Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

viernes, 6 de septiembre de 2019

El pensamiento natural.


UN ANIMAL DISTINTO.

No parece cierto que los humanos seamos animales.

Aunque en algunos casos es más que evidente.

Pero la tendencia más universal es pensar que una cosa son los humanos y otra muy distinta los animales.

Aunque bien es cierto que los humanos son una clase de antropoides junto a gorilas, chimpancés y orangutanes.

Pero hay algo fundamental que separa a los humanos de todos los demás animales.

Claro que cualquier animal tiene algo fundamental que lo separa  de los animales de otras especies. 

Por ejemplo los elefantes tienen características diferenciadoras, como los rinocerontes, etc.

¡Pero no es eso! hay algo que singulariza radicalmente a los humanos!

Y ¿qué es?

Creo que es el uso tan intenso que los humanos hacen del lenguaje. De los diferentes idiomas, de la comunicación verbal y escrita.

Y el lenguaje sirve para comunicarse con los demás ¡y hasta con uno mismo!

Comunicarse uno con uno mismo es "hablar solo". O sea, pensar.

Me pregunto:

¿No hay más pensamiento que el que discurre por el lenguaje, que el que está compuesto por los signos abstractos del lenguaje?

¿No puede haber pensamiento construido por percepciones directas?

Creo que sí lo hay. Es raro, pero lo hay.

Es posible que así sea el "pensamiento animal". Y puede que también sea así el "pensamiento vegetal" (Consultar a Stefano Mancuso). Aunque no es seguro, porque ¡a ver cómo se podría enterar uno!

Porque seguramente los animales "piensan". Pero, seguramente, no con palabras, sino con imágenes que les imprimen sus experiencias, y las plantas igual.

Podríamos llamar a este hipotético pensamiento animal y vegetal "pensamiento natural" frente al "pensamiento artificial" que es el habitual de los humanos.

Pensamiento que no es ajeno al humano, porque a uno le pueden contar una historia en una novela. Pero también se la puedan contar con una película.

En una novela le pueden hablar a uno de una pipa. Y a partir de eso se imagina una pipa, que será distinta en cada uno de los lectores. Pero en una película le enseñan la imagen de una pipa en concreto. No por ello el receptor se forma una imagen unívoca de la pipa en cuestión, pero las diversas pipas que se imaginan los diversos espectadores se parecerán más entre sí de lo que se parecen las diversas pipas que se han imaginado los lectores. En cualquier caso la palabra pipa evoca una infinidad de pipas y la imagen de una pipa de una película evoca también muchas pipas distintas, aunque no tantas como la palabra.

Pero el pensamiento humano, "pensamiento artificial", se basa en un par de operaciones, la simplificación y la permanencia, digamos que poco naturales, mientras que el "pensamiento natural", animal y vegetal se supone más apegado a la naturaleza seguramente no estará tan condicionado por esas dos operaciones.

Es muy propio del pensamiento humano la simplificación "visto un negro visto todos".

Lo primero es que no hay negros hasta que se decide llamar negros a los que tienen una melanina muy acusada y lo segundo que se le atribuyen a todos, o a muchos de ellos, cualidades observadas en unos pocos.

Otro ejemplo de simplificación: se observa que el cielo se oscurece hasta la total negrura y  pasado un tiempo se va aclarando hasta la total claridad, que luego se atenúa, y vuelve a oscurecer etc. Y se concluye: Hay días. y los días tienen dos partes: día y noche.

A los días se les pone nombres. Pero no infinitos nombres, tan solo 7, en nuestra cultura y en muchas otras. No creo que este factor tan importante en el pensamiento humano lo sea en el "pensamiento animal".

A cada grupo de 7 días se le llama semana. Y a cada grupo de algo más de 4 semana se le llama mes. Y también se les pone nombre. Hasta un total de 12 y a tal conjunto se llama año. A los años no se les pone nombre, pero sí número, etc, etc, etc.

Eso es la simplificación, o la sistematización, si lo prefiere uno. Y luego hay otra cualidad del pensamiento humano más curiosa todavía.

La permanencia. No ocurre que las cosas pasan y pasaron. Se toma nota de ellas y de ese modo permanecen. Y así se escribe la historia. "Y esta es la historia verdadera...¡No, no, no, la verdadera es esta otra!" Vaya usted a saber cuál es la verdadera...en cualquier caso eso que se dice que pasó ya no pasa"

¡Ya, ya!

Porque el presente y el futuro están condicionado por un pasado que supuestamente ya no existe, o que no tendría que existir ¡pero ya lo creo que existe y permanece!

Los libros están para que los pensamientos permanezcan y esa permanencia es esencial para el pensamiento humano. No me parece que sea igual para el "pensamiento animal", desde luego de existir no será tan potente como en el nuestro.

La historia está arraigada a la escritura.

 Y al cine, los vídeos, etc. ¡aún más!

¿Ha sido gol?

¡No hay problema! recurrimos al VAR.

Que uno está viendo un partido en la tele y se distrae ¡GOL! ¡GOL! ¡GOL!

¡Me lo he perdido!

¡Nada de eso! Te lo repiten y asunto arreglado. Con lo que llega uno a creerse que los hechos pasados son recuperables.

Esto es un ingrediente esencial del pensamiento humano.

¡Te he visto en la tele!

¡No me has visto a mí!, porque no estabas en el plató donde me grababan. Lo que has visto es una imagen mía ¡que no es lo mismo! Eso que has visto ¡no soy yo!

Voy a dejar de divagar y voy a poner un ejemplo de "pensamiento natural" donde los signos abstractos del lenguaje están de más, como también lo está la simplificación y la permanencia.

Tan de más están que cuando intervienen tal pensamiento colapsa.

Me refiero a la "pintura y el dibujo del natural".

Voy a poner ejemplos: Cualquier cuadro de los que Sorolla pintó del jardín de su casa de Madrid, hoy Museo Sorolla, o los que pintó del Generalife, o sus apuntes del natural con lápiz de grafito o al óleo en pequeñas tablas.

El pintor se pone "ante la realidad" de un panorama visual y produce un cuadro o un dibujo, que es una realidad distinta, pero que ha sido producido por una "traducción" de tal realidad referencial a un plano, de papel, tela o madera. No pinta geranios, suelos o manantiales. Sino que donde ve colores pone colores correspondientes. Al final resulta lo que resulte. Ha estado pensando todo el rato, ¿qué colores tiene que mezclar para sacar el que necesita? por ejemplo, pero no con palabras sino que va probando y pensando cómo ir modificando para ir resolviendo ¡Ha estado pensando con una total ausencia de conceptos!

He sido profesor durante años de "dibujo del natural" y he sido como un bicho entre bichos o una planta entre plantas. Mis correcciones han sido: Esto más claro, esto más oscuro. Esto más arriba o esto más abajo, pero nunca he hablado de cabezas, brazos o piernas en un dibujo, porque tales cosas las tienen los modelos ¡pero no los dibujos! Si llegamos a ver un dibujo con una verdadera cabeza, un brazo o una pierna ¡nos íbamos a dar un susto de muerte!

Los dibujos tienen papel y carboncillo, porque ¡a ver si no!

También les he dicho que lo que están viendo en ese momento ¡Nunca lo habían visto antes! ¡Y nunca lo volverán a ver después! Porque cada cosa en cada momento es única e irrepetible. Estamos acostumbrados a que, por ejemplo, cada semana tiene un martes y un domingo etc. y que por ello los tiempos, con pequeñas diferencias se repiten...

¡Pues no! lo ha dicho Don Antonio: "Ayer es nunca jamás".

No podríamos vivir sin "pensamiento artificial". Pero vivir sin "pensamiento natural" es una temeridad porque es verdaderamente alienante. Y hay mucha gente que desdichadamente vive así.






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