HOY
Vivimos HOY, recordando AYER y presintiendo MAÑANA.
Y dentro de HOY vivimos AHORA. Recordando el ANTES y presintiendo el DESPUÉS.
Porque el verbo SER no tiene más que dos tiempos: PRESENTE de indicativo y sobre todo el GERUNDIO. Y todo lo demás PERTENECE MÁS BIEN AL "VERBO NO SER". Porque AÚN NO ES o YA NO ES.
Este enfoque tiene algo muy bueno, que uno mismo es inmortal.
Porque el muerto no es propiamente uno, sino un despojo inanimado perteneciente más bien al reino mineral.
Porque el mundo que ES HOY se termina con cada uno.
Y, para uno, ya no habrá más HOY, más AYER ni más MAÑANA.
Y desde un punto de vista subjetivo (que no hay otro) para nadie.
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