Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

viernes, 1 de junio de 2012

Un mercado imaginativo.



EL MERCADO DE SAN FERNANDO.

El martes pasado, mientras que preparaban las poses para dibujar en Tabacalera, nos fuimos mi hija Ana y yo a merendar un poco. Y nos acordamos del mercado de San Fernando que Ana conocía y yo no.

Está en las antípodas del Mercado de San Miguel y del de San Antonio. En estos ha intervenido el poder municipal y han crecido regados con los dineros del tremendo agujero que nos abruma.

El de San Miguel no es un mercado propiamente dicho. Adornado por algún vistoso puesto de fruta, todo está lleno de puestos de diseño. Y la gente va a echar el rato y a divertirse, no a hacer la compra.
El de San Antonio tiene una planta baja de Hipercor, me parece, y en la planta de encima está llena de puestos de diseño, de estilo semejante a los de San Miguel y la 3º planta restauran y terraza de la misma estética. Todo de estilo gallardónico.

A mí me gustan los mercados como el de Maravillas de Bravo Murillo y semejantes. Pero ese estilo está en declive como todos sabemos. Ya veremos en qué queda el de Barceló que está de reformas o levantándolo nuevo.

El mercado de San Fernando, en pleno barrio de Lavapiés, en la calle Embajadores, entre la plaza del mismo nombre y el principio del Rastro, digamos, estaba de capa caída. Y andan tratando de rehabilitarlo las fuerzas populares, que a diferencia de las municipales, carece de esa pasta virtual que mueve montañas y produce abismos. 

Los puesto allí son muy baratos, pero, claro, se vende poco. Y a golpe de imaginación están tratando de que levante el vuelo. Además de algunos puestos convencionales los hay de flores, de jabones, de artesanía, galería de fotos y una curiosa librería donde venden los libros al peso. A 10 € el kilo. Nos compramos 400 gramos. Nos entraron dos muy buenos. Uno de Ferrater Mora y otro de Vicens Vives.

Están en obras, nada faraónicas, en muchos puestos que presagian futuros esplendores. A ver si es cierto y ese barrio de Lavapiés tan castizo y tan racial, en el buen sentido naturalmente, va levantando cabeza y la gente que allí se aloja puede dar rienda suelta a la alegría que le caracteriza.

¡Y a ver si el poder plebeyo nos salva, porque el poder patricio nos está hundiendo cada vez más en la miseria!

2 comentarios:

Ana dijo...

¡Eh!, y no has dicho que te hicieron una entrevista, y que sales en un video de LaVanguardia.com:
http://www.lavanguardia.com/local/madrid/index.html

saltes dijo...

Ah! Es verdad ¡Es q llega 1 momento en q 1 no controla...!