Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

jueves, 24 de septiembre de 2015

Permanencia.


INMORTALES.

La mayoría de los seres vivos son inmortales. Porque las bacterias y las arqueas lo son. Y en nuestro planeta son mayorías. Y fuera de nuestra planeta posiblemente, si es cierto lo que sospecha Fred Hoyle, que el polvo interestelar se compone principalmente de microorganismos vivos. Desde luego en nuestro medio natural están en todas partes. Nos infectan y enferman a veces, pero siempre son nuestros socios, vivimos con ellos simbióticamente, y sin ellos no podríamos vivir.

No es que sean absolutamente inmortales, porque si se matan se mueren. Se pueden matar con antibióticos, y las arqueas exponiéndolas al oxígeno. Pero los microorganismos si no se matan no se mueren por sí mismos, sino que se dividen, se eternizan y no mueren nunca.

Pero los ignoramos porque son invisibles. Que no es una adecuada manera de hablar, porque propiamente no es que ellos no sean visibles, sino que nosotros no podemos verlos ¡que es otra cosa! A ellos no les pasa nada. A nosotros sí, porque somos cortos de vista y tenemos que valernos de microscopios para tener imágenes de ellos.

Pero cuando surgieron los seres pluricelulares, que se reproducen sexualmente, surgió con ellos la muerte. Porque producido el descendiente el ascendiente sobra, se mustia y se muere.

Desde la hormiga más minúscula hasta la ballena más enorme, pasando por nosotros mismos, somos gigantes comparados con los microorganismos. Somos, sexuados y con ello mortales.

La reproducción por división, que incluye gemación y esqueje produce individuos idénticos, copias exactas del mismo individuo. El mismo multiplicado. Mientras que los hijos de una madre y un padre son distinto de los dos, no son copias de sus padres, Pueden ser parecidos, pero son diferentes.

Cuando uno ha nacido de sí mismo, y sus hermanos son uno mismo no se puede hablar con propiedad de muerte. Pero cuando alguien que procede de la interacción de dos gametos diferentes, y no se divide, se muere, se muere del todo.

Entre los pluricelulares no creo que haya inmortales. Pero candidatos muchos. Porque todo vivo es un candidato a inmortal.

¿Cómo sería un humano inmortal?

Sería indistinguible de los mortales.

Pero claro, la inmortalidad se refiere al segundo paréntesis de los dos que comprenden la vida de cada ser pluricelular, porque si afectara también al primero no sería inmortal, sino eterno. Y de esos no creo que haya ninguno, ni que pueda haberlo.

Un inmortal de tan solo 200 años parecería un viejo, un anciano. O una anciana ¡claro! Aparentaría tener menos edad de la que tuviera.

Dicen que cada 25 años surge una nueva generación. Es decir que un individuo puede vivir su generación y en torno a los 25 años generar hijos, pertenecientes ya a la siguiente generación. Pero claro, no se tiene que palmar al cumplirse la generación en la que lo generaron a uno, sino que puede seguir viviendo fácilmente una segunda, y alcanzar los 50, Y sin mucha dificultad una tercera y alcanzar los 75. Y es menos raro de lo que parece culminar una cuarta. Es bastante corriente alcanzar y hasta superar la mitad de la cuarta generación. Pasar de la cuarta suele ser un récord. Y culminar la quinta parece imposible ¡pero hay quien se ha quedado en puertas! Parece que hay que ser mujer, que fume y que beba poco, que no ponga en riesgo su vida y su salud ¡pero al final muere!

Porque parece que está programada la fecha de caducidad, ya que los perros viven menos que los humanos, dicen que un año en un hombre equivale a ocho en un perro. Las moscas viven poquísimo , las hay de un día, pero sin contar su vida larvaria, que es más duradera. Las tortugas y las ballenas viven mucho más que la gente. Y encontraron una almejas que vivían del orden de 500 años, se averigua contando los arcos anuales, pero cuesta precisar. De modo que para datar con exactitud uno de estos acéfalos ¡lo mataron! También hay árboles que viven miles de años. El que se cree más viejo es un pino de California de más de 4.700 años.

Candidatos a inmortal, hemos quedado que somos todos los que estamos vivos. Pero también hemos quedado en que alcanzar las 5 generaciones, 125 años, está muy crudo.

¿Cuál sería la percepción de un inmortal?

Pues que la gente que conociera se iría muriendo. De modo que se enteraría que un día se habría muerto un jefe de estado, otro día un famoso artista, otro un filósofo importante, otro un admirable orador. Pero claro, son cosas que oye, que le dicen, pero que no ha visto. Puede haber visto representaciones, imágenes, pero eso no es ver.

Pero en el plano más próximo puede haber conocido a uno o a más de sus bisabuelos. Convivido bastante con sus abuelos. Pero ve que va muriendo gente, sus bisabuelos, sus abuelos, los amigo de estos, sus padres, los amigos de sus padres. Ya no solo asiste a los entierros de sus amigos, sino a los amigos de sus hijos. Con 150 años ya no le quedará ningún nieto, ni ningún amigo de sus nietos. Con 175 ningún biznieto, y casi ningún contemporáneo de estos.

¿Quedará solo en esta vida? No necesariamente, porque podría continuar haciendo nuevas amistades. aunque sus tataranietos habrán muerto de viejo también. Pero los hijos, y los nietos de estos, podrían mantener con él buena relación familiar.

De conservar buena memoria o si ha tenido la precaución de llevar un diario se lo rifarían como testigo viviente de la historia.


Pero para ser testigo de la historia no hace falta ser inmortal, porque la historia se ha escrito con testimonios de mortales. Pero, claro, los historiadores no son verdaderos testigos. Por lo que la historia verdaderamente no es verdadera.


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