ERASE UN HOMBRE A UNA
NARIZ PEGADO.
Esta mañana, cuando iba saliendo
de un duermevela ¡se hizo la luz! ¡Me di cuenta de las pretensiones de los
independentistas catalanes!
Los independentistas catalanes
quieren la independencia, pero no la separación de España.
Cuando pude digerir la entrevista
que vi en diferido del debate Margallo-Junqueras, o Junqueras-Margallo, que
tanto monta, parecía que lo que decía
Margallo era razonable y lo que decía Junqueras totalmente irracional.
¿Que quieren una república
independiente de Cataluña en la que todos sus ciudadanos sean españoles?
¡Pues eso es lo que quieren!
Doble nacionalidad de todos sus
ciudadanos. Y en virtud de esa duplicidad conservar todos los privilegios: los
compromisos de España con los catalanes, porque nunca dejarían de ser
españoles, y el vínculo de Cataluña con Europa, el Euro y todas las ventajas
habidas y por haber porque todos los habitantes de tal país son serían
españoles de pleno derecho.
Margallo no lo entendía, ni yo
tampoco.
Mas y sus secuaces es lo que
pretenden, campar por sus respetos sin férula alguna. Y los independentistas de
izquierda los siguen como papanatas porque ser súbditos de una monarquía
española no les seduce ¡Ansían ser ciudadanos de una república independiente de
Cataluña!
Esos independentistas verdaderamente
no quieren la independencia. Quieren que Cataluña deje de ser dependiente de
España, y que España sea dependiente de Cataluña, aunque como país distinto, un
protectorado, una colonia.
Se impone pues una nueva "guerra"
de independencia, aunque incruenta. Antes lo fue respecto a Francia, ahora lo
sería respecto a Cataluña. Con una diferencia, aquella potencia significaba
progreso, esta, en cambio, no. Progreso inasumible a ese precio. Pero esta
nueva relación que se está larvando ¡es un auténtico timo!
No creo que ni en España ni en
Europa ni en ningún sitio se acepte el plan expuesto por Junqueras.
A mí me parece que para mal
acompañado más vale solo ¡Si se quieren pirar que se piren! Como hicieron los
territorios españoles que hoy forman el mapa de casi toda América, pagando su precio, pero
sin someternos.
El mapa de España quedaría un
poco deformado con ese sacabocao ¡Pero el de Cataluña muy bien! con esa forma
tan sexual.
En realidad ¡qué más da! ¡Con su
pan se lo coman! Pero es que no se lo quieren comer con el suyo ¡sino con el
nuestro!
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