REALMENTE, LO CORTÉS NO QUITA LO VALIENTE.
No digo que sea indispensable, pero creo que no estaría de más que un Rey, o una Reina, de España, agradeciera alguna vez a los republicanos españoles, su tolerancia y su respeto.
Porque, claro, el Rey de España es rey de todos los españoles, de los monárquicos, de los republicanos y de los que no saben o no contestan. Y lógicamente los monárquicos estarán encantados de que reine un rey, pero los republicanos no tanto, y si se comportan con tanta tolerancia y tanta cortesía lo suyo es que el primer interesado lo reconozca y lo agradezca explícitamente alguna vez ¡nobleza obliga!
Es cierto que la Monarquía goza de total legitimidad puesto que su instauración está comprendida en la Constitución y esta se aceptó democráticamente, pero eso no quita que los monárquicos en general, y el Monarca en particular, agradezcan a los republicanos que toleren y respeten un régimen político que no es de su total agrado ¿no?
Tampoco quita que se reconozca explícita y oficialmente el sentido histórico que merece la bandera tricolor de la República Española. Porque hoy tiene un sentido rebelde, cuando, paradójicamente, fueron los rebeldes los que la arriaron a las bravas.
Y es que, claro, como en toda nación no cabe más que ser monarquía o ser república, y no puede ser las dos cosas a la vez, sino una de las dos, lo suyo es que el que tenga lo que le gusta le agradezca al contrario su comprensión, su tolerancia y su respeto, cuando los haya, y aquí los hay.
¿No os parece?
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