Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

domingo, 17 de octubre de 2021

A este paso nos quedamos a dos velas.


 

PARA SABER HAY QUE CURRAR

Lo siento, pero las cosas son como son. Y para saber hay que currárselo.

Eso de que uno sea Diderot, d'Alembert, La Enciclopedia y Vikipedia en una pieza, francamente, eso no es así.

Que cuando se quiera contrastar una verdad vuelva uno los ojos hacia sí mismo, hacia adentro y siempre encuentre la solución en un examen introspectivo, francamente, no creo que sea así.

Uno piensa, se ilustra, y así y todo puede meter el cuezo.

Lo digo porque del llamado "lenguaje inclusivo", francamente no me fío un pelo.

El lenguaje cambiará, porque no puede ser de otro modo, pero no creo que haya que darle tantos empujones como le están dando, y muchas veces desde la pura ignorancia.

Porque el cambio tiene que ser despacito, porque si no corremos el riesgo de no entendernos o de entendernos mal.

Veamos:

Si hay hombres y mujeres, cuando se haga referencia a ambos habría que usar el género neutro.

¿Es que nuestro idioma no tiene género neutro?

Sí que lo tiene. Es el llamado "género no marcado".

Que "desgraciadamente" tiene la forma que también se usa para el masculino.

Luego, si uno se fija, para las mujeres hay un género marcado, pero para los hombres no. De modo que se tienen que conformar con el no marcado, con el neutro.

No es que a los hombres se les haya atribuido un género que indebidamente se aplique también a las mujeres.

¿Cómo se arregla esto?

Hay dos soluciones teóricamente posibles pero de muy difícil aplicación:

Inventar un género marcado para los hombres.

Inventar un genero no marcado, o sea neutro, para referirse a hombres y mujeres a la vez y nunca solo a hombres.

Hay una tercera solución. Que es dejar las cosas como están pero sabiendo lo que pasa. 

Y lo que pasa es que actualmente los géneros masculino y neutro tienen la misma forma. Que en esto hay una polisemia. 

Y que los varios sentidos de las polisemias se resuelve en el seno de las oraciones. Por ejemplo, si digo "vela" a qué me refiero:

¿A que me pasé la noche en vela? o

¿a que cada palo aguante su vela? o 

¿a  que a cada vela la aguante su palmatoria?

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