Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

sábado, 7 de junio de 2025

Hacerse de un paraíso.


 LA DIFERENCIA ENTRE UN JARDÍN Y UN PARAÍSO.

Se parecen un jardín y un paraíso en que ambos tienen plantas y animales que viven, más o menos, libremente ejerciendo sus voluntades.

Se diferencian en que en los paraíso hay, por lo menos, un Dios y una serpiente y en los jardines no.

Yo soy católico. Porque me bautizaron, en su día, y nunca apostaté.

Además celebro la Navidad con un belén que tiene unos 80 años, que formó mi querida madre.

También los Reyes, empaquetando primorosamente los regalos para los míos.

Por lo demás no voy a misa los domingos y fiestas de guardar. Tan solo en bodas y funerales.

Pero, desde luego, no soy ateo.

Porque creo que carece de sentido creer que no hay dios cuando hay muchas religiones que tienen, por lo menos, uno y otras, como el Hinduismo, que tiene miles. Aunque otras, como el Budismo, no tiene ninguno, pero admite fieles de religiones teístas.

Y además creo que admitiendo a un Dios se admite a todos.

Pues bien. Tenemos un jardín, caótico, pero eso da lo mismo, y aspiro a que sea un paraíso.

A tal fin he puesto una imagen de Dios, en partida doble, una la que encabeza este post, que está en el portón de entrada a la casa y otra la siguiente: 

que está en el porche.

Pero el punto flaco es la serpiente.

Por diversas pruebas sé que la hemos tenido,

pero ¿la tenemos?

A mi sobrino Alvarito estaba en el negocio de las mascotas día le dije

-¿Me podrías proporcionar una serpiente?

-Claro. Pero el problema no es la serpiente, que no son caras. El problema es la alimentación, que come ratoncitos vivos, y como a lo largo del tiempo come tantos, resulta muy caro.

-Y ¿no se puede buscar la vida la serpiente?

-¡Claro que puede! Pero entonces ¡no la ves!...porque se esconde...

-¡Fenomenal! No hace falta verla. Lo importante es saber que está.

Y en esa duda, recomiéndome, estaba viviendo en un sitio sin saber con certeza si era o no un paraíso...

¿Tenemos o no tenemos serpiente?

¿Y si no la tenemos?...¡No estaríamos en un paraíso!

Pues bien, esta mañana me llama urgentemente mi chica asustadísima

¡Ven! ¡Ven enseguida! ¡Por ahí he visto una culebra!


¡Me embargó la felicidad! Porque la culebra estaba en el sitio de esta foto.

-No pensarás matarla, le dije.

-¡Sí, si la encuentro!

No tengo ni que decir que espero que no la encuentre...Confío en el sentido de supervivencia del reptil.

¡Me he llevado una gran alegría!

Por otra parte, partir de esta experiencia se ha confirmado una vez más que la objetividad hace aguas, porque ¿Cómo es que un mismo hecho para unos es bueno y para otros malo?

 

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