Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

jueves, 5 de diciembre de 2013

El amable visitante.



EL DISEÑADOR DE DESAYUNOS.

El recuerdo de este personaje permanece en mi memoria desdibujado y confuso. Lo conocimos hace bastantes años, pero no recuerdo cuántos, ni siquiera aproximadamente. Nos anunció una amiga americana judía que vendría ese amigo suyo y si lo podíamos atender y así hicimos. Lo mandamos al Palace, porque no sabíamos el grado de distinción que le correspondía y no queríamos quedarnos cortos. Pero fue un error porque este señor no necesitaba en absoluto semejante sitio ya que para su estancia en Madrid como turista le resultaba inútil y muy caro, y allí estuvo tan solo una noche.

Al día siguiente nos planteamos buscarle otro sitio, pero pensamos que el mejor sitio sería nuestra propia casa. Rehusaba por no molestar, pero insistimos. Total que estuvo con nosotros unos pocos días. Se iba de correrías turísticas por Madrid siguiendo nuestras orientaciones. Y por la noche durante la cena nos contaba dónde había estado y qué había visto.

Era un personaje gris. De talla intermedia. Siempre estaba sonriente, pero no excesivamente y tan solo tenía un rasgo un poco defectuoso, era que uno de sus párpados lo tenía un poco más cerrado que el otro, como una persiana que tuviera la cinta un poquito floja.

Su trato era muy agradable. Y supongo que también su conversación. Pero como el inglés no es mi fuerte, pues no podría opinar. Pero pillé algunas cosas: Que vivía en Nueva York y ya estaba jubilado, aunque desde hacía poco. Y su último trabajo había sido ¡diseñador de desayunos!

¡Me quedé de piedra! ¡¿Cómo?! Pues sí, que se ponía a estudiar el tema y acababa ideando desayunos. Saludables, nutritivos, equilibrados con buen sabor, con el precio adecuado, etc. Había trabajado para unos grandes almacenes.

Yo no salía de mi asombro. Supongo que el café con churros o con porras,  o con tostadas con aceite y tomate, o con mantequilla, o croissant  tal cual o a la plancha, etc. se le habría ocurrido a alguien alguna vez, pero llamar diseño a esa ocurrencia, francamente, me parecía excesivo. Por otra parte ¿cuánta variación en los desayunos sería necesaria para justifican un cargo permanente en una empresa? ¿Cuántos años habría estado diseñando desayunos? ¿Cuántos desayunos se mantenían en la carta? ¿Serían estacionales los desayunos? Y ¿Cuánto tiempo se mantenía vigente cada uno de los modelos? 

La verdad es que no sé de qué me extrañaba porque los desayunos de Nueva York son de cuidado. Cuando estuve por última vez iba a los "indi" y pedía un bocata de pavo. En un mollete ponían rodajas de pavo y más cosas que no recuerdo, y también, probablemente, alguna salsa, lo envolvían cuidadosamente en un papel y lo cortaban en dos, con papel y todo. Un día fui a Starbucks y fue una birria como aquí, y a otro día a un café de Colombia, mejor que el anterior y peor que los indi. Ergo mi amigo estaba en un sitio de dura competencia.

Pasaron los días previstos y se marchó. No se puede decir que no dejara huella, porque nos regaló una suscripción por un año de "National Geografic". A diferencia de su natural acromía su rastro era, como es sabido, muy colorista.

Pasado ese año la administración de dicha revista siguió mandando ejemplares, a ver si nos suscribíamos. Por lo que fueron dos años de recuerdo colorista de aquel gris diseñador de desayunos.

2 comentarios:

ana dijo...

Pues yo no recuerdo a este tipo, pero sí los National Geographics! Vaya trabajo más curioso, parece como de cuento. Flipo con los dibujos! Están hechos con el ratón?!

saltes dijo...

¿No te acuerdas? Pues estuvo en casa.
¡Estos dibujos están hechos con el ratón! Así q no hace falta q traigas la tableta. Bss.