METALITERATURA.
Ya dije que no me interesa la
pintura, sino la metapintura.
No tanto los significados como
los significantes.
La realidad que me interesa no es
la que describen los mensajes, sino la realidad misma de los mensajes. El mensaje
como realidad. la función poética o estética ¡vaya!
Con la literatura me pasa igual. No me interesa la
literatura sino la metaliteratura.
Estoy leyendo, y me está
encantando, "1Q84" de Haruki
Murakami.
Bueno, lo que estoy leyendo es "1Q84" de Gabriel Álvarez
Martínez. Porque para leer a Murakami tendría que saber japonés, y no es el
caso, y me tengo que conformar con leer a Gabriel Álvarez Martínez, que es el
traductor. Aunque a lo mejor la versión española me gustaría más que la
japonesa ¡es que la maldición de la Torre de Babel es insuperable!
Total que me importa poco
lo que pase con Tengo, con Aoname, con Fukaeri, con la Crisálida de Cristal (diría
más bien el Capullo de Cristal), con Ushikawa, etc. etc. lo que me importa es lo
que teje Murakami y como lo traduce Álvarez Marínez. Claro que uno se entera
solo del resultado, pero puede suponer un teje maneje, esto lo quito, esto lo
pongo, esto no lo quito, esto no lo pongo, esto lo pulo, esto está mejor sin pulir,
etc. etc. Porque lo que dicen que pasa es mentira, pero el teje maneje es
verdad.
Son dos tomazos, sobre todo el
primero que ya lo acabé y del segundo un tercio, y me da pena terminarlo,
porque me encanta leer sin decir nada. Y en absoluto silencio las ideas viajan
del libro a mi mente, a mi conocimiento, como cuando escribo esto. Es como si
me dictaran en silencio lo que transcribo mirando el teclado, torpemente, con
dos dedos, o poco más, pero rápidamente. Todo eso es lo que me maravilla. Mientras
que la tía se cepillara a los tíos porque son unos pendejos pues es algo que me trae al fresco
totalmente.
¡Placeres inefables de esta vida!
Ignotos para los que no han nacido y vedados para los que viajaron al otro
mundo.
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