Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

jueves, 21 de junio de 2018

Componente de fuerzas.


PIEL CANELA

Hace unos días leí en El País que por fin quedaba debidamente acreditado que los neandertales habían desaparecido debido a que habían sido desplazados a lugares con peores condiciones de habitabilidad por los hombres modernos llegados de África que les superaban en la proporción de 10 a 1.

Antes de 1975 leí un libro, que ahora no encuentro por casa, sobre arte africano. En ese libro se dice que en África no había negros hasta hace 5.000 ó 10.000. (Hay mucha diferencia entre ambas cifras, pero para el caso, como se verá,  da lo mismo).

Si no había negros en África ¿qué había?

Pues otentotes, bosquimanos y gente así que no son propiamente negros.

Y ¿de dónde salieron los negros invasores?

Pues también de África, del Cuerno de África, de donde parece que se originó la humanidad entera. Donde hay lo que se llama una "población salvaje". Es decir una población con mucha "variedad étnica" y por ello con una gran potencialidad para formar razas.

Me discutía un sabio amigo que en tan corto periodo de tiempo, 5.000 ó 10.000 años, pudiera haber ocurrido tal cosa ¡que surgiera tanto negro!

Pues a mí no me extraña, porque en mucho menos tiempo, en 500 años, el continente americano se petó de negros.

En España no hay demasiados ¡pero hay!

El primero que vi fue en mi Huelva natal hace unos 70 años. Era un marinero brasileño. Había venido debido a que hubo una concentración de barcos de guerra de países hiberoamericanos por algún motivo conmemorativo. Rodeado por muchos niños curiosos que le preguntaban por su color. Y decía que había nacido así... Aquello no tenía nada de racista, solo de curiosidad cromática.

Verdaderamente aquel marinero no ERA  negro, se le veía negro. Como decía en El País la escritora nigeriana-americana Chimamanda Ngore Adichie, que ya mayorcita, cuando emigró a los Estados Unidos, se enteró de que era negra, porque antes no lo sabía. Sí que veía que tenía un precioso color chocolate, que le encantaba, pero que nunca pensó en que fuera negra.

Porque nadie ES negro, de color carbón, sino que SE CLASIFICAN a algunas personas como negros. Cuando verdaderamente son de color chocolate: puro, con leche o blanco, porque los africanos albino se dice que son negros, aunque sean de tez clarísima. Y de los chinos se dice que son amarillos ¡pero de amarillos nada! son del mismo color que lo europeos ¡que tampoco son de color blanco! como el payaso listo de gorro cónico.

Bueno, que me parece que no hay que ser muy listo para pronosticar que a la vieja Europa le va a subir el tono...ojos negros piel canela que me llegan a desesperar!

Pues no hay para desesperarse por eso. Porque eso puede ser la salvación.

Dicen las estadísticas que en nuestro país el pasado año murieron más que nacieron.

Tener hijos es tan gravoso que en la edad fértil se evita la maternidad que se posterga hasta la edad pre-estéril.

El paradigma occidental ha entrado en barrena. Se ha perfilado de modo que para que unos pocos se forren todos los demás, de un modo o de otro, vayan de cráneo.

Y es que la hasta la miseria de aquí sería la abundancia para otros, según se mire.

¡Y no hay concertinas que remedien eso!

Los "que vienen" en realidad "son llamados" para trabajar como esclavos. Porque la esclavitud no se ha abolido verdaderamente ¡ni muchísimo menos!

Pero claro, la emigración produce incomodidad. Porque los que vienen no son "tabula rasa" sino que traen consigo su cultura, sus costumbres y sus creencias. Que no son iguales que las que tenía el país de acogida antes de su llegada. Y la gente, que sabe poca física, ignora el concepto de "resultante de fuerzas". De modo que una fuerza de una intensidad, expresada por una longitud y una dirección y sentido con otra fuerza con su intensidad, dirección y sentido componen una resultante con su intensidad, dirección y sentido, que puede ser satisfactoria para todos.

¡Hay que ser comprensivos y generosos! Que ya se sabe: "hoy por ti y mañana por mí".








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