Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

lunes, 17 de diciembre de 2018

Astronomía de andar por casa.


MI PLANETA

Mi vida discurre principalmente en mi, nuestro, planeta.

Es una nueva acepción de esa palabra que me he inventado.

Significa "sitio plano y pequeño". 

Me refiero a que, por ejemplo, pala es grande y paleta pequeña. Del mismo modo plano es grande, por ilimitado, y planeta es pequeño, porque está limitado. El mío, el nuestro, mide 33 por 33 metros.

Al estar limitado es, más o menos, poligonal. Mientras que los planetas, comme il faut, al ser ilimitados son redondos, más o menos esféricos. Aquí hay un conflicto que requiere una explicación.

Nos han metido en la cabeza que la Tierra no es plana, es esférica. Y su mejor representación es un globo terráqueo, una bola ¡Y evidentemente una bola no es plana!

Pero la Tierra no es una bola como un balón de futbol ¡es enorme! y si delimitamos en la Tierra, por ejemplo,  un campo de futbol este puede ser plano y bien plano. O un gran aeropuerto que también será plano.

Y ¿cómo es realmente la tierra?

¡Pues depende!

Desde la superficie terráquea es un plano accidentado.

Desde la estratosfera es una esfera.

Desde los anillos de Saturno es un punto apenas perceptible.

Desde más lejos resultaría totalmente imperceptible.

Pero, claro, si es ilimitada tiene que ser algo parecido a una esfera. Pero mi -nuestro- planeta como es limitado es poligonal.

Grandes o pequeños, limitados o ilimitados, los planetas son sitios.

Sitios donde estar. Donde habitar.

O, por el contrario, donde no se puede llegar y por eso no se puede habitar ni estar en ellos.

Habitados ¿por quién?

Pues por "seres vivos":  Animales, vegetales, hongos, protistas y móneras.

Reinos de la naturaleza dotados de vida.

Porque está meridianamente claro que miembros del reino mineral habitan todos los planetas.

Luego "mineralmente" todos los planetas están habitados ¡Pero no es eso lo que se entiende por habitado!

Porque claro, una cosa es el reino mineral y otra distinta el reino de los seres vivos...

¡Para el carro!

Porque la hulla es un mineral de origen vegetal. 

Las cretas, del cretácico, son depósitos fósiles de esqueletos de diatomeas que estuvieron vivas. 

Las rocas calizas  son depósitos de carbonato cálcico precipitado por la acción de microorganismos. 

En las salinas hay depósitos de cloruro sódico debido también a la acción de microorganismos. 

Los minerales de Riotinto están poblados y modificados por microorganismos llamados extremófilos.

 De ahí que no esté tan claro que Marte no esté habitado por seres vivos. O sea, que no sigamos haciendo sabiduría a costa de la ignorancia.

Pero volvamos al "planeta" que habito.

Es una parcela, más o menos ajardinada, que mide aproximadamente 33 por 33 metros.

Y por allí en medio está mi casa.

Esa parcela es más o menos plana. Pero entre la esquina nordeste y la suroeste hay una diferencia de cota de ¡4 metros! Pero la cota más baja la hemos subido un metro, con lo que ahora tiene 3 metros ¡que no está mal! Pero con cuestas, bancales y escaleritas parece que la cosa no es para tanto.

Pues yo de ese planeta casi no salgo. Bueno salgo todos los días a comprar el pan. Y echo todo el tiempo y todos los esfuerzos en combatir la entropía. Porque, claro, ese planeta tiene vida propia. Principalmente vegetal ¡y esos seres vegetales hacen ¡lo que les da la gana!

Los yerbajos salen por donde quieren. Hay, por lo menos tres árboles que han salido donde les ha parecido.

Teníamos una mimosa, que por ir buscando la luz se despeño. Quedó en el suelo, desarraigada y muerta ¡Pero verdaderamente no se murió! Ya que perduró su parte subterránea, las raíces. Donde dice Stefano Mancuso que tienen los vegetales el cerebro ¡pero al verse en peligro se volvió loca! Empezó a echar hijos por todas partes ¡y no para! Yo voy decapitando hijos pero no desiste. Otra planta expansiva es el hinojo. Plantamos uno una vez y ahora se propaga por todos sitios. Y la rúcula igual. Auténtica mala yerba. Las lavandas se ponen a buscar la luz y cierran los caminos ¡van a lo suyo! Y los planes jardineros se relajan...y se imponen los planes de las propias plantas.

Otros habitantes de este planeta, aunque menos numerosos, son del reino animal. Sobre todo hormigas que pastorean pulgones. Y avispas ¡muchas avispas! A mí las avispas me maravillan. Dicen que están emparentadas con las hormigas. Vuelan como minúsculos helicópteros, o drones. Y tienen un olfato increíble. Se lanzan como posesas a la comida y atacan con sus aguijones emponzoñados, y aunque no causan muchas bajas ¡dan miedo!

Cohabitantes  de este planeta que viven y dejan vivir son las lagartijas y las salamanquesas. También hay algunas serpientes, pero no se dejan ver. A mí me gustaría tener al menos una serpiente de plantilla, porque creo que la diferencia entre un jardín y un paraíso es que en este hay serpiente. Pero este sentimiento no está compartido en casa.

Los animales más abundantes, que más se ven y más se oyen son los pájaros. En unas épocas hay unos y en otras otros. Se ven mucho los tordos, mientras que otro se oyen pero no se ven, como los ruiseñores. Acompañan en la labores agrícolas los petirrubios que cazan lombrices en la tierra removida, y dejan que se acerque uno mucho sin que salgan volando. También hay palomas fondonas y de voz horrible. Y muchas urracas que su canto suena a besos. Los últimos en llegar han sido unos loros pequeños y verdes ¡que tienen mucha cara! No se acojonan como los otros pájaros. Un día en una comida familiar se me lanzó uno y se posó en mi hombro. Por lo que se ve me tomó por pirata. Claro que lo espantaron de un escobazo (quedó momentáneamente conmocionado pero se recuperó enseguida).

Bueno, voy a dejarlo ya porque esto es el cuento de nunca acabar.  

Pero voy a pedirle a Carmena que reintegre parte de la pasta que estoy pagado ¡porque no gasto casi nada del abultado presupuesto municipal en entretenimiento púbico! Me entretengo solipay ,o casi, en mi -nuestro- planeta.





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