UN MODO LUMINOSO DE REMEDIAR ANEURISMAS TEXTILES.
Esta noche estuve zurciendo un par de pares de calcetines con un pomelo.
Porque, claro ¡quién tiene hoy un huevo de madera!
De los de gallina ¡es un peligro!
Y hubiera sido igual usar una naranja, una manzana o cualquier otra fruta más o menos redonda. Pero al ver pomelos en el frutero me dije ¡un pomelo mola más!
Emplear para ese fin un pomelo o una naranja es mejor que un ovoide de madera, porque en calcetines como los míos, que suelen ser negros o azul marino, ¡es una bendición! porque cuando vas deslizando la fruta por el interior del calcetín, que parece una boa deglutiendo su presa, y alcanza un roto, este ¡se amplía y se ilumina! y acudes con la aguja y el hilo ¡y el roto queda fulminado! ¿Lo imagináis?
La cosa no da para más...
Ni para menos.
Bueno, me voy a la piltra que ya es muy tarde...

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