Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

sábado, 6 de enero de 2024

Fantasías que usurpan la realidad.

ENTRE PINTO Y VALDEMORO.

Ya sabéis la historia:

Estaba saltando el arroyo que se dice que separa ambas localidades el "tonto del pueblo" (no nos han especificado de que cuál de los dos pueblos), a la vez que decía: "Ahora estoy en Pinto" Daba un saltito y decía "Ahora estoy en Valdemoro" y así echaba el rato. Hasta que tropezó y se cayó al arroyo. Y un vecino que lo observaba le preguntó:

"Y ahora ¿dónde estás?"

Pues ¡entre Pinto y Valdemoro!

Esto viene a cuento porque cuando uno se está comiendo las doce uvas entre las 24 horas de, pongamos, el 31 de diciembre de 2.023 y la 1 del 1 de enero de 2.024, está como el tonto del pueblo, "entre 2023 y 2024"...

Y eso me produce ¡una gran fascinación!

¡La de millones de "tontos" (en sentido figurado) que celebramos estar pasando de Pinto a Valdemoro!

Y, en el fondo eso es una tontería, porque realmente, ni hay Pinto ni hay Valdemoro, hay sitios a los que se les ha llamado Pinto, o Valdemoro o lo que se haya querido.

Incluso ocurre que un mismo sitio se le ha llamado en una época de un modo, por ejemplo Hispania que siglos más tarde de otro modo, España. O un mismo sitio, en la misma época de dos modos distintos, por ejemplo Islas Malvinas o Islas Falkland.

O un mismo momento, por ejemplo hoy estamos en el 2.024 según nuestro calendario y en el 4.720 ó 4.721 en el calendario chino.

Y los días de la semana lo mismo. Porque siempre se está en un día, que empezó por la mañana y terminará por la noche. Lo que pasa es que los días no son iguales en todos sitios. Sino que donde "la barriga" de la Tierra los días y las noches dura lo mismo, mientras que en los sitios más alejado de dicha barriga en uno hay un "de día" permanente, donde el sol se acerca al horizonte y antes de traspasarlo "rebota" de nuevo y empieza a elevarse. Mientras que en el otro parece que va a amanecer pero enseguida anochece de nuevo. Y más tarde se invierte la situación. 

O sea que para uno que esté en Ecuador el año tiene 365 días y 365 noches y de igual duración los días y las noches. Mientras que uno que esté en un círculo polar ¡tiene un sólo día y una sola noche cada año!  

En realidad los días son muy parecidos: sale el sol por la mañana y por la tarde se pone. Noche y día pueden durar prácticamente lo mismo, como en Puerto Rico , que sale el sol a las 6 seis de la mañana y se pone a la 6 de la tarde. Lo he vivido tres felices años ¡y me ha encantado.

A mí me parece que no se viven muchos días distintos, sino el mismo día muchas veces. Y para evitar esto se somete el tiempo a la ley del almanaque. Diferenciando los días con nombres distintos: Lunes, Martes, Miércoles, etc. como si fueran distintos. Y en parte los son, pero en parte no...¿Y qué pasa con los miércoles de semanas distintas? ¿Son iguales o son distintos? Los domingos parecen iguales, porque no se curra...pero no para los jubiletas, que el domingo es como los demás días.

Con todo eso quiero decir que la realidad-realidad es como es, te guste o te disguste. mientras que la realidad-convencional es como resulta que ha llegado a ser...¡Pero en el fondo es mentira! O, sea fantástica.

¡Pero no nos engañemos! Porque la Realidad fantástica puede imponerse a la realidad-real con tal potencia que la reduce a la puritita nada...

De nada sirve caer en la cuenta de que uno vive en un mundo real, indiviso, geográfico-físico, que oficialmente se desrealiza para re-realizarlo artificialmente en un modo geográfico-político. Y que el tiempo fluye en segmentos diferenciados. Mientras que el tiempo verdadero fluye continuamente como un churro interminable. Mientras que el tiempo social "se corta" de vez en cuando, bien sea en enormes ruedas que el churrero corta en segmentos. O "en crudo", según cae en el hirviente aceite, resultando lacitos. Y se les bautizan como "churros", "porras", "calentitos", "tejeringos"...

Porque el tiempo verdadero es un continuo en el que se suceden periodo luminosos y oscuros.

Si uno vive cerca de la parte de este planeta en la que el sol le da más de lleno en "la barriga", los periodos de luz y oscuridad tienen aproximadamente la misma duración y se suceden con mucha frecuencia. Mientras que si está muy desviado de la situación anterior durante mucho tiempo está ininterrumpidamente iluminado y durante un periodo igualmente largo está permanentemente a oscuras.

Que el "tiempo social" es un puro disparate suele pasar desapercibido. Pero a veces se evidencia, como la recién pasada noche de Año Nuevo, que nos felicitaron por el Año Nuevo unos muy queridos familiares que se habían ido a pasar las fiestas a Nueva York. Y ellos no nos felicitaban el Año Nuevo desde el mismo Año Nuevo sino desde el Año Viejo ¡En el mismo momento estábamos a la vez los de aquí y los de allí en años distintos!

Pasadas unas horas las contradicciones parecieron resolverse ¡Pero no! Simplemente se ocultan!

¡Esta terrible paradoja se puede desvelar fácilmente! Basta con sintonizar una emisora de China, luego una de España y luego "Radio Isla" de San Juan de Puerto RICO, como hago a veces, para que se evidencie la sorprendente realidad.

¿Solución del misterio?:

Es que las ondas hercianas "tienen los pies muy ligeros"...y cuando concurren con otras ondas ¡Nos dejan pasmáos!


 

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