EL UNIVERSO
INFESTADO.
Me acabo de leer, o de releer,
que no me acuerdo, un viejo libro del 83 "El
Universo inteligente" del astrónomo Fred Hoyle.
Es una cosmología de ese autor y
de un par de colegas suyos que defiende la teoría del "Estado Estable"
en contraposición de la del Big Bang (curiosamente a él se debe ese nombre).
La teoría del Estado Estable
defiende que el universo siempre ha tenido y siempre tendrá la misma pinta que
tiene ahora. También defiende que es un universo en expansión con múltiples
"big-bang", pequeños (es un decir) ya que se puede observar la apareción de nuevas estrellas.
Se queja de que su teoría del
Estado Estable ha sido rechazada con exagerada saña, mientras que la del Big
Bang se viene aceptando de modo universal entusiásticamente, a pesar de que,
según él, presenta fallos garrafales. Y
que eso es debido a que es una teoría creacionista en el fondo. Y que los
científicos y la población occidental, en general, tiene una raíz
judeo-cristiana por la que concibe el mundo como fruto de la creación divina.
En definitiva defiende un
Universo Inteligente, en cierto modo autocreado por una "divinidad"
perteneciente al propio universo, y no externa como la judeo-cristiana. Una
especie de panteísmo, me pareció entender, pero no me hagáis mucho caso, porque no me
he enterado muy bien.
Pero no es por eso por lo que lo
saco a relucir en este post, sino por otra cosa que me parece alucinante.
Lo que me alucina es que dice que
el polvo interestelar ¡y hay mucho polvo de este! está compuesto de bacterias y
de virus. Que llega a la Tierra ¡y a donde se tercie! e infecta a los seres
vivos que pueblan la Tierra y lo que sea.
Dice que posiblemente epidemias
de gripe, y otras infecciones, vengan del exterior además de por contagio
directo con individuos enfermos. Para apoyar esto dice que se ha observado que
en estas epidemias se contagian poblaciones que conviven estrechamente ¡pero
también otras muy dispersas, como la de los pastores!
Y que estos microorganismos inyectan
sus genes en los residentes con dos efectos distintos:
A.- Produciendo una enfermedad,
leve o grave.
B.- Incorporándose a la dotación
genética de los individuos afectados.
En el segundo caso incrementan el
genotipo. Pero no inmediatamente, ni necesariamente, el fenotipo. Ya que del
orden del 90 % de los genes de los individuos no se sabe para qué sirven, cuál
es su función.
¡Y aquí enganchamos con la
Margulis! Que está en desacuerdo con los neodarwinistas que defienden que la
evolución se fundamenta en modificaciones azarosas de la dotación genética de
los individuos. La Margulis cree que eso es un absurdo, que de la pura
casualidad no cabe esperar nada bueno ¡Pero sí de la simbiosis! De modo que un
individuo que acoge en sus cromosomas genes de otro ¡es un simbionte! Y cuando
el medio natural presenta problemas nuevos ¡tan solo el que tiene un as en la
manga puede sacarlo y ganar la partida!
La doctrina de Hoyle se llama
"Panspermia". Declarada herética por los neodarwinistas, pero ya
empieza a hacerse de un sitio. Y ¿quién trae esos microorganismos de esos
espacios remotos? ¡Los cometas! que tienen una órbitas muy alargadas y que
conectan el borde mismo del Sistema Solar con todo este sistema, hasta pasar
cerca del Sol, donde frecuentemente terminan por achicharrarse ¡pero habiendo
cumplido sobradamente su función seminal.
Otro inconveniente que arguyen
los neodarwinistas es que cualquiera que penetre en la atmósfera terrestre
morirá achicharrado por el roce con el aire, como ocurre con los meteoritos.
Cierto cuando son grandes. Pero si son minúsculos como bacterias y virus, van
cayendo mansamente, suavemente, hasta posarse imperceptiblemente sobre sus
presas.
Pero ¿Cómo sabe Hyle que hay vida
extraterrestre? Porque examinando el polvo interestelar sus huellas a lo que
más se parece es a poblaciones de microbios. Y porque examinaron un meteorito
que en su interior tiene, por ejemplo, bacterias fósiles muy semejantes a la
llamada "pedomicrobium".
Habitantes de la Tierra, pero posiblemente extraterrestres.
Es muy posible que haya viajeros
interplanetarios, pero de pequeña talla y viajando a pelo o montados en
cometas. Los humanos seguramente nunca podremos viajar al Espacio Exterior.
Porque algunos extraterrestres indujeron a nuestros antepasados a crecer y a
crecer gigantescamente ¡Y para impulsar tan tremendas humanidades harían falta
cohete más grande de lo que se puede construir.
¡Nos ha crecido demasiado el
culo! Y no solo el culo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario