NO ES LO MISMO.
"No es lo mismo hacer el
indio en la India que en España", dice un refrán muy verdadero. Y "Donde
fueres haz lo que vieres" dice otro.
Veo en el periódico que los
musulmanes españoles reconocen que en España se les trata bien. Y si las chicas
hicieran lo que los chicos se les trataría aún mejor.
¿A qué viene ese velo? Ese
pañuelo que en algunas las hace parecer a Doña Rogelia y a otras odaliscas. Hay
que reconocer que otras lo llevan con mucha naturalidad. Cuando yo era niño
muchísimas señoras iban con velo y manto, además negros. Por lo que las
musulmanas de ahora van mucho más animadas que aquellas cristianas. Pero lo que
no había entonces es jovencitas de ese modo ataviadas. Aunque en muchos casos
parecían viejas siendo jóvenes.
¿Debe entenderse que estoy en contra del velo? ¡Pues no! Lo
que digo es que si alguien adopta un rasgo diferenciador ¿de qué se queja si le
diferencian?
Yo cuando veo el velo entiendo
modestia y modosura. Los musulmanes me parece que por lo general son muy éticos
y piadosos. Pero, lo dicho, la exhibición de rasgos diferenciadores provoca
automáticamente que se les diferencie ¡es de cajón! Ergo no tienen por qué
quejarse. Si viven en España como una minoría ¡pues muy bien! Pero también
podrían vivir como la mayoría.
Étnicamente muchos de ellos son
indiferenciables de otros españoles, y por ello podrían vivir como la mayoría. Y
los nacidos aquí son españoles y si no viven como tales será en muchos casos
porque no quieren.
Está el tema de la religión.
Pero, claro, si se hace bandera de ella ¡de cabeza a la minoría! Pero si se
entiende como un rasgo íntimo correspondiente a la privacidad de cada uno
¡nadie tiene que meterse en ello! Y, por ejemplo, en el Ramadán ¡se tendrán que
joder y pasar hambre y sed durante el día!
El haber nacido en un grupo
religioso, y el que se sea practicante o no tiene que comportar discriminación
necesariamente. Por ejemplo, tengo una amiga de familia judía y ella lo es
aunque no practica, pero ese es un rasgo que paso por alto sin darme cuenta. Mientras
que otra amiga que estuvo unos días en casa es americana y judía. La
llevamos de tapas por el viejo Madrid. Pero como no bebía cerveza, ni vino, ni
comía jamón, ni chorizo, ni gambas ¡pues cantaba muchísimo! Otro caso es el de
unos vecinos y amigos malayos, y por ello musulmanes. Son majísimos, él es diplomático,
y ni bebe ni le gusta el vino, pero cuando tiene que brindar en actos oficiales
¡se lo traga y a callar como un puta!
Lo que tiene de bueno las
sociedades laicas (que no son las de "religión laica") es que cada
uno, siempre que no moleste, hace lo que le da la gana. Lo cual no es tan
fácil, porque a muchos les molesta cualquier cosa. Y esa libertad es
resguardada por el laicismo.
Pero yo veo que no, que vamos
para atrás como los cangrejos, sobretodo muchos del norte. que se muestran muy
estrechos en materia de convivencia moruna. Y muchos de los que vienen del sur
¡no estaría de más que espabilaran un poco! Porque tanto ellos como nosotros
tenemos mucho que enseñar y que aprender. Con un poco de humildad se cae en la
cuenta que ni los ajenos son tan malos ni los propios tan buenos.
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