. Y ya se sabe: "Después de 100 años todos calvos"
Y si eso le da miedo a uno ¡mal
hacho! Porque eso no es malo y vivir amedrantado por eso sí que lo es. El peligro
a batir es el miedo. Ergo como esa llave la tiene uno ¡pues se cierra y en paz!
No es fácil, no digo que lo sea,
pero ¡ya me diréis!
Y especial susto produce el
trance "de pasar a mejor vida" del que lógicamente no hay testimonios.
Porque los "reanimados" verdaderamente no se habían muerto. O a lo
mejor sí. Pero no sé que estos hablen de un trance horrendo sino de haberse
quedado dormido. Y de no haber sido "despertados" por medios clínicos
pues serían finados ¿no?
De los innumerables beneficios
recibidos de mi querida madre uno muy valioso ha sido su actitud ante la perspectiva
de la muerte. En torno al tema decía con su gracia andaluza "No me voy a quedar pa simiente
rábanos" o "Pues que me
entierren pa que no jieda!
Creo que ayuda mucho tener un
buen paradigma, pero los paradigmas al uso me parecen muy malos.
Las religiones monoteístas se
basan más o menos en que tras pasar por este valle de lágrimas la buena vida
comienza tras la muerte.
Y las politeístas más importantes
también están de acuerdo en que esta vida es un calvario, y que si uno no ha
vivido correctamente tiene la oportunidad de irse corrigiendo en ulteriores
reencarnaciones hasta alcanzar la perfección que se premia con el NIRVANA.
Y
¿qué es eso?
La total extinción.
¡Pues vaya!
A mí la doctrina que más me gusta
es la expresada por el pintor Roberto Mata en la entrevista que le hizo Joaquín
Soler Serrano en su programa "A fondo".
Decía Mata que somos uno pocos kilos de materiales baratos, sobre todo agua, con el extraño privilegio de ser
consciente de nuestra propia existencia, en un relativamente corto periodo de
tiempo, que raramente supera el siglo. Y que la genialidad consiste en darse
cuenta de ello. Y la estupidez en vivir sin caer en la cuenta de que uno es un
privilegiado.
Y consecuentemente digo yo:
Si
uno echa el tiempo en acojonarse porque al final la va a diñar...
Francamente:
¡De gilipollas!
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