Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

martes, 3 de noviembre de 2020

Vivir peligrosamente.


 

SIN RUEDA DE REPUESTO.

Ya se sabe que desde unos años a esta parte los coches no llevan rueda de repuesto.

Si pinchas llamas al seguro y te manda una grúa.

Penúltimamente llevaban una rueda de repuesto mucho más delgada que te permitía ir al taller más cercano para reparar el pinchazo. Ahora ni eso. Aunque la puedes comprar.

¿Qué quiero decir con esto?

Pues que la protección disminuye ante los imponderables. Y eso es general, no se refiere tan solo a los pinchazos ¡A todo! Se ha impuesto el "vivir peligrosamente".

Lo de vivir "sencillamente" ha pasado a la historia.

Hay que vivir "aparatosamente".

Cambiar una rueda es un coñazo. Pero es algo que puede resolver uno mismo. De hecho llamar a una grúa puede resultar infinitamente más complicado. Puedes estar esperando una hora o más, en el más absoluto desamparo.

Nos hemos acostumbrado a vivir a lo grande. Grandes viajes, en grandes aviones, en grandes aeropuertos a grandes hoteles. O grandes cruceros con grandes lujos, a base de champan y de caviar "a punta pala" como me decía una amiga.

Todos estos elementos: grandes aviones, grandes aeropuertos, grandes hoteles, etc. son máquinas de hacer fortunas a raudales. Pero cuando se paralizan son grandes máquinas destructoras de fortunas y creadoras de catástrofes económicas.

Entonces ¿Es que no tiene que haber nada de esto?

Sí que tiene que haberlo, pero con "rueda de repuesto".

Nosotros es que somos muy dados al estilo kamikaze.

Mucho más que los que inventaron esa palabrita.

Porque los orientales fueron los primeros en padecer el COVID 19.

Hicieron confinamientos a saco, pero desarrollaron una técnica y una conducta con las que consiguieron resolver el problemas a efectos prácticos.

Mientras que nosotros no.

Nosotros conseguimos tras un durísimo confinamiento "doblegar la curva".

Pero a continuación nos lanzamos con fruición al consumismo que tanto mola.

Nuestra particular "dama de hierro" o "dama boba", según se mire, se puso a impulsar el consumismo redentor y la curva, como una cobra, volvió a levantarse amenazadoramente.

Pero como ni la policía ni la gente es tonta, se queda en su casita esperando a que pase el chaparrón. 

Porque, como ya he dicho en otra ocasión, el capitalismo liberal y el covid 19 tienen el mismo caladero:

Las multitudes.

 

 

 

No hay comentarios: