REENCUENTRO INESPERADO.
Yo estudié en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando en la calle Alcalá número 13. Y mi curso fue el último que concluyó sus estudios en ese lugar, por eso pasados 25 años celebramos una exposición conmemorativa que titulamos "Los últimos de San Fernando". Título contestado por estudiantes de los cursos siguientes porque en la nueva sede de la Ciudad Universitaria seguía siendo Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, luego no éramos los últimos de San Fernando. Su transformación en facultad universitaria vendría más tarde.
No niego que la protesta tenía sentido ¡pero no es lo mismo enero que febrero! porque la sede de la calle Alcalá era la misma de su fundación en 1.725 en época de Felipe V. Y aunque a la Ciudad Universitaria se llevaron muebles y enseres, los duendes y algunas cosas más, como la que voy a describir, se quedaron en Alcalá 13.
Como digo, después de nuestra graduación se trasladaron los estudios y los estudiantes a la Universitaria y en Alcalá 13 empezaron las obras de ampliación de la Real Academia de San Fernando a costa de las aulas y otros espacios de la ya extinta Escuela de Bellas Artes.
Yo, como todos, había recogido mis cosas al terminar el curso ¡pero demoré la retirada de un cuadro! quizás porque era demasiado grande y por ello engorroso de trasladar. Cuando volví para recogerlo ya aquel sitio estaba en pie de guerra, lleno de albañiles trabajando en medio del ruido y la polvareda. En vista de lo cual di por perdido mi cuadro.
He sentido la pérdida del cuadro a lo largo de toda mi vida, aunque tampoco hay que exagerar. Quiero decir que no se me olvidó, sino que intermitentemente lo recordaba y me ha dado penita haberlo perdido. Aunque de haberlo recuperado lo habría metido en un trastero a dormir el sueño de los justos como hice con otros.
Ayer mismo, hurgando en Google para ver lo que hay de mis actividades artísticas veo una imagen del cuadro en cuestión después de más de medio siglo ¡No me lo podía creer!
Es la imagen que ilustra este post, que corresponde a un ejercicio de la clase de pintura en el que se ve una escena formada por una figura desnuda, de Felix, que es un modelo que recuerdo muy bien porque lo he pintado muchas veces y que está perfectamente retratado en este cuadro, un maniquí vestido y diversas telas de distintos colores y texturas.
Y resulta que este cuadro ahora forma parte de la Colección de Pintura de la Real Academia de Bellas Artes San Fernando, cuyos datos figuran en el siguiente link:
. https://www.academiacolecciones.com/pinturas/inventario.php?id=1151
¡No cabía en mí de alegría! La verdad es que me enterneció el celo que ponen en esa augusta casa para conservar su patrimonio. Si se hubieran encontrado un Goya, por ejemplo, no tendría tanto mérito recogerlo con tanto mimo, pero hacerlo con un cuadro que es un ejercicio de clase de un estudiante de bellas artes resulta verdaderamente admirable.
Ese lance ha sido para mí motivo de gran felicidad.
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