O SE PONEN LAS
PILAS...
Pues eso, que o se ponen las
pilas los independentistas o aquí no hay nada que rascar.
Los independentistas catalanes
están instalados en el órdago, se resquebraja su unidad y no consiguen nada.
Han dado un paso más. Le han dado
la espalda a Gandhi y no han conseguido más que convertir su movimiento en un
problema de orden público.
¿Por qué Torra no condena sin ambages
la violencia callejera?
Porque por pasivas es el
responsable de la misma y enfrentarse a su gente le da pavor. Como le dio pavor
a Puigdemont convocar elecciones tras el famoso referéndum por temor a la gente
enfurecida a la que habían convencido de que la independencia ya estaba hecha,
que no quedaba más que la mera formalidad de confirmarla. Y Esquerra en vez de
apoyar la solución le azuzó también incapaz de enfrentarse a la presión
popular.
Si nos atenemos a lo que hay, si
se convocara un referéndum limpio, sin trampa ni cartón, la independencia no saldría,
porque, según los sondeos, los independentistas no llegarían a la mitad de los
votantes.
Hoy por hoy los independentistas
les tienen comida la moral a los que no lo son, y por este camino de ahí no
pasan. Pero la gente estará acojonada, callada, pero no sometida ¡que no se
engañen! Y estos disturbio no les gusta nada a la mayoría de la gente.
El único objetivo posible de los
independentistas hoy por hoy es la confederación y ni siquiera esto es fácil.
El único objetivo un poco realista es conseguir un estado federal y regresar a
la posición de preponderancia económica que por culpa de la cabezonería
independentista están perdiendo.
Se ha puesto la carreta delante
de los bueyes, porque el papel del pueblo soberano es tirar del carro, de su
carro, y no empujarlo a empellones sin dirección posible.
Por el camino que van se llega a
la ruina de Cataluña.
Que también perjudicará al resto
de España. Pero ¡ojo! que otras regiones se favorecerán de la decadencia
catalana.
Si no ¡Al tiempo!
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