Este post se lo dedico a Elia.
SE ENVEJECE PRONTO.
El pasado 5 de octubre nació mi
nieta Elia ¡un verdadero encanto!
Sabe hacer todas las cosas
correspondientes a su temprana edad. Duerme mucho, apenas llora, tan solo lo
necesario para avisar de que tiene hambre. Y es muy guapa, con unos ojazos
negros que enseña poco, porque generalmente los tiene cerrados.
Cuando despierta se despereza
haciendo toda clase de estiramientos, especialmente con las manos y con los
pies, aunque estos los tiene generalmente tapados. Pero los dedos de las manos
los mueve muchísimo. Tiene manos de violinista o de bailarina, acompañando esos
movimientos con el de los brazos y parece que baila sevillanas.
Aprende cosas, porque cuando
nació no sabía mamar, y le costó un poco aprender, pero hoy domina la técnica
perfectamente. Mientras que evacuar lo ha hecho con toda perfección desde el
primer instante.
Escribo esto el 15 de octubre, y
desde ayer es ciudadana de pleno derecho puesto que acudió con sus padres a inscribirse
en el Registro Civil
No tengo que decir que es
extraordinariamente joven.
¡Bueno, pues ya ha envejecido
algo!
Porque hasta hoy para hacer la
inscripción en el Registro Civil había que acudir a la oficina correspondiente,
que es lo que ha hecho mi nieta. Pero a partir de hoy en adelante dicha
inscripción se puede hacer en el propio hospital en el que se viene al mundo.
Ergo mi nieta es demasiado vieja para haber podido acogerse
a ese beneficio. Ella pertenece a la era en la que había que ir a inscribirse en
el Registro ¡y esa era ya pasó! Son los jóvenes nacidos de hoy en adelante los
que pueden acogerse a esa ventaja.
¡Es como para no creérselo!
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