LAS PALMAS DE COCO,
LOS LIRIOS Y LOS AGAPANTOS.
Cuando hablan del calentamiento
global como amenaza, la verdad, tengo mis dudas.
Hay algunas cosas que me escaman:
Sobre todo el miedo al futuro.
Cuando tenía un alma aún tierna vivía
en un país ensombrecido por la dictadura, y la esperanza liberadora estaba en
el futuro. Por lo que el futuro adquirió para mí, y para los de mi quinta, un
gran prestigio.
Pero ahora a la gente joven el
futuro le produce una gran desconfianza. Peor aún, certeza de catástrofe. Y
mira como está. Muchos sin perspectiva de trabajo o con un trabajo que no les
da para vivir. Virgencita, virgencita que nos quedemos como estamos... ¡Pero si
estamos jodidos!
Hoy por hoy se necesita mucha
energía para vivir.
Y ¿de dónde se saca?
De la combustión que produce
humos y ce o dos ¡que te kagas!
Malo ¡malísimo!
O de los saltos de agua: Que
requieren embalses que deja expoliado el paisaje.
O de los modernos molinos de
viento ¡que estos sí que son gigantes! que producen contaminación visual.
Entonces ¿qué?
Pues un manantial energético
abundante e inagotable...
Y ¿dónde está ese mirlo blanco?
¡En la energía nuclear!
¡Pues peor el remedio que la
enfermedad!
Ya, ya, pero puede haber otro
remedio...
En el futuro, claro.
Oh no ¡en el futuro no!
Le decía yo a un amigo que cómo
es posible que la civilización potente se haya generado en el inhóspito y frío
note, con este sur tan cojonudo que tenemos.
Porque en el norte criar una vaca
es gratis, llueve mucho, crece la yerba y engordan las vacas. Mientras que aquí,
en este secarral hay que sudar de lo lindo para llevarse algo a la boca.
Bueno. Para mí el futuro es lisonjero,
lo cual no le quita que sea incierto.
¡Y del frío no me fío!
Porque de los 4.500 millones de
años de existencia de este planeta, solo el pico y poco más se ha podido vivir
como a nosotros nos gusta. El reto con 40 grados bajo cero como lo más tórrido
que se despachaba. Y como esto vaya por ahí ¡apañados estarán! Nosotros no. Calvitos.
En cierto modo un consuelo.
El periodo geológico más vivible
ha sido sin duda el mesozoico, el de los dinosaurios y los ammonites. Calentito
¡y con mucha lluvia!
De ser así el futuro ¡yo me
apunto!
Que Holanda iba a quedar
sumergida...¡Pero Siberia será un vergel! Pues tendrán los holandeses que
pillar el transiberiano para ir a criar tulipanes a la estepa. Y podrá uno ir a
veranear al Mar del Norte, si es que Marbella se inunda permanentemente...O a
Madrid que volverá a tener playa. Como la tuvo en el Carbonífero. Playa donde
hoy está, más o menos, Miraflores de la Sierra.
Bueno, que uno de los periodos más felices
de mi vida, si no es el que más, fue el de los tres años que viví en Puerto
Rico ¡maravilloso!
Allí es verano todo el año. Y se
cría la palma de coco. Lo cocoteros que decimos por aquí. Mira que han traído a
nuestro país palmas de toda laya: Palmas canarias, guachintonas ¡incluso palmas
reales! que son la belleza en forma de palma. Pero palmas de coco no. Aquí no
se dan ¡Porque esas palmas son exigentes con el medio ambiente!
A mí el invierno matritense me
mata. Por frío y sobre todo por oscuro ¡pero tenemos más de medio año de
felicidad! Y ahora estamos en ello.
No hay cocoteros pero hay un
desfile vegetal que ya ha empezado. Del que destaco los lirios en primavera y
los agapantos en verano.
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