Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

domingo, 13 de mayo de 2012

Ensimismados


LAS ISLAS HUMANAS.

Cuando voy en metro y observo a los otros pasajeros me suele asaltar la idea de que son islas. 

Universos de diversas edades, sexos y etnias, y totalmente inaccesibles. De lo que infiero que a mí me pasa igual que a ellos, que también soy una isla. Pero a diferencia de ellos yo soy para mí mismo accesible. Tampoco totalmente, no nos engañemos, porque cada uno estamos poblados por fantasmas, que no presentan sus verdaderos rostros.

Yo no puedo ser ninguno de los que veo en el metro, ni ellos yo, ni nadie puedes ser distinto de sí mismo. Puedo hacer inferencias, aunque sujetas a múltiples errores.

En cierto modo cada persona está compuesta de dos partes. El cuerpo y el alma. Parece que esta es una idea cristiana, pero no es cierto, es una idea pagana adoptada por el cristianismo. El alma es un yo invisible, inmaterial e intangible que anima al cuerpo, que es perfectamente perceptible. 

El alma pilota al cuerpo, que es como su vehículo. El cuerpo, como las plumas estilográficas, no se presta. Y ningún alma  puede salir de su cuerpo y meterse en otro, desplazando al habitante habitual. Con lo que no se puede experimentar ser de otra edad, de otro sexo y de otro sitio. Y ¡menos mal! porque existen almas perversa que moran en caducos cuerpos que despojarían de su cuerpo sano a gente inocente, y se apropiarían de él, como hacen con hijos robados y cosas por el estilo.

Aunque las alma no puedan salir de su cuerpo pueden modificarlo por diversos procedimientos: con postizos, maquillajes, estirados de la piel, depilaciones, implantaciones de prótesis, cambios de sexo, etc. etc. Pero muchas de esas  modificaciones no pasan de ser meramente aparenciales, aunque sean quirúrgicas y muy costosas en sufrimiento y en dinero. 

Y desde luego cada uno se puede vestir a su gusto y montarse en el vehículo de sus sueños, siempre que tenga pasta para ello.

Hay quien simula tener más pasta de la que tiene ¡pero eso es jodido! Mientras que simular tener menos es más fácil. Como un joven millonatis que conozco y al que vi el otro día con unos raidos vaquerillos. Pero le delataba el rolex multiesférico que lucía en su muñeca.

A mí lo que me pasa es que no acabo de poder explorar completamente este jodido ego propio. Por eso ¡para qué me voy a meter en más dibujos!

No hay comentarios: