LO MÁGICO Y LO
SAGRADO EN EL ARTE.
El arte es mágico ¡lo tengo la
mar de comprobado!
Por ejemplo, en el viaje que
hicimos a la Toscana hace unos años, cuando me detenía a dibujar algo se
acercaba gente, a veces chicas monísimas, a las que se les notaba la
admiración. Y los dibujos no tenían especial mérito ¡Pero es que no hace falta
ni siquiera que haya dibujos! como indica lo siguiente: Hace poco en el
aeropuerto de Los Rodeos, en el control policial descubren en mi mochila una
petaca metálica de las usadas para contener licor que llevaba con agua para las
acuarelas.
¿Qué es esto?
Es agua.
¿Se puede tirar?
Sí, claro.
Amablemente me dice la señora de
aquella inspección que si quiero que la puedo rellenar en el aseo que es
potable.
Gracias, no es necesario porque
la llevo para pintar y ahora no voy a tener ocasión.
¡Para pintar! dijo con cara de
admiración.
Ya digo, el arte es mágico y los
artistas magos. Es un valor que se les supone.
Pero, claro, magos al estilo
Tamariz, no más que eso.
¿Y eso está bien? Pues yo creo
que sí, porque depara amenidad a esta vida que puede llegar a ser tediosa.
Pero la gente no se para ahí,
sino que sacraliza el arte.
Llama la atención como en esta
era en la que progresa el ateísmo proliferan los creadores ¡Creadores, nada
menos!
También se dice de los artistas muy
reconocidos que "se han consagrado".
Se ha sacralizado el arte. Y a
los considerados mejores artista se les ha elevado a los altares.
Y la gente acaudalada atesora
colecciones de obras de arte en cuya adquisición han gastado muchísimo dinero,
con lo que ellos mismos, tras alcanzar una colección importante, también quedan
sacralizados. Y hacen exposiciones ¡de cuadros que no han pintado ellos!
El arte parece que sirve para
conservar fortunas "congeladas" aunque, como dice un galerista que
conozco, muchos coleccionistas se van a llevar un chasco cuando pretendan
liquidar esos valores.
El caso es que el arte como magia
me parece bien. Pero la sacralización del arte, francamente, me parece una
exageración.
Porque no hay que ser elitista.
Los artistas con talento, como toda la gente con talento, no están hechos de
una pasta especial. No hay "elegidos" y plebe. La gente normal y
corriente se apaña por sí misma y puede alcanzar cotas elevadísimas sin dejar
por ello de ser normal y corriente.
La gente afortunadamente es así. Ya
sé que todo el mundo no está de acuerdo con esto, pero es lo que creo.
4 comentarios:
Pues muy bien. Pa mi que La gente normal es mayoritariamente excepcional
Pues sí. Hay excepcionales de profesión q son unos sobraos, cuya mayor habilidad consiste en arrimar el ascua a su sardina y dar gato por liebre.
Yo tengo una petaca, Chicago años treinta, bañada en plata. La compré en un mercadillo de N.Y.
Pero si viajo con ella, no va con agua.
Beso,
Ángela
¡Es q no es lo mismo! Mi petaca es de lata de la q cagó la gata y me la compré en Tiger ¡Si fuera de Chicago ya la rellenaría con algo más emocionante!
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