¿HAY ALGUIEN AHÍ
FUERA?
¿Estamos solos o hay alguien más?
O sea ¿existen los
extraterrestres?
Yo creo que sí.
Y yo, que no tengo NPI, creo que
sí porque me fio de gente como Fred Holey.
Este científico es una ardiente defensor de la teoría llamada PANSPERMIA según la cual la vida que conocemos, y de la que formamos parte, no se ha generado en la Tierra, sino que ha venido de fuera. En otras palabras, que somos descendientes de extraterrestres. Tal teoría se le ha considerado herética pero poco a poco se va imponiendo.
Se piensa que la vida bacteriana es muy abundante fuera del sistema solar y que las bacterias y otros seres semejantes se introducen en nuestro sistema transportadas por cometas, que son astros que viajan entre el espacio exterior y las proximidades del Sol, y que van sembrando vida por donde pasan, entre otros lugares en nuestro planeta. Se decía que tal cosa no podría ocurrir porque las bacterias, o seres semejantes, que
pudieran viajar a lomos de cometas quedarían eliminadas por las radiaciones tan potentes y
tan abundantes que bombardean el espacio del Universo.
Por el contrario, el citado Fred
Holey defendió que las bacterias viajan tan lindamente por el Universo, y
aunque algunas sean alcanzadas por los rayos esterilizantes, como pueden ser
tantas las viajeras muchas se salvarán y alcanzarán su objetivo.
En su delicioso libro "El Universo inteligente" este
autor defiende que la vida fuera de nuestro planeta no es que no sea rara ¡es
que es abundantísima! Y que el polvo interestelar a lo que más se parece desde
aquí es a inmensas colonias de bacterias.
Me parece demasiado optimista,
pero ya digo, yo NPI!
Dice que vivimos no en un oasis
de vida, sino todo lo contrario, en un erial que fue sembrado nada más formarse
la Tierra. Parece que nuestro planeta se formó hace 4.500 millones de años y
que muy pronto prendió la siembra, porque hay huellas fósiles de vida de hace casi
4.000 millones de años. Y cada vez se va acortando más el plazo de implantación
de la vida.
De modo que con seguridad hay
vida en los satélites de Júpiter y Saturno, Europa y Encelado. Probablemente bacteriana.
¿Más que eso? Ahí está el misterio ¡Sigue leyendo!
Hasta aquí la introducción, porque este post, propiamente dicho, empieza ahora:
Como es sabido hay seres
unicelulares, como las bacterias y pluricelulares, como nosotros.
Los unicelulares existen desde el
principio de la vida y aquí siguen, porque no se han extinguido ¡ni muchísimo
menos!
Los pluricelulares llegaron
tarde, como los bomberos, hace tan solo 1.000 millones de años, no 4.000 como
los primeros unicelulares.
Por otra parte hay dos clases de
células: Procariotas y eucariotas.
Procariotas son células sin
núcleo. Y hay de dos clases: Bacterias y arqueas. Puede que ambas procedan de
alguna que ha desaparecido sin dejar rastro.
Estas células son muy pequeñitas:
entre media y 5 milésimas de milímetro. Se dice pronto, pero como una hoja de
papel tiene un grosor de una décima de milímetro y en esa longitud cabrían ente
20 y 200 bacterias en fila india.
Las procariotas, salvo que las
maten no se mueren (los humanos acabamos muriendo aunque no nos maten) y de
sexo nada, porque se reproducen por división.
Por eso se entiende que sean tan
fáciles los viajes interplanetarios para esos seres. Pesan poco, caben en
cualquier astro viajero de largo recorrido, como son los cometas, y como son
inmortales, se dividen, se dividen y llegan ¡tienen todo el tiempo del mundo!
Pero en nuestro mundo muy pronto
tuvieron problemas, porque inicialmente eran anaeróbicas, y cuando se
establecieron bacterias con clorofila, las cianobacterias, empezaron a producir ese gas venenoso llamado oxígeno, lo que produjo una terrible mortandad ¡un desastre! del que solo
pudieron salvarse las que encontraran cobijo y las que podían usar el oxígeno
para su metabolismo.
Pasada la mitad del tiempo desde
que se originara la vida en nuestro planeta, 2.000 millones de años, ocurrió
algo muy raro: surgieron las células eucariotas: células con núcleo.
¿Cómo fue eso?
Parece, como defiende mi admirada Lynn Margulis, que fue debido a infecciones
permanentes.
De modo que una bacteria quedó
infestada por una arquea, que se constituyó en núcleo. Y debido a otras
infecciones semejantes las nuevas células se fueron dotando de otros órganos,
como las mitocondrias, encargadas de la respiración. El aparto de Golgi encargado
de la alimentación. El ribosoma, encargado de la reproducción. Todo esto dicho
a la pata la llana.
Las nuevas células, mucho
mayores, consumidoras de oxígeno ¡eran mortales y tenían actividad sexual! Y
forman en dominio de las protistas.
Así estuvieron 1.000 años: seres
unicelulares, pero eucariotas, con núcleo y otros orgánulos.
Parece que se reunían en colonias por lo que derivaron en seres pluricelulares. Y al cabo de ese milenio aparecieron tres nuevos dominios: los vegetales, los
hongos y los animales.
Y hace entre 500 y 600 millones
de años ¡ocurrió la explosión Cámbrica! y a partir de entonces el paleozoico
con sus trilobites, el mesozoico con sus dinosaurios y sus admonites, el
zenozoico con sus mamuts y el último tramo, en el cuaternario, ¡la guinda!
Nosotros. Los humanos con nuestras manías.
Los seres pluricelulares somos
¡auténticos gigantes! comparados con las filas de bacterias que cabían en el
canto de un papel. Pero, como he dicho otras veces, con el culo tan gordo no se
puede ir a ningún sitio: Y peor aún palmándola en tan breve tiempo.
Y ahora viene la cuestión principal de este post:
Que hay vida procariota en otros
lugares del mundo mundial yo diría que es seguro.
Pero la vida eucariota tal como
la conocemos no ha venido de ningún sitio. No es un producto de importación. Se
ha producido y desarrollado aquí. En el delgado ámbito de este planeta.
Y cabe preguntarse: ¿habrá vida
eucariota en otros lugares del Universo?
Mucha coincidencia sería que
hubiera un diseño calcado al nuestro en otro sitio.
Pero podría haber gigantes como
aquí con otro fundamento, como los de la guerra de los mundos.
¿Por qué no?.
¿Por qué no?.
Pero ¿por qué sí?
Me encantaría conocer vuestro
punto de vista.
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