NAVIDAD, DULCE
NAVIDAD.
Creo que mi amiga Carmen me
regañó el año pasado por felicitarle la Navidad. Y este año mi amiga Victoria
me corrigió y me felicitó por el "solsticio de invierno". Y es que
mucha gente lleva muy mal el fondo religioso de estas fiestas tan importantes.
Diría que las más importantes del año. Pero no creo que sean conmemoraciones religiosas.
Tiene resonancias religiosas el Belén, pero ni Papá Noel ni el Árbol de Navidad,
que yo sepa, y si es que las tienen hay que ser un verdadero erudito para saberlo.
Las navidades son unas fiestas
tremendas. Donde se exaltan las virtudes familiares, donde los más tenues
amores se enardecen. Y en el plano negativo, donde la soledad se ceba con más furia en los que la
padecen.
Tradicionalmente en estas fiestas se tiraba la casa por la ventana y
por lo menos una vez al año se estaba a salvo de las estrecheces cotidianas y
se comía y se bebía como si uno fuera rico. Con el imperio del "estado del
bienestar" el consumismo rebosaba todos los límites, y ahora llevamos el
camino de recuperar las tradiciones... Creo que ese es el verdadero sentido de
la navidad, no el religioso, salvo para los beatos, naturalmente.
La verdad es que tengo pocos
prejuicios de índole religiosa, de modo que a priori no estoy ni a favor ni en
contra de las religiones. No obstante es un tema que me fascina ¡es
tan misterioso, tan surrealista!
Lo peligroso de las religiones es
que son aparatos gigantescos gobernados por jerarquías sacerdotales. Y cuando se olvidan
de que están para servir a la gente y no para servirse de ella se produce el
descrédito de todos conocido.
Pero ni todos los sacerdotes son
santos, como dicen muchos de ellos, ni todos diabólicos como dice mucha gente
escandalizada. En épocas críticas se producen abusos sangrantes de parte de la
clase sacerdotal. Y también se producen auxilios generosos de parte de miembros
de esa misma clase. Pero el saldo, para mucha gente, es negativo. Sobre todo en
lo que respecta a la jerarquía. Muy recientemente se abre paso una luz en el
Vaticano ¡A ver en qué queda esto!
Antiguamente cada país tenía una
sola religión que lo caracterizaba. De modo que no era raro que a la gente de religiones distintas de la predominante se la combatiera a sangre y a fuego, se la convirtiera a capón o se la
expulsaba del país. Es el caso del nuestro al inicio de la Edad Moderna. No es algo
indispensable semejante procedimiento ya que, por ejemplo, el Imperio Otomano tradicionalmente favorecía que las
minorías conservasen sus religiones, sus lenguas y sus costumbres. De hecho el
Patriarca Ortodoxo Griego tenía y tiene su sede en Constantinopla, es decir
Estambul.
Actualmente el fenómeno
migratorio es tremendo, y en todos los países hay gente de toda procedencia y
de toda religión. Si toda esa gente se pone intransigentemente a imponer su
religión ¡el drama está servido! Por lo que hay que pasar de intransigencias,
resaltar lo que de común tienen los diversos credos ¡que es mucho! y sobre todo
la gente de natural al margen de los credos. Y para esto viene al pelo que el
laicismo arbitre ¡y como un buen árbitro no es el que mete más goles hay que
dejarse de intransigencias y de paparruchas solsticiales! El propio Papa
Francisco defendió la laicidad del Estado, porque los estados teocráticos ya se
ve a lo que llevan. En África andan ahora mismo con terribles matanzas por
motivos religosos.
El caso es que no me molesta ese
fondo religioso que tiene la navidad pero no es por eso por lo que me gusta. Y
me encantan la Nochebuena y la Navidad, que celebro con los míos todos los años
como casi todo el mundo aquí. En otros sitios las celebraciones son distintas,
pero de eso pilla uno poco. Tan solo un par de veces me invitaros unos vecinos,
ella indonesia y por ello musulmana, a la cena del fin del Ramadán ¡y me
encantó! Y otra vez en Nueva York un matrimonio amigo de judíos encantadores
nos invitó a la cena del Yom Kippur, que es la celebración final del Año Nuevo
Judío. Estuvieron especialmente amables porque los más ortodoxos e
intransigentes nunca comen con gentiles.
O sea que cada uno se lo monta
como tiene por costumbre para pasárselo bien y no creo que nadie esté
autorizado para aguar fiestas.
Ergo ¡¡¡FELICES NAVIDADES Y
PRÓSPERO AÑO NUEVO!!!
4 comentarios:
Pues sí, todo lo que se pueda celebrar bueno es!! Y que cada uno celebre lo que quiera como quiera!! Creo que nosotros lo haremos mañana con unos patitos laqueados, no? :)
Feliz Navidad, Maestro!!
Feliz Navidad Ana. Efectivamente dos ejemplares de pato están colgados en estos momentos, ya han sido escaldados, han escurrido y han recibido la primera mano de "laca" (mezcla de miel y salsa de soja). Mañana recibirán la segunda y se hornearán durante una hora a fuego fuerte en presencia de un repiente lleno de agua. Parecerá, como siempre, q se han achicharrado, pero, espero q, como Ave Fénix, una vez más resulten deliciosos ¡aunq no es seguro!
Leo a tiempo pasado.
Pues eso.
Feliz año,
Àngela
¡Muchas felicidades Ángela! Bss
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