El timo de la estampita.

PACTO CON EL DIABLO.

Hoy viene El País recubierto con una negra doble página. Es un "ostentóreo" anuncio de AUDY. Y en el interior de esa cubierta la gran foto de un nuevo coche, potente, autónomo y totalmente eléctrico.

Y yo me pregunto ¿cómo es que nadie se pregunta de dónde se va a sacar tanta electricidad para alimentar tanto coche? Porque todo indica que el futuro del automovilismo será la impulsión eléctrica.

¿Nadie lo sabe? o es que quienes lo saben no dicen esta boca es mía.

Lo que sí dicen, a voz en grito, es que con tanta combustión nos estamos cargando el planeta. Y también dicen, con la boca chica, que hay que ser energéticamente ahorrativos. y dicen también, con cristiana resignación, que ¿cómo vamos a podernos apretar el cinturón energético?

Se ponen las esperanzas en las energías renovables. Pero ya alzan la voz ecologistas que. protestan por la "contaminación visual" de los "molinos de viento" productores de electricidad.

Las renovables están dando de sí más de lo que se esperaba. pero ¿tanto como para alimental el automovilismo mundial? Y más cosas.

¿Dónde hay hoy abundante energía "limpia" para derrochar a manos llenas?

¡Pues hombre!  La energía nuclear!

Y eso es lo que, me temo, no dejan salir de sus herméticas bocas nuestros próceres.

Lo de la energía nuclear está muy bien, porque se obtiene una cantidad ilimitada de energía eléctrica sin producir el temido efecto invernadero, produce lucro a los inversores y puestos de trabajo. Es un trato ventajoso, como el que hizo Fausto con el diablo.

La energía nuclear es una energía limpia ¡limpísima! pero, como dije alguna vez, también mata limpiamente, porque produce residuos radiactivos que son letales. Y cuanto más energía se produzca más residuos letales hay que almacenar de modo complicado y gravoso. Y el ahorro en ese capítulo se corresponde con el incremento de enfermos de cáncer en la población.

A la chita callando ¡NOS LA QUIEREN CLAVAR DOBLADA!

Por eso me escaman tanto los que se rasgan las vestiduras con el asunto del "cambio climático" sin tomarse el trabajo de aclarar cómo se va a resolver la papeleta del gasto energético.