EL DISEÑADOR DE
DESAYUNOS.
El recuerdo de este personaje
permanece en mi memoria desdibujado y confuso. Lo conocimos hace bastantes
años, pero no recuerdo cuántos, ni siquiera aproximadamente. Nos anunció una
amiga americana judía que vendría ese amigo suyo y si lo podíamos atender y así
hicimos. Lo mandamos al Palace, porque no sabíamos el grado de distinción que
le correspondía y no queríamos quedarnos cortos. Pero fue un error porque este
señor no necesitaba en absoluto semejante sitio ya que para su estancia en
Madrid como turista le resultaba inútil y muy caro, y allí estuvo tan solo una
noche.
Al día siguiente nos planteamos
buscarle otro sitio, pero pensamos que el mejor sitio sería nuestra propia
casa. Rehusaba por no molestar, pero insistimos. Total que estuvo con nosotros
unos pocos días. Se iba de correrías turísticas por Madrid siguiendo nuestras
orientaciones. Y por la noche durante la cena nos contaba dónde había estado y
qué había visto.
Era un personaje gris. De talla intermedia. Siempre estaba sonriente, pero
no excesivamente y tan solo tenía un rasgo un poco defectuoso, era que uno de
sus párpados lo tenía un poco más cerrado que el otro, como una persiana que
tuviera la cinta un poquito floja.
Su trato era muy agradable. Y supongo
que también su conversación. Pero como el inglés no es mi fuerte, pues no
podría opinar. Pero pillé algunas cosas: Que vivía en Nueva York y ya estaba
jubilado, aunque desde hacía poco. Y su último trabajo había sido ¡diseñador
de desayunos!
¡Me quedé de piedra! ¡¿Cómo?!
Pues sí, que se ponía a estudiar el tema y acababa ideando desayunos. Saludables,
nutritivos, equilibrados con buen sabor, con el precio adecuado, etc. Había
trabajado para unos grandes almacenes.
Yo no salía de mi asombro.
Supongo que el café con churros o con porras, o con tostadas con aceite y tomate, o con
mantequilla, o croissant tal cual o a la
plancha, etc. se le habría ocurrido a alguien alguna vez, pero llamar diseño a
esa ocurrencia, francamente, me parecía excesivo. Por otra parte ¿cuánta
variación en los desayunos sería necesaria para justifican un cargo permanente
en una empresa? ¿Cuántos años habría estado diseñando desayunos? ¿Cuántos
desayunos se mantenían en la carta? ¿Serían estacionales los desayunos? Y
¿Cuánto tiempo se mantenía vigente cada uno de los modelos?
La verdad es que no sé de qué me
extrañaba porque los desayunos de Nueva York son de cuidado. Cuando estuve por
última vez iba a los "indi" y pedía un bocata de pavo. En un mollete
ponían rodajas de pavo y más cosas que no recuerdo, y también, probablemente,
alguna salsa, lo envolvían cuidadosamente en un papel y lo cortaban en dos, con
papel y todo. Un día fui a Starbucks y fue una birria como aquí, y a otro día a
un café de Colombia, mejor que el anterior y peor que los indi. Ergo mi amigo
estaba en un sitio de dura competencia.
Pasaron los días previstos y se
marchó. No se puede decir que no dejara huella, porque nos regaló una
suscripción por un año de "National Geografic". A diferencia de su
natural acromía su rastro era, como es sabido, muy colorista.
Pasado ese año la administración de dicha revista
siguió mandando ejemplares, a ver si nos suscribíamos. Por lo que fueron dos años de
recuerdo colorista de aquel gris diseñador de desayunos.
2 comentarios:
Pues yo no recuerdo a este tipo, pero sí los National Geographics! Vaya trabajo más curioso, parece como de cuento. Flipo con los dibujos! Están hechos con el ratón?!
¿No te acuerdas? Pues estuvo en casa.
¡Estos dibujos están hechos con el ratón! Así q no hace falta q traigas la tableta. Bss.
Publicar un comentario