EL TERCER SEXO.
Los sexos son la gran dicotomía
de los seres vivos. Si exceptuamos las bacterias, que no tienen sexo.
Verdaderamente sería impropio
hablar de dicotomía en materia sexual, sino más bien de tricotomía, porque más
bien parece que hay tres sexos. O dos más uno: masculino, femenino y los dos o
ninguno de los dos.
Para ese tercer sexo hay una
palabra, hermafrodita.
Pero se ignora y se han inventado otras recientemente,
como bisexual o transexual que no acaban de tener una implantación universal
carente de prejuicios.
Pero el caso es que domina el dos
sobre el tres y el tres no es más que dos más uno.
Aún no he dicho nada del uno.
El uno es la unidad, la unión. El
efecto de la unión.
La expresión del gran paradigma
humano es la igualdad. O sea que los humanos somos uno esencialmente. Aunque
nos repartamos en dos sexos. O en tres, como he dicho.
¿Y los géneros?
Los géneros son la versión
gramatical de los sexos.
Hay dos principales, masculino y
femenino y uno críptico.
Que en otros idiomas está muy
claro, mientras que en el nuestro está muy oscuro, el neutro.
"El", "la".
"lo".
Pero, claro, el lo, el neutro,
apenas se usa...
¡Pues no! se usa mucho, aunque
cada vez menos, como efecto del énfasis en la reivindicación femenina. Sobre
todo en boca de los políticos que siempre dicen: "ellos" y
"ellas".
¿Porque tienen mayor sensibilidad
a la injusticia que pesa sobre las mujeres?
Me temo que no.
Lo que les pasa es que no quieren
pecar de "incorrección política".
¿Por un prurito de corrección?
Otra vez me temo que no. que más
bien es por miedo a perder clientela...¡mal pesado que es uno!
Entonces ¿qué pasa con el neutro?
Pues que en la lengua española el
neutro viene a ser el "género no marcado" que tiene la misma forma
que el masculino. Por ejemplo si se dice "los niños de la clase" se
está designando a niños y a niñas. Y si se quiere marcar que hay niñas pues hay
que recurrir al género femenino, que es un género marcado.
Bien mirado la dificultad está en
marcar inequívocamente con un género al masculino. Porque el género masculino y
el género no marcado son idénticos.
Aún es peor si cabe marcar con un
género al "tercer" sexo, porque, que yo sepa, ese género marcado no
existe.
Ahí hay un batiburrillo
impresionante. Porque se supone que cualquier hijo de vecino o es hombre o es
mujer ¡uno de los dos! Y no hay dos ¡hay tres!
De modo que hay varones que no
son tales, sino hermafroditas y dejan de ser varones para ser hembras y siguen
sin ser lo que son ¡ni hombres ni mujeres! Luego lo suyo sería que tomara carácter
de naturaleza ¡y de naturalidad!
Pero es muy difícil Entre otras
cosa porque no hay una palabra reconocida universalmente que los designen, porque hermatrodita apenas si tiene aceptación.
Hay que recurrir a circunloquios
y palabros.
Y lo peor de todo es que una parte
importante de la población viene sufriendo por una discriminación que además de
injusta es cruel.
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