LÓGICA DEMOCRÁTICA.
La democracia no es más, ni
menos, que un procedimiento, que ha de ser necesariamente lógico, por el cual
prevalece la voluntad de la mayoría en asuntos que afectan a todo el mundo.
Resalto lo de lógico, porque de
lo contrario sería arbitrario y la arbitrariedad nunca es democrática.
Lo primero es saber quién es
"todo el mundo". Y, lógicamente, una parte de "todo mundo"
no es "todo el mundo".
Por ejemplo, los que reclaman la
independencia de Cataluña son una parte de la población de Cataluña. Y Cataluña
es, hoy por hoy, una parte de España. En tal caso "todo el mundo" es
España. Y lo que se quiere dilucidar es si Cataluña en el futuro debe continuar
siendo, o no, parte de España. Ergo ahora, y mientras no deje de serlo, lo es.
Lo que pretenden los que
promueven un referéndum, del modo ilegal en que está planteado, es la
independencia y se apoyan en los demócratas instintivos que quieren, ante todo
y sobre todo, que prevalezca la voluntad popular.
Los que quieren evitar a toda
costa tal referéndum pretenden verdaderamente evitar la independencia ¡como sea!
y excluyen cualquier clase de referéndum, aunque sea legal.
Ambas opciones son lógicamente antidemocráticas.
Aquí se alardea mucho de
democracia pero se es muy poco demócrata. Recuerdo la práctica perfectamente
democrática que se empleaba en la Universidad Católica de Puerto Rico en Ponce,
donde yo era profesor del 70 al 73. En uno de los órganos de gobierno formado
por todos los profesores se seguía el siguiente mecanismo: Si alguien pretendía
someter a votación un asunto presentaba una moción con el enunciado
correspondiente. El presidente preguntaba ¿Alguien respalda la moción? Si la
respaldaban mínimamente se sometía el asunto a votación. Si no se respaldaba ni
se votaba. En la votación podían votar en contra los que la habían respaldado,
porque lo que respaldaban es la oportunidad de la votación no su sentido. Se
procedía a la votación y se obraba en consecuencia. Me parece que es un
procedimiento leal y transparente.
Aquí nunca se hace eso. Todo el
mundo obra defectuosamente respecto a ese paradigma.
El parlamento catalán carece de
la potestad necesaria para convocar ese referéndum ¡Ese es un hecho
incuestionable! Ergo no procede continuar.
El Gobierno de Cataluña es la
parte del Estado Español referido a Cataluña. Ergo declararse de hecho en
rebeldía es un acto de deslealtad inaceptable. Y nunca debió emprender ese
camino y debería abandonarlo inmediatamente.
Entonces ¿qué?
De acuerdo con ese
"paradigma puertorriqueño" el parlamento catalán debería votar si
encomienda a los representantes catalanes en el parlamento nacional a que
presenten una moción para realizar un referéndum a escala nacional de
permanencia o de independencia de
Cataluña respecto a España.
¿Qué podría pasar?
El parlamento nacional no podría
rechazar esa moción, porque, por lo menos, la respaldaría la minoría de
catalanes y algunos más, y, lógicamente, se tendría que producir una votación.
Si los representantes del pueblo español votaran
en contra de la celebración de un referéndum de alcance nacional el malestar
sería muy grande, porque el principio fundamental de que la suerte de España la
determinan los españoles quedaría en entredicho.
Pretender que los españoles en
general no tengan vela en este entierro es profundamente antidemocrático,
porque la soberanía de España, de toda España, reside en los españoles, en
todos los españoles.
Haciendo un ejercicio de
imaginación enorme, supongamos que se celebra un referéndum a escala nacional
en el que se votase dando respuesta a una pregunta, más o menos, parecida a
esta: ¿Cuál es su deseo, que Cataluña continúe dentro de España o que se
independice?
El resultado democrático sería el
cómputo de la voluntad expresada por cada uno de los votantes.
Impedir que voten los españoles
no catalanes, porque se presume que votarían contra la independencia es
antidemocrático por atentar a la lógica más elemental. Dado que en el momento
de la votación Cataluña forma parte de España ¡El que no forme parte es lo que
se estaría votando!
Cada uno de los votantes no
catalanes que piensen que ese asunto afecta tan solo a los catalanes, deberían
votar en blanco. En caso de que la mayoría de los españoles no catalanes
resolvieran no decidir en este asunto, tal decisión sería perfectamente democrática.
Mientras que imponerla no lo sería.
El resultado sería muy revelador
y perfectamente democrático, e iluminaría el camino a recorrer a continuación.
Y se podrían hacer todos los actos democráticos que el pueblo soberano crea
oportuno, encomendado su gestión a sus legítimos representantes.
4 comentarios:
Yo lo de que puedan votar todos los españoles veo que puede ser discutible. Pero lo que no se sostiene es que puedan votar los catalanes que viven en el extranjero, pero no los catalanes que viven en España fuera de Cataluña. Ahí si que se les ve el plumero!
¡Es discutible! ergo no es indiscutible ¡discutámosló!
Es tal la fobia que les he cogido, que si me llaman a referéndum soy capaz de votar si a su independencia.Y qué puede pasar, no veo peligros bélicos ni peligros realmente económicos. Creo que ellos, con su independencia, tendrían más problemas económicos y políticos que el resto del Estado Español.
Es tal la fobia que les he cogido, que si me llaman a referéndum soy capaz de votar si a su independencia.Y qué puede pasar, no veo peligros bélicos ni peligros realmente económicos. Creo que ellos, con su independencia, tendrían más problemas económicos y políticos que el resto del Estado Español.
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